Aunque Cartel de los Soles y su supuesto cabecilla, Nicolás Maduro, fueron acusados en marzo de 2020, es ahora cuando una serie de acontecimientos, evidencias y confesiones consolidan el caso en su contra que cursa en el Tribunal de Distrito de Estados Unidos para el Distrito Sur de Nueva York.
En marzo de 2020, la fiscalía de los Estados Unidos acusó a Maduro, Diosdado Cabello, Hugo “El Pollo” Carvajal Barrios, Cliver Alcalá Cordones, Luciano Marín Arango alas “Iván Márquez y Seuxis Paucis Hernández Solarte alias “Jesús Santrich”, por delitos de narcoterrorismo, violaciones de la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional (IEEPA) y la Ley de Designación de Cabecillas Extranjeros del Narcotráfico (Ley Kingpin).
Igualmente, el hoy caído en desgracia por el chavismo, pero que por años formó parte de la cúpula chavista, Tareck El Aissami y su testaferro, Samark López Bello, fueron imputados por conspiración para defraudar al Departamento del Tesoro de los EE. UU., a la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC). Quedaba en ese entonces al descubierto el obrar criminal del régimen chavista.
Ya en 2024, aunque de manera parcial, Cliver Alcalá Cordones admitió que suministró armas a las FARC —pero negó los cargos de narcotráfico— y recibió una condena de 21 años de prisión. Pero es en junio de 2025 cunado se produce un hecho que corrobora todos los señalamientos de la justicia estadounidense formula contra Maduro y su régimen: Hugo “El Pollo” Carvajal, se declaró culpable de todos los cargos de narcoterrorismo imputados en su contra. Esto echó por tierra la narrativa chavista que desmiente la existencia del Cartel de los Soles y su actividad narcoterrorista.
Asimismo, la designación del Cartel de los Soles y del Tren de Aragua como organizaciones terroristas extranjeras y terroristas globales por parte del gobierno de EE. UU., desvincula a estas organizaciones criminales del mero delito narcotráfico y las convierte en agentes del régimen de Maduro dedicadas al narcoterrorismo.
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Investigaciones confirman la actividad criminal
Un conjunto de investigaciones desarrolladas internacionalmente reveló la estructura transnacional del Tren de Aragua —tráfico de drogas, personas, armas de guerra y repatriación de capitales a Venezuela—, así como las relaciones del cartel de los Soles con estas redes criminales.
Se estableció, asimismo, el nexo y actividad con carteles mexicanos, la red de lavado de dinero, los modos de producción y distribución de la droga, así como las rutas del narcotráfico que operan. Todo ello estableció al Cartel de los Soles con su propia cadena de valor al controlar producción, transportación y distribución, así como lavado de capitales y repatriación de los mismos.
La acusación en el Tribunal de Nueva York
Ante el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito Sur de Nueva York los ya referidos integrantes del régimen de Nicolás Maduro con este a la cabeza, fueron imputados por narcoterrorismo, importación de cocaína y delitos relacionados con armas de fuego.
La acusación detalla una conspiración que abarcó dos décadas entre el Cartel de Los Soles de Venezuela y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), organización terrorista designada por EE. UU., en la cual los imputados son señalados de facilitar el tráfico de toneladas de cocaína a Estados Unidos y de usar y poseer armamento militar en relación con estas actividades, con la intención de inundar EE. UU. con drogas como una «arma».
Los cargos imputados son:
Conspiración de narcoterrorismo (Cargo uno): participación en una conspiración corrupta y violenta entre el Cartel de Los Soles venezolano y las FARC, desde al menos 1999 hasta 2020.
Conspiración de importación de cocaína (cargo dos): conspiración para importar grandes cantidades de cocaína a los Estados Unidos.
Posesión de ametralladoras y dispositivos destructivos (Cargo tres): posesión, uso y porte de armas de fuego (ametralladoras y dispositivos destructivos) en relación con los delitos de narcotráfico.
Conspiración para poseer ametralladoras y dispositivos destructivos (Cargo cuatro): conspiración para cometer los delitos de posesión de armas de fuego.
La acusación busca también la incautación de bienes obtenidos a través de las actividades delictivas y cualquier propiedad utilizada para facilitar los delitos.
Medios y métodos de la conspiración
La conspiración, de acuerdo a la acusación, se llevó a cabo utilizando los siguientes medios y métodos:
Reubicación de operaciones de las FARC en Venezuela:
A partir de 1999, las FARC acordaron reubicar algunas de sus operaciones en Venezuela bajo la protección del Cartel de Los Soles.
Cultivo y procesamiento de cocaína:
Miembros de las FARC cultivaron hojas de coca en Colombia y Venezuela.
Rutas de tráfico:
La cocaína procesada se despachaba desde Venezuela a los Estados Unidos a través de puntos de transbordo en el Caribe y Centroamérica. Se utilizaban embarcaciones rápidas, botes de pesca y buques portacontenedores por mar, y pistas de aterrizaje clandestinas, típicamente de tierra o hierba, concentradas en el estado Apure.
Corrupción y sobornos:
Se pagaban sobor
nos a funcionarios venezolanos (incluidos Maduro, Cabello, Carvajal y Alcalá) para asegurar el paso seguro de cargamentos de cocaína, obtener acceso a puertos comerciales y datos de radar.
Coordinación de operaciones:
Los líderes del Cartel de Los Soles (Maduro, Cabello, Carvajal, Alcalá) coordinaron con las FARC para transportar y distribuir cocaína, proporcionar seguridad armada, vender cocaína previamente incautada por millones de dólares, interferir en investigaciones y casos criminales, y proporcionar armas de grado militar a las FARC.
Eventos clave de la conspiración de narcoterrorismo
La acusación detalla numerosos actos específicos:
2003: pago de USD 300 000 a «Jesus Santrich» para establecer un campamento de las FARC para procesar cocaína en Apure, Venezuela.
2005: Hugo Chávez instruyó a Maduro y otros a remover jueces venezolanos que no protegieran a las FARC y sus actividades. El gobierno venezolano terminó la participación en operaciones antinarcóticos bilaterales con la DEA.
2006: las FARC pagaron a Maduro USD 5 millones en ganancias de drogas. Maduro acordó lavar millones de dólares de las FARC comprando equipos de extracción de aceite de palma de Malasia para apoyar plantaciones que parecieran legítimas.
El Cartel de Los Soles despachó un cargamento de 5.6 toneladas de cocaína en un jet DC-9 con registro estadounidense desde Venezuela a México, donde fue incautado.
2008: Chávez acordó con «Iván Márquez» usar fondos de PDVSA para apoyar las operaciones de narcotráfico y terroristas de las FARC.
Maduro, Cabello y Carvajal se reunieron con un representante de las FARC, acordando que el Cartel de Los Soles proporcionaría efectivo y armas a cambio de una mayor producción de cocaína. Maduro se comprometió a usar su autoridad como canciller para mantener la frontera venezolana-colombiana abierta para el tráfico de drogas.
Cabello, Carvajal y Alcalá se reunieron para coordinar actividades de narcotráfico entre el Cartel de Los Soles y las FARC.
2009: Maduro, Cabello y Carvajal se reunieron con un representante de las FARC para discutir un cargamento de cocaína de cuatro toneladas. Cabello dio instrucciones para la entrega de la cocaína y advirtió que la inestabilidad en Honduras (tras un golpe de estado) podría «joder el negocio.» Maduro viajó a Honduras para intentar intervenir en nombre del Cartel de Los Soles.
Septiembre 2013: después de que Maduro asumiera la presidencia, el Cartel de Los Soles despachó 1.3 toneladas de cocaína en un vuelo comercial desde el Aeropuerto de Maiquetía a París, donde fue incautado.
Maduro canceló un viaje a la ONU y reprendió a Cabello y Carvajal por usar el aeropuerto de Maiquetía para el tráfico de drogas, instando a usar «sus otras rutas y ubicaciones de drogas bien establecidas.»
Maduro y otros autorizaron arrestos de militares venezolanos para desviar la atención pública y policial de su propia participación en el envío.
2014: Maduro se reunió con «Iván Márquez» en una base militar en Caracas, acordando continuar suministrando armas a las FARC y solicitando ayuda para entrenar a un grupo de milicias armadas en Venezuela, asegurando que no estaría asociado con el gobierno para «ofrecer una negación plausible”.
Julio 2014: Maduro, Cabello y otros miembros del Cartel de Los Soles presionaron a Aruba y al gobierno holandés para liberar a Carvajal Barrios, llegando incluso a desplegar «activos navales venezolanos hacia Aruba».
2015: miembros del Cartel de Los Soles desviaron equipo militar venezolano a las FARC. Cabello Rondón «participó personalmente en la entrega de ametralladoras, municiones y lanzacohetes a las FARC,» discutiendo que las armas eran un pago parcial por cocaína.
Octubre-noviembre 2015: Efraín Campo Flores y Franqui Francisco Flores de Freitas (parientes de Nicolás Maduro) acordaron en reuniones grabadas con fuentes confidenciales de la DEA despachar cargamentos de cocaína de cientos de kilogramos desde el «hangar presidencial» de Maduro en el Aeropuerto de Maiquetía. Explicaron que estaban en «guerra» con los Estados Unidos y buscaban recaudar USD 20 millones en ganancias de drogas para apoyar una campaña de la primera dama de Venezuela (esposa de Maduro y tía de ellos). Fueron condenados en 2016.
2017: Maduro continuó dirigiendo el despacho de grandes cargamentos de cocaína a los EE. UU. Cabello y otros facilitaron envíos aéreos de toneladas de cocaína a pistas clandestinas en el estado Barinas, donde personal uniformado de las FARC armado recibía la droga.
2017-2018: «Jesús Santrich» acordó proporcionar cocaína a fuentes confidenciales de la DEA para importación a los EE. UU., colaborando con asociados de Rafael Caro Quintero, un narcotraficante mexicano.
Junio 2018: autoridades colombianas arrestaron a «Jesús Santrich» a petición de EE. UU., pero fue liberado y es fugitivo.
Julio 2019: Maduro y Cabello asistieron a una conferencia de prensa en la que Maduro declaró que las FARC, y en particular «Iván Márquez» y «Jesús Santrich,» eran «bienvenidos en Venezuela.»
Agosto 2019: «Iván Márquez,» junto a «Jesús Santrich,» anunció en un video que las FARC iniciaban una «nueva fase» de su «lucha armada,» caracterizándola como una «continuación de la lucha rebelde.
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