El testaferro de Maduro urdió el soborno de los jefes del Tribunal Supremo y la Fiscalía

POR: MARCOS GARCÍA REY

Fuente: El Confidencial

Raúl Gorrín, presidente de Globovisión, maneja miles de millones de dólares de públicos de Venezulea con los que ha intentado chantajear a altos funcionarios, políticos, periodistas y activistas

Maikel Moreno, presidente del Tribunal Supremo y Luisa Ortega, exfiscal general de Venezuela.(EFE)

Raúl Gorrín (Caracas, 1968) es un magnate del sector de los medios de comunicación y de seguros que ha hecho fortuna gracias a los favores del chavismo, muy especialmente del presidente Nicolás Maduro y su mujer, Cilia Flores. Favores que han ido en las dos direcciones: del chavismo a Gorrín y de este a los próceres de los gobiernos de la revolución bolivariana. Los miles de millones que han gestionado él y otros financieros cercanos al Gobierno bolivariano de los recursos públicos de Venezuela han servido para urdir chantajes y sobornos a fiscales, jueces, políticos, periodistas y activistas venezolanos. Entre ellos, al actual presidente del Tribunal Supremo, Maikel Moreno, la exfiscal general, Luisa Ortega o al candidato presidencial por el movimiento Prociudadanos, Leocenis García Osorio.

La documentación que obra en poder de El Confidencial revela que Gorrín y su socio Gustavo Perdomo, hermano de su mujer María Alejandra, gestionaron no menos de 5.500 millones de dólares o 4.200 millones de euros en Suiza por medio de sociedades pantalla en diferentes paraísos fiscales. Las transferencias registradas y otro tipo de documentos desvelan cientos de millones gestionados procedentes de la estatal PDVSA, pero también pagos a empresas controladas por los llamados ‘boliburgueses’ y ‘bolichicos’, personas maduras y jóvenes en la treintena que han visto crecer los ceros de sus cuentas gracias a contratos preferenciales con el chavismo. Asimismo, los papeles evidencian desembolsos millonarios a gente que podía ayudar a mantener el ‘statu quo’ del chavismo y muestran traspasos que coadyuvaban a apaciguar los ánimos a las personas díscolas.

Ambos socios están siendo investigados por sus tejemanejes con el chavismo en países como Estados Unidos, Suiza o España. En el primer país, tienen hasta tres causas abiertas. Gorrín desea ahora colaborar con Estados Unidos y España para salvar el pellejo en el contexto de inestabilidad que vive su país, pero Maduro no le permite marchar de momento, según cuentan a El Confidencial fuentes militares venezolanas.

Raúl Gorrín comenzó como abogado raso en los tribunales de Caracas. De origen muy humilde, su habilidad para granjearse amistades beneficiosas lo auparon a partir de 2008 a conseguir un paquete accionarial de la empresa de seguros La Vitalicia y, posteriormente, se hizo con el mayor canal de televisión de Venezuela, Globovisión, por unos 90 millones de euros en 2014. Viró la línea editorial de la cadenapara adaptarla a los gustos e intereses del oficialismo del Gobierno de Maduro.

El camino en el régimen chavista no era fácil y recurrió a los sobornos para hacer camino. Buscó con fortuna la protección de grandes personalidades del Gobierno bolivariano. Primero lo acogió Diosdado Cabello, el número dos del régimen, para luego adoptarlo el propio Maduro.

Con el fin de evitar investigaciones judiciales contra su persona y sus actividades, Gorrín captó hacia 2015 a Maikel Moreno, entonces primer vicepresidente del Tribunal Supremo de Justicia, según diversas fuentes acreditadas. Desde febrero de 2017, Moreno es el máximo responsable del alto tribunal del Estado caribeño. Oficiales de los servicios de Inteligencia de dos países narran a este diario que Raúl Gorrín incluyó a Maikel Moreno como beneficiario de sus negocios para que contribuyera a sobreseer cualquier causa judicial contra él y sus socios. Incluso, le regaló una mansión en Italia, según relatan esas mismas fuentes. No ha sido posible contrastar la información con el presidente del Tribunal Supremo.

Maikel Moreno es socio de Gorrín en diversos negocios. Este es testaferro de Moreno, Nicolás Maduro y su esposa Cilia Flores

El Consejo Federal suizo sancionó a Moreno y otros dirigentes del Ejecutivo de Maduro en marzo de 2018. Sobre el presidente del Tribunal Supremo, en concreto, señaló que congeló sus fondos en el país helvético “por haber facilitado y apoyado las acciones y políticas del Gobierno que han socavado la democracia y la ley y el orden en Venezuela, y es responsable por acciones que han usurpado la autoridad a la Asamblea Nacional”. Es decir, esto prueba que Maikel Moreno tiene también capitales y dinero en Suiza. El Departamento del Tesoro estadounidense y la Unión Europea ya le habían impuesto sanciones anteriormente por haber usurpado el poder democrático de la Asamblea Nacional en Venezuela.

Según publicó en exclusiva la periodista Mercedes Serraller en ‘Expansión’ el 19 de marzo pasado, el Gobierno de Maduro ha contratado al bufete Lupicino International Law Firm para proteger los «bienes en el exterior» de las personas físicas que componen la actual administración del Estado venezolano, principalmente a sus ministros y altos cargos. Este bufete español está especializado en litigar contra las sanciones internacionales impuestas por Estados Unidos, la Unión Europea o Naciones Unidas.

«Maikel Moreno es un delincuente por la infinidad de denuncias que hay en relación a su comportamiento y que son abrumadoras: extorsión, cobros de dinero para sacar sentencias según ciertas conveniencias (…) Llegó a suspender el concurso de Miss Venezuela para otorgárselo a su socio y jefe, a Gorrín, para que Globovisión asumiera la franquicia de Miss Universo», aseveró en una rueda de prensa el magistrado del Tribunal Supremo en el exilio Christian Zerpa. Lo dijo desde Orlando el pasado mes de enero.

A propósito de lo explicado por el magistrado Christian Zerpa, Globovisión organizó el concurso Miss Venezuela 2014. La ganadora del certamen fue Debora Menicucci, nacida en Caracas en 1991 de familia originaria de Italia, justo el país donde Gorrín compró una villa para Maikel Moreno. ¿Con quién se casó esta Miss Venezuela en 2015? Obvio, su marido es el presidente del Tribunal Supremo.

A ese respecto, la exfiscal general de Venezuela, Luisa Ortega, afirma lo siguiente a este diario: “Efectivamente, Maikel Moreno es socio de Gorrín en diversos negocios. Él actúa como testaferro de Moreno, Nicolás Maduro y su esposa Cilia Flores. A través de Gorrín, ellos hacen operaciones financieras para lavar capitales producto de la corrupción y de negocios ilícitos”.

Luisa Ortega fue apartada por el Gobierno de Maduro como fiscal general en agosto de 2017. Ella lo tiene claro, no permitían que investigase la corrupción del chavismo. “Procesamos varios casos de corrupción en Venezuela. En 2014 intentamos privar de libertad a la ministra de Salud, Nancy Pérez Sierra, pero pusieron todos los obstáculos para que no se admitiera la causa. También lo hicimos con el ministro de Alimentación, Carlos Alberto Osorio, y contra varios dirigentes de PDVSA, sin embargo, los delincuentes acababan siempre absueltos”, explica Ortega, atribulada por vivir exiliada en Colombia.

Esa situación la animó a investigar desde el Ministerio Público a supuestos corruptos sin entregar el resultado de las indagaciones a los tribunales de Caracas porque conocía de antemano que iban ser censuradas. De esa forma, explica a El Confidencial, los desmanes de Raúl Gorrín y la red clientelar que operaba a favor de personalidades como Maduro y su esposa los denunció directamente a la autoridades estadounidenses en 2016. Desde entonces, tres causas llevadas en Florida atribuyen a Gorrín y sus compadres esquemas de corrupción y de blanqueo de capitales por valor de miles de millones de dólares.

El Departamento de Tesoro ha sancionado por esos motivos a Gorrín y a gran parte de su familia y socios, incluido al propio Nicolás Maduro. El pasado mes de noviembre, el testaferro del propietario de Globovisión en Estados Unidos, Alejandro Andrade, fue condenado a 10 años de prisión por corrupción internacional y blanqueo de capitales. Andrade colaboró con la justicia norteamericana para rebajar su condena y testificó contra Gorrín y varios altos funcionarios y políticos de peso de Venezuela.

En julio de 2018, un auto de acusación del Tribunal del Distrito Sur de Florida acusó a Nicolás Maduro (VENEZUELAN OFFICIAL 2), a sus hijastros o «chamos» y a Raúl Gorrín (CONSPIRATOR 7), entre otros, de haber participado en una trama de corrupción por la que se desviaron 1.200 millones de dólares entre diciembre de 2014 y mayo de 2015. Ese capital, proveniente de la estatal petrolera PDVSA, habría sido blanqueado en diferentes países, entre ellos, Estados Unidos, Suiza o Panamá. Los hijastros del presidente de Venezuela recibieron del entramado unos 159 millones de euros y Raúl Gorrín más de 68 millones, siempre según el auto de acusación.

Diversa documentación que ha consultado El Confidencial revela cómo Gustavo Perdomo, Raúl Gorrín y Edwin Osorio, un abogado, hablan de sobornar a la exfiscal general. En un momento dado, Gorrín le dice a Osorio lo siguiente: “Viejito, arregla lo de la fiscal. Le vamos a dar, pero en efectivo”.

Luisa Ortega lo niega categóricamente: “Nunca me plantearon ningún soborno. Yo sólo vi dos veces a Gorrín. Una primera hace unos veinte años en los tribunales cuando era abogado litigante, era una persona sin recursos. Luego lo vi en una entrevista que me hicieron en Globovisión cuando él ya era el dueño”.

Ortega, desde su exilio en Colombia, se ha convertido en una activista muy inquietante para el régimen de Maduro. Con la documentación que posee desde sus tiempos como fiscal general está iniciando procesos de denuncia de corrupción y de violación los derechos fundamentales ante diversas instancias como la Corte Penal Internacional de La Haya o la Corte Interamericana de Derechos Humanos, dependiente de la Organización de Estados Americanos. Recientemente denunció ante La Haya y en Twitter los supuestos asesinatos de oficiales sublevados y del concejal caraqueño Fernando Albán. Este se precipitó desde el décimo piso de la sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional el 5 de octubre pasado.

Políticos y periodistas financiados

Los movimientos en bancos suizos y otros documentos financieros que ha conseguido El Confidencial muestran cómo Raúl Gorrín y otros empresarios cercanos a los Ejecutivos venezolanos no han dudado en sobornar también a las personas que podían poner obstáculos a sus actividades ilícitas. Entre los chantajeados, se encuentran periodistas, activistas y políticos que incomodaban al régimen chavista. También a un candidato a las elecciones presidenciales de Venezuela de mayo de 2018.

Chávez encarcelaba por delitos de opinión, pero desde que Maduro asumió el poder me imputaron delitos comunes como legitimación de capitales

Leocenis García Osorio (Maracaibo, 1981) es un político, periodista y político. Es coordinador nacional del partido Prociudadanos, que tiene nueve escaños en la Asamblea Nacional y se presenta como “movimiento civil -sin distinción política- que lucha por la promoción y la defensa de los derechos civiles en Venezuela”. Aspiró a la presidencia venezolana en las elecciones generales de 2018. Además, en 2008 fundó el grupo mediático ‘6to Poder’. Según su propio testimonio, fue encarcelado más de cinco veces desde 2008. Solo sus huelgas de hambre pudieron sacarlo de prisión. “Chávez encarcelaba por delitos de opinión, pero desde que Maduro asumió el poder me imputaron delitos comunes como legitimación de capitales o terrorismo contra el programa ‘Patria Segura’”, explica este escritor.

Según los documentos que obran en poder de El Confidencial, García Osorio recibió un mínimo de dos ingresos desde del banco suizo Compagnie Bancaire Helvétique (CBH) por una suma total de 2,5 millones de dólares entre octubre de 2012 y mayo de 2013. La primera, de 550.000 dólares, le llegó desde la cuenta de la sociedad panameña IBCDB INC., controlada por Raúl Gorrín y su cuñado Gustavo Perdomo; la segunda, de dos millones de dólares desde la cuenta de Violet Advisors SA, sociedad panameña propiedad de una familia de la aristocracia económica de Venezuela, los Oberto. Las cuentas en Suiza de Gorrín, ‘boliburgueses’ y ‘bolichicos’, como los Oberto y otros, muestran movimientos con sociedades que muchas veces coinciden en los registros bancarios.

Pago de 2 millones de dólares desde una cuenta en Suiza a Leocenis García Osorio

En varias conversaciones telefónicas truncadas por los cortes de electricidad que vive Caracas, García Osorio intentó explicarse. Defiende que el régimen de Maduro inventó una cuenta en Suiza a su nombre y maquinó transferencias por 5 millones de dólares «para meterlo preso». Señala que le decomisaron la casas y otros bienes y que los artífices de ese engaño fueron Raúl Gorrín y el gestor de fondos de CBH Santiago Souto. García Osorio declinó responder por escrito a las preguntas enviadas por El Confidencial. Por teléfono, usó todo tipo de circunloquios para no contestar de forma directa a las cuestiones planteadas. Según la documentación recabada por este medio, Raúl Gorrín se comunica con Santiago Souto y se refiere a García Osorio como «un hijo de puta» al que va «a partirle el culo».

Por otro lado, Juan Carlos Zapata (1960) es un periodista de investigación, escritor afamdo y fundador en 2014 del medio digital ‘KonZapata’, cuya línea editorial se expresa en oposición al Gobierno encabezado por Nicolás Maduro. Ahora pena exilio en España por sus críticas al chavismo y porque tiene miedo de ser apresado por el temido Sebin, los servicios secretos. En septiembre de 2012 recibió un pago de más de 100.000 dólares de una cuenta de la sociedad panameña Violet Advisors SA, gestionada por la familia financiera de los Oberto, en el banco CBH de Ginebra. Estos expertos financieros, según los documentos consultados, colaboran activamente con Gorrín y otros testaferros del chavismo.

Zapata se explica: «La vida para los periodistas independientes en una dictadura donde el Estado tiene todo el poder, donde el Estado monopoliza todos los recursos económicos del país es muy complicada. Uno se siente disminuido ante la falta de protección judicial y económica». Este periodista crítico con muchos poderes fácticos del chavismo a lo largo de su trayectoria profesional reconoce su amistad con Luis Oberto y subraya que este financiero solo lo ayudó en una coyuntura concreta por problemas de salud.

Etiquetas: Banca Privada Andorra, Cilia Flores, corrupción, Departamento del Tesoro, lavado de dinero, Luisa Ortega Díaz, Maikel Moreno, Nicolas Maduro, Raul Gorrin

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