Por Ewald Scharfenberg | Valentina Lares
Armando.info
Fue reguetonero, dice que limpió pisos en Estados Unidos, y se sabe que en distintos países montó negocios que nunca prosperaron. Ahora construye una carrera política dentro del partido español de derechas, que está a punto de llevarlo a ocupar una curul dentro del parlamento regional de la comunidad madrileña. Ocurre que en esa épica del inmigrante hecho a sí mismo que le gusta relatar a la prensa, a Gustavo Eustache se le olvida mencionar la vez que en 2015 se asoció -sabiéndolo o no- con un estafador serial venezolano, José Trinidad Márquez.
Gustavo Alain Eustache Soteldo, un venezolano de ascendencia española que es hoy un valor en alza dentro de las filas del conservador Partido Popular en Madrid -de hecho, figura en la lista de candidatos a diputados por esa comunidad en las elecciones municipales del próximo domingo, 28 de mayo-, en su relato autobiográfico viene acallando un tramo de su pasado que, de divulgarse, tendría el potencial para comprometer el futuro de su prometedora carrera política: estuvo vinculado a un connotado estafador, cuyos esquemas fraudulentos le han llevado a timar a grandes empresas en España, Portugal, Venezuela y Estados Unidos.
Eustache, de 41 años de edad, se destacó el reciente 25 de marzo como uno de los oradores en un acto que, bajo el lema de Europa es Hispana, el derechista PP convocó en el barrio de Simancas de San Blas-Canillejas, un distrito de clase trabajadora del Este de Madrid.
Aunque las intervenciones estelares correspondieron a Isabel Díaz Ayuso, Presidenta del Gobierno de la Comunidad de Madrid, y a José Luis Martínez-Almeida, Alcalde de la capital española, que Eustache haya sido telonero de la plana mayor del PP -también estuvo presente el presidente partidista, Alberto Núñez Feijóo-, y en el cartel de un evento que él mismo había organizado, representó un punto culminante en la carrera de este inmigrante de Venezuela.
La velada, con rasgos de verbena -había comida y números musicales-, era parte de un esfuerzo deliberado del PP por cortejar el voto de los inmigrantes latinoamericanos, cuya comunidad se ha hecho fuerte en ese distrito y en buena parte de la ciudad.
Si bien se anticipa que el perfil demográfico del electorado madrileño cambiará de manera significativa de aquí a mediados de siglo, como resultado no solo de los flujos migratorios desde América, con Venezuela en primer lugar, sino, sobre todo, del África magrebí, todavía en las elecciones regionales del próximo domingo los naturalizados representarán un segmento marginal del padrón electoral: se calcula que cerca de medio millón de inmigrantes tienen derecho a votar, no más de 20% del electorado. Sin embargo, las decenas de miles de votos de los latinoamericanos que alcance a cosechar Díaz Ayuso, la favorita para repetir en el cargo y mentora actual de Eustache, podrían hacer la diferencia entre que alcance la ansiada mayoría absoluta -lo que la eximiría de la necesidad de pactar con el partido de ultraderecha Vox-, o no.
Gustavo Eustache dirige, como su Secretario Ejecutivo, la Oficina de Nuevos Madrileños, una dependencia que Díaz Ayuso creó para esa tarea de seducción y reclutamiento. Un enfoque que ha adoptado para llevarla a cabo ha sido el de ganarse a la feligresía evangélica, que entre latinoamericanos es numerosa, y con la que Eustache dice compartir credo.
Protegido bajo el ala de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, el venezolano Gustavo Eustache tiene una carrera ascendente dentro del Partido Popular de España. Crédito: Tomada de Twitter
El acto del 25 de marzo despertó mucho interés en el público y los medios, y no fue en balde, porque entre los oradores también estuvo una pastora evangélica de origen colombiano, Yadira Maestre, a la vez pintoresca y ultraconservadora, que prodigó bendiciones para los líderes del PP. Suspicaces, los reporteros y comentaristas de la prensa española de izquierda se preguntaron si se trataba de la importación efectiva de una estrategia que mezcla creencias religiosas y políticas, más propia de populistas de derecha como Donald Trump en Estados Unidos o Jair Bolsonaro en Brasil.
Ahora bajo el ala de Díaz Ayuso, después de surgir del entorno de Martínez-Almeida, Gustavo Eustache se apresta a conquistar un nuevo hito: ser diputado por el PP en la asamblea regional. Su puesto 56 en la plancha del partido en las elecciones del 28 de mayo prácticamente se lo garantiza, de acuerdo a las tendencias verificadas por las encuestas.
Es una parábola de éxito impresionante para un sujeto que llegó hace poco más de dos décadas a España como un don nadie. Venía de Estados Unidos, a donde primero, según suele relatar, emigró de manera ilegal, y debió limpiar edificios en Columbus, Ohio . “Cuando llego a España me tocó trabajar de todo, como todos, porque nos tenemos que levantar desde cero”, ha contado en notas de prensa. Para ganarse la vida, en España hizo de cantante de reguetón, de empleado de hostelería, vendedor de planes de pensiones, de técnico en informática y de ejecutivo de empresas de consultoría, algunas de las cuales constituyó por sí mismo.
Pero en sus distintas crónicas de self-made man no suele incluir esa etapa en la que fue directivo de una empresa constituida en España, Petroil Energy SL, que sirvió de pantalla para las actividades de José Trinidad Márquez, quizás el más legendario estafador serial de Venezuela, activo desde hace cuatro décadas y que ha defraudado a empresas multinacionales en, al menos, cuatro países, siempre con la rutina de hacerse pasar por un experto petrolero.
Según quién cuente la historia, o bien Eustache participó bajo engaño en esa trama o, por el contrario, lo hizo a sabiendas de que acompañaba a un timador que suplantaba la identidad de un ciudadano español para cometer sus fechorías.
El socio que no se llamaba así
Según los documentos obtenidos para esta historia, Gustavo Alain Eustache Soteldo constituyó en julio de 2015 en Madrid una consultora en el negocio petrolero, Petroil Energy SL, en la que figuraba como Administrador Solidario (o también como Presidente Ejecutivo-CEO, según el propio Eustache reporta en su ficha del servicio de Transparencia del Ayuntamiento de Madrid), a pesar de que hasta entonces nunca había tenido experiencia en ese sector tan especializado del mercado energético.
Casi de inmediato después de su constitución, la empresa otorgó un poder a un tal Domingo Galán Macías, un ciudadano español nacido en enero de 1955 en la localidad madrileña de Villamanta y que, interrogado en 2017 por el juzgado 41 de Instrucción de Madrid, aseguró trabajar “en una portería de la calle Latina” de la capital española. Pero este no era el apoderado de Petroil Energy; en la misma comparecencia, Macías juró que nunca había servido “como gestor en ningún negocio”. En su única cuenta bancaria, dijo, apenas tenía 600 euros.
Entonces, ¿quién era ese Domingo Galán Macías que se hizo de un poder de Petroil Energy?
En realidad, el venezolano José Trinidad Márquez, que le había robado al auténtico Galán Macías su pasaporte y su documentación de identidad en 2011, y desde entonces se hacía pasar por él para llevar adelante sus timos.
José Trinidad ha vivido durante 40 años de estafas a corporaciones multinacionales haciéndose pasar por experto petrolero allegado a Pdvsa (o a Pemex)
José Trinidad Márquez tuvo un cuarto de hora de celebridad en julio de 2020, cuando su nombre saltó a las primeras planas de la prensa de Portugal -y a los cables de algunas agencias internacionales- poco después de que la Fiscalía de ese país presentó su primer documento de acusación por los manejos irregulares que en 2014 llevaron a la quiebra al Banco Espirito Santo (BES), uno de los mayores y más tradicionales grupos financieros portugueses. Entre las 4.000 páginas del expediente brillaba un relato jocoso y colorido: un tal Domingo Galán Macías, haciéndose pasar como un alto ejecutivo de la petrolera estatal venezolana, Pdvsa, había defraudado al BES en complicidad con el presidente del banco, Ricardo Salgado. Ni qué decir que se trataba de José Trinidad Márquez, quien para ese momento ya acumulaba un extenso prontuario de estafas en Venezuela, Estados Unidos y España.
El propio Eustache, sobre quien hoy no pesa ninguna investigación o imputación ni en España ni en Portugal, fue interrogado en Madrid a solicitud de las autoridades portuguesas que investigan el caso del Espirito Santo. Su deposición está incluida en uno de los innumerables documentos del caso.
¿Cómo fue que, apenas un año más tarde de un timo tan sonado y gigantesco, ese mismo Galán Macías / José Trinidad Márquez recibía un poder en Madrid de la recién constituida Petroil Energy SL?
Gustavo Eustache se negó a atender a la reportera de esta historia que hace semanas le preguntaba vía Whats App sobre su relación con Márquez. Tras escribir que «yo no sé nada (…) de ese señor», remitió la cuestión a su abogado, Juan Camps, «quien lleva ese tema». Sin embargo, consultado por teléfono al respecto, el letrado también se rehusó a brindar declaraciones, tras afirmar que no podía hablar de un asunto sobre el que aún se desarrolla un proceso en tribunales.
Con ello, el abogado Camps aludía a la demanda por estafa que a nombre de su cliente, Gustavo Eustache, radicó ante un tribunal de la plaza de Castilla, todavía contra Domingo Galán Macías, quien era en verdad José Trinidad Márquez. Márquez lo acababa de expulsar de Petroil Energy, a la que reemplazó con una nueva razón jurídica, Coral Petroleum, en julio de 2016.
Aún así, antes de esa demanda, ¿cómo llegó Eustache a confiar tanto en el falso Domingo Galán Macías, como para asociarse con él en un negocio petrolero?
Era el esposo de una prima lejana.
Un oficio de la Fiscalía portuguesa da fe de las declaraciones aportadas por Gustavo Eustache sobre la constitución de Petroil Energy.
Qué grande es la familia
En efecto, tras su lance en Portugal, y luego de cobrar al menos 4,5 millones de euros (según dice la causa en Portugal; 2,9 millones, según las investigaciones del Juzgado Central de Instrucción número 3 de la Audiencia Nacional de España) en su representación cumbre ante una junta del BES -pago que recibió en cuentas en España, Suiza y Luxemburgo de una compañía registrada en Panamá a nombre, otra vez, de Domingo Galán Macías-, José Trinidad Márquez se instaló en Madrid con su mujer, Katilin Miguelina Mijares Soteldo, también venezolana.
Katilin Mijares ha sido investigada por la justicia española en relación a su posible participación en los negocios fraudulentos de José Trinidad Márquez. En la actualidad, Mijares está separada de su exesposo, Márquez, con quien tuvo un hijo.
Mijares, prima lejana de Eustache, llevaba años sin saber ni de este último ni de esa parte de su familia. Como se sentía sola en España, decidió organizar una fiesta de reencuentro en su vivienda para reconectar con su familia lejana.
Gustavo Eustache asistió a la reunión familiar en el apartamento de Katilin en el barrio de Salamanca. Allí conoció a José Trinidad Márquez, el entonces marido de su prima. O al pretendido Domingo Galán Macías.
Gustavo Eustache se sintió atraído por el estilo de vida de Katilin y José Trinidad / Domingo, siempre adornado con un lujo ostentoso. Que la pareja viviera en la costosa calle Núñez de Balboa, en el barrio de Salamanca de Madrid, le daba verosimilitud a tanta pompa.
«Él se le metió por los ojos a José hasta que José le dio trabajo, pues», confía un familiar de Eustache en conversación telefónica con Armando.info. A cambio de su testimonio, la fuente pidió mantener su identidad en reserva por temor a represalias de Eustache, quien entre tanto se ha vuelto poderoso.
Eustache y Márquez se avinieron al momento, siempre según este relato. Además de compañeros de negocio, los dos se trataban como “compadres”.
«Él sabía, uno, que ese era el esposo de Katilin y, dos, que era José Trinidad», el mismo pariente pone en duda la versión presentada por Eustache. «En la familia, digamos que en la intimidad, todo el mundo sabía que era José. Pero de puertas para afuera, por ejemplo, a la hora de hacer una reserva en un restaurante o contratar a una gente para una fiesta, era Domingo Galán Macías«.
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Semanario El Venezolano. Madrid, del 03 al 16 de agosto de 2022