Algunas personas se preguntan cómo el actual Director de la Inteligencia Militar venezolana (DGIM), Hugo Carvajal, ha podido obtener una visa estadounidense “Tipo A”, para poder visitar territorio norteamericano. El escándalo que protagoniza el funcionario federal de los Estados Unidos de Norteamérica, Gerardo Chávez, presunto socio de Carvajal y del propietario de una empresa de blindaje (Blincar), estaría presuntamente aderezado por corrupción y una serie de hechos ilícitos. Las autoridades norteamericanas determinaron que los blindajes colocados por la empresa venezolana Blincar a vehículos oficiales de ese país son de muy baja calidad, lo cual constituye un fraude, ya que no ofrecen la resistencia que dicen tener a los impactos de bala. Nadie se explicaría en Venezuela cómo Hugo Armando Carvajal Barrios obtuvo la visa en cuestión, a espaldas del Presidente Hugo Chávez. Carvajal estaría siendo requerido por la justicia norteamericana, por sus presuntas relaciones con la guerrilla y con el narcotráfico colombiano. En el affaire aparecerían involucrados varios empresarios venezolanos. En varias ocasiones Gerardo Chávez viajó en los aviones privados de estos empresarios, de los cuales uno de dichos viajes habría sido a la isla de Bonaire, en compañía de Carlos Enrique Mourinho, quien al parecer es abogado y estaría relacionado con la empresa Blincar y con “Multinacional de Seguros”. Mourinho tendría también buenas relaciones con altos funcionarios del TSJ. Gerardo Chávez supuestamente participó junto a empresarios venezolanos en las negociaciones del llamado “mercado del dólar negro, paralelo o permuta”. Además de viajar en aeronaves privadas, en varias ocasiones llegaron a fletar aviones para sus lucrativas actividades. Otra persona que aparecería mencionada es un tal Mario La Rosa, así como un tal Roberto Pérez Hernández, empresario venezolano, vinculado también a Blincar, presuntamente implicado en corrupción y sobornos por un monto aproximado de 200.000 dólares americanos. Al parecer, Pérez Hernández, junto a Ivett Arellano y Carmela Arellano aparecerían como titulares de cuentas bancarias congeladas recientemente por las autoridades norteamericanas en el Commercebank. Otro acusado es José Ramón Pérez Magaret, también muy vinculado a Blincar y a las presuntas estafas y fraudes que han sido descubiertas a través de este escándalo.