Gustavo Adolfo Hernández Frieri, el colombiano-estadounidense que participó el esquema de corrupción con el que saquearon más de $1.200 millones de PDVSA se declaró «No culpable», conoce los detalles

La fianza solicitada era alta. Sí. 25 millones de dólares en bonos de garantía y el pago de USD 1.5 millones que la esposa del colombiano-estadounidense, Gustavo Adolfo Hernández Frieri, no estaba dispuesta avalar porque, según se supo, la mujer del acusado de haber participado en un enorme esquema de corrupción y lavado de dinero por más de USD 1.200 millones con un grupo de contratistas y funcionarios corruptos ligados al régimen de Nicolás Maduro, tiene todas las intenciones de divorciarse, más aún cuando se enteró durante sus vacaciones en Italia de que su marido formaba parte de una red criminal que, de acuerdo a los fiscales norteamericanos, había saqueado dinero público del estado venezolano por varios años.

Gustavo Adolfo Hernández Frieri fue arrestado en Italia en 2018 y se opuso a ser extraditado a Estados Unidos y a enfrentar la justicia. En una audiencia Nebbia en la corte del distrito sur de la Florida, en Miami, donde el acusado reside junto a sus tres hijos y esposa, los abogados, fiscales y el juez discutieron sobre la llamada «Retención de Nebbia», en la cual el tribunal investiga la fuente de los fondos utilizados para pagar la fianza de un acusado.

Según los papeles judiciales, la audiencia Nebbia de Gustavo Adolfo Hernández Frieri se celebró este lunes 20 de mayo de 2019, habiendo estado representado el imputado por los abogados Michael Brian Nadler, Michael S. Pasano y Michael Domenic Padula. Hernández Adolfo estuvo presente en corte al igual que Jorge Mora, quien juró y testificó frente al juez.

El escándalo

Gustavo Adolfo Hernández Frieri se mostraba en su entorno como un millonario exitoso, que gerenciaba inversiones en Nueva York, Miami y América Latina. Junto a su familia vivía en una mansión ubicada en 597 Hibiscus Lane, Miami, Florida 33137, la cual superaba los USD 2 millones.

En sus vacaciones familiares en Italia en julio de 2018, la suerte cambió para Hernández Frieri, puesto que las autoridades italianas, cumpliendo una orden de arresto emanada de los Estados Unidos, le pusieron los ganchos y lo llevaron a prisión desde donde el colombiano-estadounidense lucho para no ser extraditado.

Hernández Frieri fue acusado por el gobierno de Estados Unidos de haber jugado un papel de apoyo en una red de lavado de dinero de 1.200 millones de dólares que involucra a ocho empresarios venezolanos, funcionarios del gobierno y un banquero vinculado al gobierno socialista de Nicolás Maduro, dice la acusación aprobada por el Gran Jurado.

En la primera audiencia de presentación celebrada el 17 de mayo de 2019, Hernández Frieri se declaró no culpable de los cargos y sus abogados pidieron al juez que fuera liberado bajo fianza antes del juicio. Fue en esa cita de la corte que la esposa del acusado, Olympia de Hernández, se negó avalar el bono que le permitiría irse a casa para esperar el proceso judicial. Se supo por declaraciones del defensor Michael Pasano a la juez Jackeline Becerra, que la pareja se estaba divorciando.

Tras una discusión, la juez le ofreció a Hernández una fianza que incluye un bono de garantía personal de USD 25 millones que fue confirmado por el hermano del acusado, César Hernández Frieri y su cuñado, Juan Carlos Gómez, quienes participan en el negocio del demandado desde hace más de dos décadas y el cual está conformado por dos empresas, a saber, Global Securities Holdings y Global Strategic Investments. Asimismo, el tribunal pidió que se pagara el 10 por ciento de una fianza de USD 1,5 millones.

Desde su extradición de Italia, ocurrida a principios del mes de mayo, Gustavo Adolfo Hernández Frieri estuvo preso en el Centro Federal de Detenciones del condado de Miami Dade en Florida. Esta semana se le concedió prisión domiciliaria, portando un grillete electrónico en su tobillo que monitoreará todos sus movimientos. La jueza pidió que le hiciera entrega de su pasaporte y el de sus tres hijos.

Uno de los temas que creó polémica en la corte fue el hecho que la esposa del acusado, Olympia De Castro no quisiera poner ningún activo para asegurar la fianza de su marido y fue allí cuando salió a colación que la pareja estaba ante un inminente divorcio.

Los cargos

El papel de Hernández Frieri en la conspiración para lavar más de 1.200 millones de dólares provenientes del estado venezolano es de operador. El acusado se encargaba, según la acusación, de poner ese dinero en un fondo de inversión falso para que pareciera legítimo y luego lavarlo en los bancos de los Estados Unidos a cambio de una comisión.

Uno de los que participó en la conspiración alegada, Abraham Edgardo Ortega, exdirector ejecutivo de planificación financiera de PDVSA, se declaró culpable en octubre de 2018 de aceptar millones de dólares en sobornos que se transfirieron en secreto a los EE. UU. y a otras instituciones financieras con la asistencia de Hernández Frieri y otros acusados en el caso de lavado de dinero masivo.

La mayoría de los individuos que participaron en el esquema de corrupción todavía están en libertad y fueron pasados al estatus de prófugos de la justicia estadounidense. Entre estas personas se encuentran el bolichico Francisco Convit, el empresario Raúl Gorrín, un amigo de los hijos de la esposa de Nicolás Maduro, Mario Bonilla, José Vicente Amparan Croquer y Carmelo Urdaneta, el portugués Hugo Andre Ramalho y el uruguayo Marcelo Gutiérrez Acosta y Lata, así como el banquero, Matthias Krull, quien se declaró culpable de los cargos y fue sentenciado a 10 años de prisión en Miami.

El arresto

El 25 de julio de 2018, Gustavo Adolfo Hernández Frieri, estaba disfrutando unas lujosas vacaciones en Taormina, una exótica área ubicada en la zona costera del este de Sicilia en Italia, cuando los agentes de la ley se lo llevaron detenido de una costosa suite de un hotel de cinco estrellas. La Embajada de Estados Unidos en Italia había entregado a las autoridades una orden de arresto contra el acusado.

Al momento de su detención, Hernández Frieri dijo que era un abogado y empresario exitoso que operaba como corredor de bolsa del Wall Street. Desde la prisión de Messina en Italia contrató abogados para pelear su extradición a Estados Unidos. Los defensores lograron sacarlo bajo su custodia y gozó de casa por cárcel.

Sus abogados italianos trataron de negociar con los abogados del gobierno de Estados Unidos la exención de extradición de Hernández Frieri para que puediera regresar rápidamente a los Estados Unidos para impugnar las acusaciones en su contra.

Desde su arresto, ocurrido el 25 de julio de 2018, Gustavo Hernández alegó que el gobierno de Estados Unidos ignoró el hecho que había sido detenido en Italia y que las autoridades decidieron «No esperar cuatro días para su regreso a Miami con su esposa e hijos», dice una de las mociones entregadas a las corte que destaca, además, que «se programó que el Sr. Hernández regresara a Miami con su familia el 29 de julio de 2018, pero eso no ocurrió porque él permaneció en una prisión en Messina, Sicilia».

Junto a su equipo de abogados, Gustavo Hernández se opuso férreamente a la extradición y buscó en Italia y en los Estados Unidos algún fundamento adicional de las acusaciones en su contra más allá de las alegaciones presentadas en el expediente por los fiscales.

Se quejó de que los Estados Unidos no daban ninguna garantía de cómo se transportaría al acusado, cuánto tiempo tomaría o si se mantendría encarcelado en una prisión italiana durante el proceso.

La solicitud de extradición de Hernández fue recibida por el tribunal en Messina, Italia, el 17 de septiembre de 2018. La audiencia inicial ante el juez se celebró el 24 de septiembre de 2018, pero se atrasó porque el paquete de extradición no incluía lo solicitado por el abogado defensor italiano, que era la información requerida de conformidad con el tratado de extradición EE. UU./Italia y según la ley de ese país europeo.

El demandado también se quejó del hecho que Estados Unidos había presentado solicitudes que lo afectaran negativamente. Por ejemplo, sostuvo que «el gobierno aparentemente creyó que dos notas relacionadas con Domaine Select estuvieran sujetas adecuadamente a restricciones. Alegó que con una Orden de Protección Modificada que se presentó en el caso, se desprendía que una nota que pertenecía al Fondo de Financiación del Comercio de Valores Mundiales (GSTF, por sus siglas en inglés) y una segunda nota que pertenecía a Hernández.

Dicen los documentos que la orden que emitió el Tribunal aparentemente se basó en alegatos de una declaración jurada de un agente cuyo nombre no se revelaba. Argumenta que los hechos mostrarán que dos suscripciones separadas que fueron las únicas que ingresaron al Fondo GSTF eran de Abraham Ortega (Acciones de Clase C de GSTF registradas en UBS AG Bank) y de Pedro Binaggia (Acciones de Clase D de GSTF, en DELTEC Bank). Ambos sujetos aparecen en la conspiración, uno es el cooperador del gobierno y el otro acusado. Gustavo Adolfo Hernández dijo que no recibió ninguno de estos fondos, por lo que se preguntó ¿cómo puede la restricción de la nota de Hernández ser otra cosa que la restricción de activos sustitutos?

Señaló además que GSTF tenía múltiples suscriptores cuyo dinero ingresó a ese fondo, a lo largo de sus 12 (doce) años de historia y menos de 8 (ocho) clases de acciones diferentes. Los fondos de Ortega y Binaggia siempre fueron contabilizados por separado por el Administrador del Fondo independiente y el Auditor de Fondos independiente, bajo las acciones GSTF Clase C y Clase D respectivamente.

Explica que las cantidades completas en estas notas de Domaine Select no son únicamente fondos de Ortega/Binaggia, de ellos sólo son USD 1 millón fue una inversión de ambos y que regresa a su cuenta al vencimiento. Entonces, ¿cómo podría restringir estas notas en su totalidad a menos que sea una restricción de activos sustitutos?

Hernández criticó al Gobierno (de EE. UU.) afirmando que ha actuado de manera demasiado amplia para atar todo lo relacionado con Hernández y su negocio GSTF. Es por ello que una audiencia es apropiada para discutir este asunto «La restricción del Gobierno de todas las cuentas bancarias del GSTF para todas las clases de acciones va demasiado lejos».

En el documento sostiene que las acusaciones hechas en contra de Hernández tienen un severo impacto en cada una de las empresas a las que el acusado está afiliado. «Gustavo Hernández ha tomado las medidas necesarias y correctas para renunciar a cada una de las posiciones de control y a pesar de ello el gobierno lo critica».

Hernández admitió que en el período posterior a su arresto, trató de obtener información sobre las cuentas comerciales de GSTF para proteger a terceros inversores inocentes.

Comentó que debido a que el gobierno, en calidad de custodia de GSTF, está en comunicación con entidades como City National Bank y Christie’s Auction House, la casa de subastas que trabaja con el Fondo de Activos Envasados (BAF, por sus siglas en inglés), empresa para la cual Gustavo Hernández se desempeñó como director. «Debido a la intervención del gobierno, las entidades congelaron los activos, por lo que Hernández pidió una Orden que aclare que las restricciones previas al juicio no se extienden a activos sustitutos sino solamente a la lista limitada de propiedades y activos específicamente enumerados en la Orden de Protección Enmendada».

Los bienes congelados por el gobierno de EE. UU. 

El gobierno de Estados Unidos logró una Orden de protección  especifica los activos que han sido restringidos relacionados con  el caso de conspiración vinculado a Gustavo Adolfo Hernández Frieri, que a continuación se describen:

Tomado de Gustavo Adolfo Hernández Frieri, el colombiano-estadounidense que participó el esquema de corrupción con el que saquearon más de $1.200 millones de PDVSA se declaró «No culpable», conoce los detalles