Los Castro no solo se jactan de hacer con Venezuela lo que le venga en gana, sino que literalmente lo hacen y con la venia de todos los sectores del gobierno que les colocan una alfombra roja a los agentes cubanos para que trabajen en la total impunidad y con los “beneficios” necesarios para tal fin. Tal es el caso de Ricana Tours quienes sus dueños Emilio Ordeñada y José Velásquez, cubanos por supuesto, idearon una red de bachaqueo internacional amparado por las autoridades militares venezolanas en las aduanas y por el SENIAT, para trasladar insumos de primera necesidad comprados a precios regulados en la red de abastecimiento del gobierno con destino a la Isla de Cuba y vendidos a precios internacionales dejando una suculenta ganancia en dólares.
$16 millones de dólares raspando cupos en 2015
No solo “exportan” productos de primera necesidad, sino que también utilizan una red muy organizada para “raspar” los cupos tanto electrónicos como de viajeros, que son tan difíciles de ser aprobados por CENCOEX a los ciudadanos de a pie, quedándose asi con un diferencial gigantesco en bolívares al revenderlos en el mercado negro cada vez que realizan sus reiterados paseos a la Isla de Cuba dando vuelta y vuelta.
El negocio redondo
El gran negocio de los cubanos, como llaman a Ordeñada y Velasquez, no es solo el bachaqueo, ni el negocio de raspar cupos, es la capacidad de recibir el pago por paquete turístico a través del convenio petrolero Cuba Venezuela. Es decir, reciben dólares americanos por el Estado y venden los paquetes en bolívares a precio del mercado al turista incauto que cae en sus manos. Es un negocio redondo avalado por el gobierno, que permite a los dueños de Ricana Tours llenarse sus bolsillos con cada viaje que hacen a la Isla caribeña.