08 / may / 2013 4:15 pm | Seguimos siendo un país miembro y además, tenemos representación en la Junta Directiva, aunque el discurso gire en torno a la separación del Organismo. Desde el año 2007, Venezuela cerró sus puertas en forma, pero no en fondo, al FMI, para voltear a China, país con el que, actualmente, tenemos una deuda y un convenio de cooperación que muchos califican de “opaco”.
La deuda externa de Venezuela ha sido el tema de debate eterno. No hay gobierno que pueda salvarse de colocarlo sobre la mesa, pero fue el del fallecido Hugo Chávez el que hizo tomar conciencia de las consecuencias de los tratados y las sumisiones a Organismos Multilaterales. El discurso, altamente conocido, se basaba en el rechazo a una sigla de la que somos parte: el FMI.
A partir del año 2007, cuando el Presidente pidió salir de los Organismos, Venezuela giró su mirada a China, país con el que llevaba varios acercamientos desde el año 2005 con un proyecto de financiación para la construcción de viviendas. En el 2007, se firmó el primer acuerdo del Fondo Conjunto Chino Venezolano (Fccv).
Desde aquel momento, el endeudamiento cambiaba de la derecha a la izquierda, envuelto en un discurso progresista e inclusivo con un nuevo socio comercial que sin duda es una gran potencia. Pero la relación con el FMI nunca acabó, y para algunos economistas y muchas publicaciones, el Fccv tiene poca información y es oscuro en su balance.
¿Por qué tornar a China y dejar el FMI? ¿Por qué todos los diarios recogieron la noticia de la separación de Venezuela del Organismo como un hecho, y 7 años después aún somos país miembro y con una relación “activa”?
La activa relación de Venezuela con el FMI
Durante una rueda de prensa con el 14 de marzo en Washington, el vocero del Departamento de Relaciones exteriores del FMI, William Murray, aseguró que el Fondo tiene una “participación activa” con nuestro país, a través del Director Ejecutivo de Venezuela que además se encuentra dentro del Consejo Ejecutivo. Este es el extracto de la ronda de preguntas y respuestas.
Periodista: “¿Podría usted comentar el hecho de que Francia tiene conocimiento de que no iba a alcanzar su objetivos de déficit este año? Y en Venezuela, ¿usted espera que después de la muerte de Hugo Chávez que el FMI mejore sus relaciones con el país?”.
Sr. Murray: “(…) En las relaciones con Venezuela, yo no tengo nada específico que ofrecer, pero sí quiero recordarte que Venezuela tiene un Director Ejecutivo en nuestro Consejo Ejecutivo; entonces nosotros tenemos una participación activa con Venezuela en los mecanismos de nuestros Consejos”.
Periodista: “Esta usted feliz con la relación que usted tiene con…”Sr. Murray: “Yo no voy a decir si nosotros estamos felices o tristes. Yo estoy diciendo que nosotros tenemos una relación activa con Venezuela. Nosotros esperamos tener buenas relaciones con todos nuestros países miembros.
Periodista: (inaudible)
Sr. Murray: “El es un Director Ejecutivo de Venezuela, sí”
La persona en cuestión es José Alejandro Rojas Ramírez, exministro de Hacienda en 1999 y el designado como Gobernador ante el FMI y el Banco Mundial en el mismo año, según la Gaceta Nº 36.772 de fecha 25 de agosto de 1999. Según una publicación del Diario El Tiempo, Rojas es licenciado en estadística con maestría en economía (mención energía) en el Instituto Francés de Petróleo en 1987 y doctorado en ciencias matemáticas económicas en la Universidad Phanteon-Assas, de París, en 1994. Con un amplio Curriculum y experiencia, parece lógico que un documento de abril de 2012 detalle su nombre dentro de la Dirección Ejecutiva para América Latina.
El FMI celebró la devaluación
Según el economista, profesor universitario y consultor profesional Antonio Paiva, el hecho de no retirarse del Organismo responde al hecho de que el mismo otorga transparencia al país, lo que facilita el préstamo de divisas en caso de requerirlo. En otras palabras, “si se retira nadie le va a prestar un centavo a Venezuela”. El equipo de Investigación de Noticias24 intentó contactar al señor Rojas pero no fue posible, pues es poca la información que se sabe de él y el propio FMI no dio respuesta.
El 4 de marzo, 10 días antes de las declaraciones anteriores, el Directorio Ejecutivo del FMI celebró una sesión informativa de carácter informal sobre Venezuela. El objetivo era presentar un balance de la situación económica del país, que lleva más de 7 años sin rendirle cuentas al organismo. Según el Artículo IV del Convenio Constitutivo, sección 2, ordinal A:
Todo país miembro notificará al Fondo, dentro del término de treinta días a partir de la fecha de la segunda enmienda de este Convenio, el régimen de cambios que se proponga adoptar en cumplimiento de sus obligaciones conforme a la Sección 1 de este Artículo, y notificará al Fondo sin demora las modificaciones que en él realice.
En tal sentido, y según el artículo, Venezuela es miembro del Organismo aunque desde hace 87 meses no se le ha dado información sobre el desarrollo económico de la nación. La fecha coincide con la decisión de Chávez mencionada al inicio de la presente investigación, aunque no se ha formalizado y, presuntamente, comunicado. En el artículo XXVI, sección 1, se lee que “Todo país miembro podrá retirarse del Fondo en cualquier momento previa notificación por escrito al Fondo dirigida a la sede de este (…)”. Sin embargo, según las declaraciones del entonces director Nicolás Eyzaguirre en el año 2010, pareciera que el Organismo poco conocimiento tenía sobre lo expresado.
Pregunta: “¿(…) Que tan fuerte es el propósito de Venezuela para cumplir esta recomendación, considerando que hace un tiempo Venezuela anunció que iba a dejar el Banco? ¿Tiene algún avance sobre eso? Gracias.
Sr. Eyzaguirre: ¿Dejar el Banco Mundial?
Pregunta: El Banco Mundial; el sistema financiero internacional.
Sr. Eyzaguirre: ¡Ah! El Fondo (FMI).
Pregunta: El Fondo (FMI), sí.
“Venezuela no le debe ni un bolívar al FMI ni al Banco Mundial (…) porque nos desprendimos de una forma de endeudamiento que venía aliñada con desinversión en lo social, desinversión en el ser humano”, sostuvo Andrés Eloy Méndez en una entrevista en VTV hace 6 meses. Mientras recordaba que en los gobiernos de la llamada IV República la deuda superaba el 58% del PIB, aseguró que en actualidad, solo llega a un 26%.
“De 24 mil a 30 mil millones de dólares (…) no hay claridad en cuánto se debe -a China-”, dijo Paiva. Entre la fuerte crítica y el discurso repetitivo, pareciera que el FMI no solo sigue activo en su relación con nuestro país, más allá de la retórica discursiva, sino que además celebra la decisión que más peso tuvo sobre el pueblo venezolano: la devaluación.
La situación con China bajo la sombra del FMI
“Celebramos las medidas tomadas por las autoridades venezolana que pueden servir de ayuda para reducir los desbalances macroeconómicos”, dijo Gerry Rice, un vocero del FMI días después de que el BCV y el Ministerio de Finanzas anunciaran una nueva devaluación de la moneda que impactó al país entero. En las redes sociales, el viernes de la acción macroeconómica que llevaba el dólar a 6,30 bolívares fue llamado “viernes rojo”, como referencia al “viernes negro” de aquel 18 de febrero de 1983 bajo el Gobierno de Luis Herrera Campins.
En este sentido, el Fondo Monetario Internacional celebraba la iniciativa y la catalogaba como una de las medidas, aunque faltaban más, para estabilizar la economía. Pero la duda que surge al observar la contradiccón es clara ¿Por qué seguir en el FMI mientras sigue la deuda con China? Para Antonio Paiva, lo que está claro es que “el país está ávido de dólares”, mientras para el economista Henkel García, el negocio está en que “la tasa que le pagamos a los chinos es más baja que la que pagamos en mercados internacionales”.
La tasa que se paga es otra gran interrogante. “Nadie sabe con exactitud porque es una operación muy oscura”, dijo García, “pero creo entender que el Libor más un 1%”. La tasa Libor es un referente internacional que varía diariamente y es relativamente baja, “lo que no se sabe con precisión es el adicional”.
Tampoco se tiene amplio conocimiento sobre los proyectos se está invirtiendo la cantidad de dinero prestada. “De 24 a 30 mil millones de dólares” es, según Antonio Paiva, lo que se le debe a China. El pago, como bien se sabe, se hace con petróleo, aunque según el economista tampoco está claro cuánto se da o dónde se recibe, si en tierra o altamar.
La página del Fccv que debe contener toda la información necesaria solo muestra un logo y la de Pdvsa solo registra los proyectos hasta el año 2010. En noviembre de 2012, el ministro Ramírez daba algunas luces sobre el convenio bilateral a la Comisión de Finanzas y Desarrollo Económico de la Asamblea Nacional.
El pago, la baja en la producción y el futuro
Según el ministro Ramírez, para aquel momento Venezuela habría enviando a China unos 640 mil barriles diarios de crudo y derivados, de los cuales 273 mil barriles fueron empleados para pagar los préstamos del Fondo Chino, que en total suman 36 mil millones de dólares acordados en financiamiento para proyectos productivos del Gobierno venezolano.
Ramírez dijo que de los 36 mil millones “hemos pagado 17 mil 900 millones”, por lo que la República tiene en las cuentas colectoras del Fondo China “fondos excedentarios que hemos retirado por 23 mil 600 millones de dólares”.
El excedente al que hacía referencia es la porción de barriles adicionales que se entrega a diario a China y que no se emplea para cubrir el financiamiento acordado. Esos barriles, negociados a precios de mercado según el Gobierno Nacional, son pagados por China en las cuentas colectoras con recursos de los que disponía y dispone la Presidencia de la República para atender obligaciones de gasto público.
“El país está ávido de dólares”, decía Paiva, sobre todo porque “ha bajado la exportación a quien sí nos paga, que es Estados Unidos”. Pero la baja en la producción que se experimentaba el año pasado, presentó un revés en el año 2013, mas cuando las proyecciones para el 2014 se posan sobre los 4 millones de barriles de crudo diarios.
En enero del presente año un artículo publicado en el diario El Nacional aseguraba que China estaba reacia a firmar un nuevo acuerdo de financiación, aunque esto fue rápidamente desmentido por el titular de la cartera de petróleo en una entrevista con Venevisión: “No se ha hecho ninguna solicitud a las autoridades chinas (…) La información excata de los créditos que hemos recibido es lo que llamamos el Fondo Chino y el Fondo de Gran Volumen chino-venezolano (…) que ha aportado 36 mil millones desde el año 2008″.
La contradicción entre el discurso y la realidad sigue bajo la sombra de la derecha y la izquierda; mientras el FMI asegura que mantiene una buena relación, el país sigue en los proyectos con el gigante asiático. Para el año 2007, Venezuela tenía aproximadamente 250 millones de dólares en referencia al monto acumulado en concepto de aportaciones que el país ha realizado al FMI por su membresía. En el año 2009, José Guerra afirmó que luego de amenazar en reiteradas ocasiones el rompimiento de relaciones con el FMI, tanto el presidente Chávez como el exministro de Finanzas, Rodrigo Cabezas, el Gobierno tuvo que aceptar una ayuda de US$ 3.434 millones, como resultado de la liquidez que ese organismo aporta a países miembros en dificultades para salir de la crisis. Y en la actualidad, la solicitud de retiro no solo se estancó, sino que además no se volvió a mencionar, mientras Venezuela sigue colocando a China como primera opción a la hora de un endeudamiento.
Por: Ana Vanessa Herrero / Departamento de Investigación / Noticias24