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La presidente del BCV, Edmée Betancourt, informó la semana pasada que con la liquidación de entre 3 millardos y 3,5 millardos de dólares al mes la economía venezolana podría mantener un crecimiento «estable» de 3%. Esto significa que la oferta de divisas retrocerá 29,1% con respecto al año pasado, cuando se entregaron 59,3 millardos de dólares.
«La presidente del BCV dijo que no se van a entregar más de 42 millardos de dólares para importaciones. La gran incógnita está en cómo se va a distribuir esa cantidad», indicó Juan Socías López, economista del Grupo Soluciones. Añadió que el recorte se prevé en las importaciones ordinarias que no correspondan a aquellas realizadas directamente por el sector público para resolver emergencias puntuales de escasez.
«Las importaciones de Petróleos de Venezuela no se pueden parar, tampoco las del Gobierno porque hay un creciente desabastecimiento», explicó. El especialista no ve probable que exista una reducción en las compras realizadas a través del Sucre y Aladi.
El recorte afectará a las importaciones del sector privado. Betancourt había señalado que el año pasado se detectó una importante cantidad de sobrefacturaciones y operaciones llevadas a cabo por empresas de maletín, que causaron fuertes distorsiones en la economía. Añadió que Cadivi había «pasado» entre 15 y 20 millardos de dólares del sector productivo. «Ese error no se va volver a cometer», afirmó.
Para el economista Luis Zambrano el país no está en condiciones de tener unas importaciones tan elevadas como las del año pasado y la respuesta del Gobierno ha sido volver a los niveles de 2009, año de contracción económica.
«Además, el Gobierno no está expuesto a un proceso electoral, por lo que tampoco se ve obligado a repetir esa cifra», acotó.
De acuerdo con Zambrano, las restricciones ya se observan mediante las restricciones en la asignación de divisas observadas en los últimos meses. «Tenemos más de tres meses desde que el Sitme dejó de funcionar sin tener un sustituto y la única subasta del Sicad creo que todavía no ha asignado un solo dólar», añadió.
Adicionalmente, ha habido una revisión más exhaustiva de los receptores de las divisas.
Todo esto representa una restricción al crecimiento interno, ya que el sector productivo depende en gran medida de las importaciones para poder realizar sus actividades, opinó el experto.
Según Socías, el «boom» de las importaciones comenzó en el año 2006 y se reforzó en 2007, hasta alcanzar los niveles del año 2008, cuando Cadivi entregó 38,4 millardos de dólares. Hasta el año pasado, era la cifra más alta registrada desde 1950.
Considera que los motivos del incremento se pueden resumir en tres puntos que van de la mano: primero, reconoce que ha existido un «saqueo» del sistema cambiario mediante sobrefacturaciones y operaciones dudosas de empresas maletín. Segundo, la caída de la producción nacional ha generado que los huecos en la oferta se llenen a través de importaciones. Tercero, el crecimiento del consumo, debido al aumento del ingreso nacional.
Zambrano agrega otros factores a la lista. Explicó que el uso exagerado del gasto público, financiado con emisión monetaria, y la estimulación del crédito bancario mediante bajas tasas de interés, han hecho que la demanda interna se mueva muy aceleradamente.
«Al tener una demanda alta y una oferta interna deteriorada, una salida ha sido el crecimiento de las importaciones.
Muchas empresas que antes eran productoras se han convertido en importadoras. Esto ha hecho que el crecimiento de estas operaciones sea sostenido en el tiempo», resumió.
Además, añade un factor político: «En 2012 el monto en divisas destinado a las importaciones creció súbitamente debido al ciclo político electoral». Señaló que durante ese año el Gobierno incrementó el gasto en 20% y hubo un crecimiento muy grande del crédito interno. «Para tratar que ese impacto no se reflejara en la inflación permitió que las importaciones aumentaran», según reportó el diario El Nacional.
Tomado de Entrega de divisas disminuirá 29,1% respecto a 2012