06:48 a.m. | Ahiana Figueroa.- La alta colocación de bonos de deuda externa ejecutada entre los años 2005 y 2011, no solo ha tenido impacto en las finanzas del país sino que también ha incidido sobre los recursos que dispone el Gobierno para asumir todos sus compromisos en divisas.
En cada ejercicio fiscal la Tesorería ha tenido que erogar una parte importante del presupuesto de la Nación para cumplir con los pagos de deuda pública interna y externa. Al tiempo que mayores recursos en dólares, necesarios para la importación, se han dirigido a estas obligaciones canceladas con puntualidad.
El próximo mes de octubre el Gobierno se enfrenta a importantes vencimientos de papeles de deuda por el orden de los $7.132 millones. Un monto significativo que, de acuerdo con la opinión de analistas consultados, ha obligado a las autoridades a restringir las divisas liquidadas para la importación a través de Cencoex.
A este monto se le suman las erogaciones que el Fisco deberá ejecutar por el Pdvsa 2014 de $4.640 millones. Por este título de deuda, que vence el próximo 28 de octubre, se debe cumplir con el pago de capital por $3.000 millones y por intereses devengados de $1.640 millones.Altos intereses
Entre 2005 y 2011 la estrategia de endeudamiento del Gobierno estuvo enfocada en la colocación de papeles en el mercado internacional, con la emisión de los bonos bolívar-dólar o convertibles en divisas. Sin embargo, luego las autoridades monetarias y financieras optaron por un mayor uso del mercado interno al incrementar la oferta de títulos de deuda pública nacional y Letras del Tesoro, adquiridos principalmente por la banca pública y privada.
Una de las razones de tal estrategia fue el alto costo que representaba para el Fisco la emisión de títulos en el mercado foráneo. Venezuela tuvo que colocar deuda con tasas de interés que van entre un mínimo de 5,25% hasta un máximo de 12,75%. Estos rendimientos aseguraban el éxito de las colocaciones para conseguir recursos, pero igualmente aumentaba el costo de la deuda venezolana.
El incremento del riesgo-país de Venezuela afectada por una serie de factores políticos y económicos impactó el costo de las emisiones. Los mercados consideran la deuda del país como una de las más riesgosas del mundo, incluso por encima de naciones que han caído en default o impago y hasta con problemas financieros más severos a las de los venezolanos como Grecia.
Cancelará sus obligaciones
Una reducción de los ingresos en divisas se ha registrado, al observar la poca fortaleza de las reservas internacionales, la caída de las importaciones y la baja de los precios del petróleo. No obstante, analistas consultados consideran que el Gobierno cumplirá con sus compromisos de deuda como lo ha hecho en el pasado.
“El costo de no cancelar los vencimientos de deuda es muy alto. No creo que el Gobierno deje de cumplir con los tenedores de bonos. La estrategia óptima del Ejecutivo, aún en estas circunstancias, es pagar la deuda”, afirma Francisco Ibarra, director de la firma privada Econométrica.
Indicó que las autoridades perdieron la oportunidad de ejecutar una estrategia para mitigar el impacto que este pago tendrá en las finanzas del país. “Se pudo aprovechar la mejora que tuvieron los mercados de deuda de países emergentes, para tratar de emitir deuda venezolana en mejores condiciones y así obtener capital, captar dinero fresco y proveerse de recursos suficientes para los próximos pagos. Pero el tiempo los alcanzó y creo que ya no es factible acudir a los mercados, debido también al alto riesgo que tiene la deuda en estos momentos”.
En un trabajo publicado por el profesor de la Universidad de Harvard, Ricardo Hausmann, sostiene que aunque el país está comprometido financieramente para cumplir con estas obligaciones, el Gobierno dará prioridad a este compromiso al realizar ajustes en otras áreas.
“Venezuela ha incumplido con proveedores de Pdvsa, contratistas y socios de empresas conjuntas (… ) los importadores deben esperar seis meses después de que las mercancías han pasado la aduana para obtener los dólares autorizados anteriormente. El Gobierno ha optado por no pagar a los 30 millones de venezolanos, más que a Wall Street. Esto no es un signo de su rectitud moral, es una señal de su bancarrota moral”, apuntó.