Dos de los cinco expresidentes vivos de Colombia, el liberal César Gaviria Trujillo (1990-1994) y el conservador Andrés Pastrana Arango (1998-2002), recurrieron a sociedades financieras opacas, según revelan los Papeles de Pandora, una investigación global coordinada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), en la que participó EL PAÍS y en la que la alianza editorial El Espectador-CONNECTAS ha liderado la investigación en Colombia, reseñaron Inés Santaeulalia y Santiago Torrado en EL PAÍS.
La vida de Gaviria y Pastrana ha estado intensamente ligada a la política, incluso una vez abandonado el poder presidencial. Los dos exmandatarios tocaron a las puertas de la opacidad financiera cuando ya habían dejado la Casa de Nariño. Gaviria constituyó en 2010 con uno de sus hermanos y otros socios una sociedad en Panamá con la que pasó a controlar una firma colombiana relacionada con el sector de los hidrocarburos. En el caso del expresidente Pastrana, la investigación muestra cómo el político conservador pudo mantener en el anonimato una sociedad offshore en Panamá y administrar desde ahí parte de su patrimonio familiar. Este tipo de sociedades, radicadas en países distintos del domicilio fiscal de sus administradores, son legales siempre que el propietario las declare allí donde resida; el problema comienza, a ojos de las autoridades, cuando lo que se busca en estos países es anonimato y nula tributación.
Pastrana, que tiene ciudadanía honorífica española desde 2018, solicitó en diciembre de 2016, como se desprende de uno de los documentos filtrados, vincular la sociedad panameña Vanguard Investment Inc. a una cuenta bancaria en Estados Unidos con “activos líquidos financieros” calculados en 600.000 dólares, a pesar de que su capital autorizado era únicamente de 10.000 dólares. Con el movimiento, el capital de esa cuenta en el exterior se puso a nombre de la compañía panameña. Esa es la primera vez que el nombre de Pastrana aparece vinculado a la sociedad offshore.
La dueña del 100% de las acciones de la sociedad panameña desde el año 2005 es la compañía colombiana Salatina Puyana y Cia. Sociedad en Comandita, según ha confirmado el expresidente a las preguntas del ICIJ y la alianza editorial El Espectador-CONNECTAS. Los beneficiarios finales de esta estructura corporativa son Andrés Pastrana y su familia ―su esposa, Nohra Puyana―. De acuerdo con los certificados de la Cámara de Comercio de Bogotá, Salatina Puyana fue constituida en el mes de mayo de 2002, justamente cuando Pastrana se preparaba para dejar la presidencia.
Pastrana ha explicado que a partir de 2016, para cumplir con un cambio en la legislación panameña, “las acciones al portador se tuvieron que convertir en acciones nominativas”, lo que lo obligó a hacer el cambio en Vanguard Investment Inc. Hasta entonces, al amparo de la ley en Panamá, resultaba imposible conocer el nombre de los beneficiarios de muchas compañías, entre ellas la del expresidente.
El exmandatario ha explicado que el objetivo de estos movimientos en el extranjero era “hacer inversiones colombianas en el exterior, tal y como consta en los registros de inversión ante el Banco de la República”. “Es decir, se buscaba convertir pesos en dólares para internacionalizar un patrimonio”, añade.
En 2016, Pastrana seguía muy activo en política y se convirtió en uno de los líderes del no en el plebiscito sobre los acuerdos de paz con las FARC, que se impuso por un estrechísimo margen en octubre de ese año. Después de entregarle el poder a Álvaro Uribe (2002-2010), fue durante menos de un año su embajador en Washington, en 2005. Desde entonces se ha mantenido como una fuerza influyente en el Partido Conservador.
Las entidades tributarias de Estados Unidos y Colombia ―el IRS y la DIAN, respectivamente― han desarrollado convenios de información y se transmiten todo el tiempo datos sobre las personas naturales que tienen cuentas en Estados Unidos siendo residentes colombianas, y viceversa. Las empresas o transacciones offshore no implican en sí mismas ningún tipo de ilegalidad en la legislación colombiana, aunque dificultan rastrear el origen del dinero, o saber si sus accionistas han declarado adecuadamente las acciones o recursos que les correspondan. Desde el año 2014, Colombia sacó a Panamá de la lista de paraísos fiscales.
Pastrana asegura que Salatina Puyana y Cia. sí ha declarado ante las autoridades fiscales colombianas la inversión en el exterior, así como los rendimientos desde que la efectuó. Debido a la reserva tributaria, no hay manera de acceder al registro de contribuyentes en Colombia para contrastar esos datos.
El expresidente sostiene, además, que “nunca se ocultó la identidad de los directores, dignatarios y beneficiarios de Vanguard Investment Inc.”, pero su nombre solo se ha podido encontrar ahora que su solicitud hecha en 2016 ha salido a la luz.
César Gaviria Trujillo es el otro expresidente colombiano que aparece en las filtraciones. El actual director del Partido Liberal, al que siempre ha estado vinculada su carrera política, ocupó la Casa de Nariño de 1990 a 1994. Al terminar su mandato, fue elegido secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA). Regresó a Colombia en 2005, desde donde encabezó en distintos momentos a la tradicional fuerza política. A diferencia de Pastrana, tuvo un papel protagonista en la derrotada campaña por el sí en el plebiscito por la paz de 2016.
Esta no es la primera vez que el expresidente se ve involucrado en una filtración de documentos que lo relacionan con sociedades opacas. A través de una investigación de la alianza editorial El Espectador-CONNECTAS en 2019, se descubrió que posee una empresa en las Islas Vírgenes Británicas, que a su vez es accionista de otra en Barbados.
Según los documentos descubiertos en los Papeles de Pandora, Gaviria constituyó en el año 2010 junto a su hermano, Luis Fernando Gaviria, y otros socios la sociedad panameña MC2 Internacional S.A., que se convirtió en la única accionista de una sociedad colombiana con el mismo nombre, MC2 S.A.S. E.S.P. (las últimas siglas indican que se trata de una empresa de servicios públicos).
La colombiana fue constituida en junio de 2005 por el hermano del expresidente, justo cuando Gaviria acababa de regresar al país después de sus años en Washington al frente de la OEA. En 2007, el mandatario entró en la empresa, dedicada a negocios de gas natural y otros combustibles.
Con los años llegaron nuevos socios, pero César Gaviria se mantuvo como accionista mayoritario. Tan pronto fue constituida, la sociedad panameña ―que solo tenía 20.000 dólares en su capital― pasó a ser la única accionista de la colombiana, cuyo valor nominal de las acciones era de más de 286.000 dólares. La página web de MC2 Colombia, que en 2011 incluso internacionalizó su negocio en Perú, responde a la pregunta de Quiénes somos así: “Somos una compañía colombiana con más de 14 años de experiencia en el sector del gas natural; brindamos soluciones energéticas, que se transforman constantemente para atender los requerimientos del mercado y de nuestros clientes”.
El expresidente no respondió a las preguntas del ICIJ, pero sí lo hizo su hermano. Ante la mayoría de las cuestiones, Luis Fernando Gaviria dijo: “De ser necesario o conveniente, la sociedad mencionada es quien debe dar respuesta frente a este asunto”. A la pregunta de si declaró los activos y actividades de estas empresas a las autoridades colombianas, indicó: “La información financiera y tributaria de los ciudadanos colombianos está amparada por la reserva documental”.
Pilar Cuartas, María Camila Hernández, Isabela Granados, Camilo Vega Barbosa y Carlos Eduardo Huertas, de la alianza editorial El Espectador-CONNECTAS, lideraron la investigación de los Papeles de Pandora en Colombia.