Londres 3 de marzo de 2012 | Luego de la ultima elección presidencial, el mapa electoral de Venezuela lucía rojo. Rojito. De los 73.129 electores registrados en el estado Amazonas, el 78% votó por Chavez. De los 785.924 registrados en Bolivar, el 68,8% votó por Chavez. Del 1.960.118 maracuchos registrados, 51,5% votó por Chavez. Y del 1.452.985 caraqueños, el 63% votó por el caudillo moribundo. Ver el mapa es cagante, y por ello, por lo menos yo, me preocupo, arrechamente, de lo que puede pasar en Octubre. Eljuri acaba de anunciar los resultados del nuevo censo: 27.150.095 venezolanos censados. De esos, 18.197.344 están registrados en el REP. Es decir, aproximadamente el 67% de los venezolanos pueden votar.
¿Cuándo fue la última vez que se le hizo una auditoría independiente al REP? ¿Cómo saber que, ciertamente, esos 18 millones y pico, son personas de carne y hueso, que viven donde sus datos en el REP indican?
Mi esposa, que raramente opina sobre asuntos políticos, me dijo en estos días: «eso que escribiste sobre la futilidad de las primarias es una irresponsabilidad. Hay que votar por quien quiera que sea el candidato de oposición. Cualquiera es mejor que Chavez.» Ella tiene razón, y aun cuando admito que me fui de palos en decir que no votaría ni en las primarias, ni en Octubre, igual le expliqué el por qué de mi posición.
En la última elección presidencial en el 2006, la oposición no tuvo testigos de mesa en el 40% de los centros. Me lo dijo Leopoldo López, días después de la elección en una reunión que tuvimos en su oficina, con Benigno Alarcón. Eso equivalía, en aquel entonces, a unas 12.000 mesas en las cuales no hubo presencia de representantes de la oposición. 12.000 mesas en las cuales no se sabe a ciencia cierta si lo reportado por el ministerio de elecciones chavista era fiel reflejo de la realidad. Hay quienes creen las cifras publicadas por el CNE. Hay quienes quieren creer las cifras publicadas por el CNE. Yo no pertenezco a ninguno de esos campos. Preferiría que los resultados, todos, a nivel nacional, fuesen avalados por testigos de ambas partes, y así todos contentos.
Parroquia Francisco Aniseto Lugo: 99,7% de los electores votaron por Chavez en el 2006. Manuel Renaud: 96%. Santa Rita de Manapire: 91,5% votaron por Chavez. Florida (Edo Portuguesa): 92,7% pro Chavez. San Miguel, en Boconó: 93,9%. Tuñame en Trujillo: 90,6%… Ya escucho el argumento de algunos: «pero eso es monte y culebra, allí votan tres gatos…» Si, tres gatos allí, tres más allá, y de repente Chavez saca 7 millones de votos. Lo jodido es que ni siquiera sabemos si esos tres gatos existen, o si verdaderamente votaron por Chavez. Y eso me preocupa. A la Venezuela rural los candidatos de oposición no le paran mucha bola. Ya sabemos que en las ciudades más pobladas Chavez la va a tener bien pelua para robarse unas elecciones (recordemos el 2007 y las parlamentarias). Pero, y allá, ¿en dizque territorio «monte y culebra»?
Ahí está el meollo del asunto. Hasta tanto no vea a la MUD, anunciando quiénes (nombre y apellido por favor) estarán a cargo de velar por la integridad y fiabilidad de los resultados electorales en zonas rurales no estaré tranquilo. Y ni hablar de los votos de los miles de venezolanos que viven en el exterior: nuestros votos ni siquiera son contabilizados.
Por ello, resumo mi posición: ¿elecciones? Como no, pero condicionadas, no como borregos al matadero. Condicionadas. Sabiendo que el estado está en contra nuestra, de forma absolutista. Condicionadas. Asegurandonos de tener presencia de testigos en todas las mesas de votación a nivel nacional. En todas. La Venezuela rural, la del sur, monte y culebra, que nadie cuida y que ninguno de los políticos caraqueños, maracuchos, o carabobeños le paran bola, contiene, votos más, votos menos, 7 millones de votos. Y me viene a la mente Alejandro Toledo, quien se enfrento en circunstancias similares a las de la oposición a una administración casi tan criminal como la de Chavez. Y ganó. Forzó el juego. Obligó a Fujimori a que básicamente se robara las elecciones, y con ello logró que la OEA lo declarara dictador, ilegitimo.
La misma hay que aplicarle al moribundo, si es que llega a Octubre. Las elecciones se pueden ganar. Pero para ganarlas se necesita mucho más que desearlo. Hay que trabajar, y el trabajo que no se nos puede impedir, es el de cuidar los votos, en todas partes. Solo así podremos saber si Chavez gana, o si se roba las elecciones.