El peso de los salarios y las pensiones, los compromisos de los entes públicos y las transferencias a las regiones han llevado al Gobierno central a acelerar el gasto público.
Las cifras del despacho de las finanzas muestran que en el período de enero a mayo de 2014 la Tesorería Nacional desembolsó 317 millardos de bolívares, 79% más que en igual lapso del pasado año cuando erogó 177 millardos de bolívares.
Al descontarse el factor inflación, se evidencia que el gasto al cierre del quinto mes del año terminó con un crecimiento real de 13%, según estimaciones publicadas en el informe Síntesis Financiera, lo cual contrasta con la gestión del 2013 cuando se registró una contracción de 3%.
En los primeros meses del año los egresos suelen ser restrictivos, pero en este ejercicio el resultado ha sido diferente, debido a que el mayor tamaño que tiene el Estado obliga a gastar más.
Entre los conceptos que impactan con fuerza en las erogaciones están las cargas laborales. Los desembolsos solo para remuneraciones superaron los 90 millardos de bolívares y ese monto refleja un salto de 60% con respecto a los fondos erogados en el mismo período del pasado año y que alcanzaron los 50 millardos de bolívares.
Esas erogaciones seguirán en ascenso, debido a las urgencias que presentan los entes oficiales y las empresas estatales para cubrir los compromisos de sueldos y beneficios.
Dichas necesidades son altas, porque la nómina estatal ya asciende a 2,6 millones de trabajadores. Ese incremento en el número de empleados se potenció tras las nacionalizaciones de empresas y la estructura del modelo socialista.
El comportamiento que ha mostrado el gasto en remuneraciones muestra que, además, los recursos programados en el presupuesto se quedan cortos, por lo cual Finanzas tiene que recurrir a créditos adicionales.
Pero no solo los salarios impactan, también las pensiones. El número de beneficiarios del Seguro Social y de la Gran Misión en Amor Mayor llega a 2,5 millones de pensionados, lo que lleva a aumentar los egresos.
Luego del anuncio de la devaluación de febrero del pasado año, el ministro de Planificación, Jorge Giordani, llegó a expresar que «¿De dónde se van a sacar los reales para mantener los 2 millones y medio de pensionados? Eso es justo, nadie lo discute, pero eso cuesta».
Las cifras oficiales dejan en evidencia que el gasto del Gobierno central ha sido principalmente para atender los compromisos ordinarios, debido a que su capacidad para estimular a los sectores clave de la economía es baja.
Este aumento de las erogaciones del sector público aunado a la fabricación de bolívares por parte del instituto emisor para atender el déficit de las empresas estatales, ha generado una expansión monetaria que incide en los precios.
Luego del resultado de la inflación del pasado año de 56,2%, el Ejecutivo nacional anunció al inicio de este ejercicio que se tomarían medidas para regular la cantidad de dinero que se inyecta en la economía, pero las acciones apenas comenzar a ejecutarse a fines del primer trimestre, según reportó el diario El Universal.