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La situación política figura entre los factores que las agencias calificadoras toman en cuenta para determinar el riesgo soberano de cualquier país. Pero el comportamiento del indicador nacional en las últimas semanas, atribuido principalmente a la enfermedad que padece el presidente Hugo Chávez, demuestra que en Venezuela se ha convertido en el elemento principal.
La intervención quirúrgica repentina que le hicieron al mandatario en Cuba el 10 de junio, los rumores posteriores sobre la gravedad de su estado de salud y el discurso presidencial 3 semanas después para informar que le extrajeron un tumor canceroso ayudaron a que el riesgo país descendiera de 1.261 puntos el 17 de junio a 1.074 unidades el 8 de julio.
Corredores atribuyeron el comportamiento del indicador al hecho de que los inversionistas extranjeros perciben la enfermedad de Chávez como un factor que aumenta las posibilidades de un cambio de gobierno en 2012 (cuando el mandatario intentará ser reelecto otra vez) o, por lo menos, de una pausa en la aplicación del llamado socialismo del siglo XXI.
Asdrúbal Oliveros, director de Ecoanalítica, señala que el rechazo de los inversionistas extranjeros hacia Chávez está directamente relacionado con el intento del Presidente de aplicar un modelo económico socialista. «Por eso, el riesgo país mejora cuando la oposición se fortalece o el Gobierno deja de tomar medidas radicales».
Pedro Palma, presidente de la Academia Nacional de Ciencias Económicas, coincide con Oliveros. «Medidas gubernamentales como las expropiaciones, las regulaciones y otras acciones contra el mercado y la propiedad generan en los inversionistas foráneos la percepción de que Chávez puede declarar una moratoria de la deuda en cualquier momento».
Petróleo fundamental Oliveros afirma que hay un factor que históricamente ha pesado más que la política al momento de calcular el riesgo soberano de Venezuela: el precio del petróleo. Las exportaciones de crudo y derivados proporcionan 95% de las divisas del país y, por tanto, son el principal sustento de la capacidad de pago de la deuda pública.
«El precio petrolero es fundamental. Si está cayendo, el riesgo aumenta. No importa cuál sea la situación fiscal del Gobierno y el contexto político del país», dice Oliveros. Agrega que es un factor sobre el cual las autoridades no tienen control, por más que influyan en las políticas de la Organización de Países Exportadores de Petróleo.
El índice de bonos de mercados emergentes, elaborado por JP Morgan, muestra que el riesgo país de Venezuela alcanzó los niveles históricos más elevados por encima de 2.000 puntos entre agosto y septiembre de 1998, cuando el valor del crudo era ínfimo.
La cesta petrolera nacional se vendió ese año en un promedio de 10,57 dólares.
Sólo entre diciembre de 2008 y febrero de 2009 el riesgo país se acercó al récord de 1998. En ese período el indicador superó varias veces las 1.800 unidades como consecuencia del descenso del precio del petróleo en los meses previos- desde 130 dólares hasta 30 dólares, en pleno apogeo de la crisis financiera internacional.
Palma admite que el valor del crudo pesa mucho en el riesgo soberano. Pero añade que en este momento la política parece influir más. «No tiene sentido, desde el punto de vista financiero, que Venezuela tenga un riesgo país tan elevado con el precio del petróleo por encima de 100 dólares. Lo único que lo explica es la incertidumbre política».
Movidas políticas La preponderancia de la situación política en la percepción que tienen los inversionistas extranjeros de Venezuela ha sido una constante desde que Chávez ganó las elecciones presidenciales de 1998. En los 10 días anteriores a los comicios, el riesgo país varió de 1.365 puntos a 1.630 unidades, un alza de 19,4%.
En agosto de 1999, durante las jornadas previas al acto de instalación de la Asamblea Constituyente que el mandatario convocó al asumir la Presidencia, el riesgo país creció 19,3%. En los días posteriores al 10 de diciembre de 2001, cuando se produjo el primer paro nacional, el indicador aumentó 14,3%.
Fue entre 2002 y 2003, sin embargo, cuando la política se hizo sentir con más fuerza en el comportamiento del riesgo país. Solamente el 12 de abril de 2002, después de los acontecimientos que el día anterior desembocaron en la breve salida de Chávez del poder, el indicador repuntó 30%: de 706 puntos a 918 unidades.
En diciembre de 2002, primer mes del paro petrolero liderado por la oposición, el riesgo país aumentó 24%: de 924 puntos a 1.148 unidades. El 21 de enero de 2003 alcanzó 1.478 puntos 29% más que al cierre de diciembre por la declaratoria de «fuerza mayor» que hizo Pdvsa días antes por la imposibilidad de cumplir con los envíos acordados.
A partir de 2004, el efecto de la situación política del país que se mantenía conflictiva, aunque con altibajos en la percepción de los inversionistas fue disipado por la bonanza de los precios del petróleo y el ciclo de expansión de la economía venezolana, que permitieron que el riesgo soberano descendiera a un mínimo de 160 puntos en mayo de 2006.
Pero la radicalización de Chávez después de ser reelecto en las elecciones presidenciales de diciembre de 2006 volvió a colocar la política interna en la mira de los inversionistas. El riesgo país subió 22% en los días siguientes al anuncio de estatización de la Cantv y de La Electricidad de Caracas, en enero de 2007, y creció 178% en el primer año del segundo mandato.
Otra muestra de la importancia que tiene la política para los inversionistas es el descenso de 12% que reflejó el riesgo país en los días sucesivos a las elecciones parlamentarias del 26 de septiembre de 2010, en las cuales la oposición obtuvo 52% de los votos, aunque el oficialismo ganó la mayoría de los diputados, según reportó el diario El Nacional.
Tomado de El riesgo país es inversamente proporcional a la salud de Chávez