Y concluyó la jornada electoral, y el CNE rojito, utilizando el dizque «mejor sistema electoral del mundo», según Eva Golinger, se tomó 8 horas en anunciar resultados parciales, en los cuales la oposición, habiendo obtenido un 52% de los votos, tan sólo obtuvo un poco más de un tercio de los diputados. Es la democracia del socialismo del siglo XXI, mejor conocida como democracia participativa, en donde la mayoría de los votos no significa mayor representación en el congreso, es la democracia donde el caudillo, apoyado por la minoría de los venezolanos, felicita a sus seguidores por su «sólida victoria».
Lo dicho, Hugo Chavez sabe lo que le espera de perder el control de la asamblea en Venezuela, y no va a permitir, bajo ninguna circunstancia democrática, que la mayoría de los venezolanos ponga en peligro su existencia y sus planes hegemónicos. Los hampones que lo acompañan, tampoco lo permitirán. Y el que tenga alguna duda al respecto, que le pregunte a Antonio Ledezma.