El Pollo Carvajal contra la Constituyente

El Diputado Hugo Carvajal sigue en el chavismo aunque se escuchase que estaba negociando con USA su entrega y testificación a cambio de protección y asilo migratorio, gracias a conversaciones que se habrían empezado a producir después de su captura en Aruba. Se escucha que en encuentros celebrados en Venezuela y en destinos cercanos a Venezuela le habrían pedido pronunciarse contra la Asamblea Nacional Constituyente, como efectivamente resultó. Pero el Diputado afirma seguir siendo chavista.
Se dijo que huyó de Venezuela y que en presuntos allanamientos a su casa en Fuerte Tiuna y su finca no lograron encontrar nada ni nadie. Ante la ola de rumores e informaciones falsas, la única verdad incuestionable es toda la información que El Pollo Carvajal conoce del gobierno.

La DEA no logró llevárselo a USA cuando lo capturó en Aruba, después que Venezuela convino su repatriación con los Países Bajos.

Las negociaciones que otros venezolanos llevarían meses realizando con USA como testigos protegidos sí que podrían generar consecuencias en Venezuela.

¿Y AHORA QUÉ?

Por: Hugo Carvajal Barrios
Domingo 30/07/2017
Hoy, día de una inoportuna elección de ANC, los venezolanos caminamos al borde de un conflicto y una amenaza no desestimable de bloqueo económico internacional. Dios quiera que ninguno de los dos escenarios se dé porque de unirse, habrá una catástrofe sin precedentes en la historia nacional, donde el único afectado será el pueblo de Venezuela, al tiempo que los dirigentes políticos siguen en su batalla campal por el poder.
De cara a este escenario, me pregunto, luego de instalada la ANC ¿cómo contribuirá ésta a la paz y la reconciliación nacional, a la necesaria separación y el reconocimiento de los poderes públicos? si solamente está participando una parte de un sector político, y además, ¿cómo se puede garantizar el pluralismo de opinión requerido en toda democracia, y más para realizar la redacción de una nueva Carta Magna?
El lunes 31 de julio, despertaremos en el mismo sitio, con nuestra gente en el mismo nivel de angustias, con un gobierno que, aunque sigue haciendo lo que considera mejor para salir de la crisis, esta sigue allí. Y una oposición sin ruta definida, con división de criterios, haciendo llamados irresponsables, promesas vacías y propuestas políticas fuera de la Constitución, la cual dicen defender.
¿Por qué nuestra nación debe llegar a escuchar la amenaza y posible intervenciónn de otro país? Porque lamentablemente los dirigentes políticos del país se han dedicado a socavar las bases del Estado con el desconocimiento de las instituciones y la lucha por el poder. ¿Realmente existe un plan liderado por EEUU con el fin de derrocar el gobierno de Venezuela? Por supuesto que si, me consta, y desde la propia instalación del gobierno de Hugo Chávez. Pero la pregunta es, ¿por qué darle, desde Venezuela, razones para que lleven a cabo su cometido? Como chavista comprometido con mi patria debo decir que esto es serio y preocupante.
Por otra parte, ¿Por qué no resolver los problemas dentro de nuestras fronteras?, ¿por qué debemos depender de un mediador internacional para entendernos como hijos de la misma patria?, ¿será que no hablamos el mismo idioma? o ¿Será que dirigentes políticos de este país finalmente lograron convencer al pueblo que el que piensa distinto políticamente es su enemigo? En política hay adversarios, no enemigos. A mi criterio, en la venezolanidad que tanto nos hace falta en este momento, la palabra enemigo no debería existir. Y hoy, un gran primer paso que pudiera dar la dirigencia, es el cambio de sus discursos, para aportar al entendimiento y acabar la polarización extrema. Todo debe pasar por el reconocimiento mutuo, la unificación del país y la reconciliación nacional, tarea nada fácil, pero sigue siendo la meta.
Pero, ¿Cómo se podría dialogar con una oposición que se ha mostrado dividida en criterios, que no es capaz de mantenerse unida con posturas coherentes? Que históricamente y aún ahora, sigue persiguiendo intereses personales sobre los de sus propios seguidores. Parece que permanentemente tanto esfuerzo en conformar una unión entre ellos, al avistarse la posibilidad de cambio, se desvanece como el viento. Esta falta de liderazgo y unión trae consigo la anarquía y la irresponsabilidad política que vengo denunciando hace varios días.
Hemos llegado al punto donde la oposición considera cosas tan absurdas y fraudulentas como instalar un gobierno paralelo. Luego, hace un manifiesto de cómo sería su supuesto gobierno de unidad. De verdad es increíble hasta dónde puede llegar la desconexión con el pueblo que sigue en la calle reclamando una mejora para su calidad de vida, y ni siquiera sus propios dirigentes parecen capaces de interpretarlo.
La oposición está llamada a enseriarse, como nunca lo ha hecho. La situación del país requiere que cada quien asuma la responsabilidad que tiene sobre sus hombros con mucha seriedad y responsabilidad. La MUDno termina de presentarle al pueblo una ruta clara, una propuesta concisa. Y la razón es la perpetua división que existe entre ellos. Unido al tiempo que pierden en la constante búsqueda de una estrategia de mercadeo nueva, la última, la supuesta unión inquebrantable entre Capriles y Leopoldo, sumamente infantil y burdo.
Del otro lado, el presidente Maduro ha hecho esta semana otro llamado al diálogo a la oposición, pero cómo puede ser posible este diálogo si no existe una mínima comunicación y consenso entre Chavistas. Si no existe siquiera un diálogo sincero dentro del PSUV. Esta lamentable situación, de diferencia de criterios a lo interno de ambos bandos, hace que cualquier intento de diálogo sea fallido.
Entonces, continúo preguntándome y preguntándoles ¿Cuál es la prioridad a atender? ¿Dónde está la responsabilidad de la dirigencia política de este país? Los de oposición deben saber guiar el descontento de su gente de manera adecuada y responsable para superar la situación política que nos aqueja. Y los del gobierno deberían comenzar por reconocer que existe una oposición, que es significativa, según la última elección legalmente válida realizada en este país, que merece respeto y debe ser al menos escuchada.
Ambas dirigencias están llamadas a repensar sus reclamos, establecer prioridades y saber que, si se acuerdan que hay un pueblo maltratado, deben ceder y hacer concesiones para detener el conflicto social que nos aqueja. Ojalá entiendan que un escenario donde un bando aplaste al otro no es conveniente para el país. De manera más concisa, considero que la oposición debe aceptar que el gobierno constitucionalmente electo de Nicolás Maduro debe culminar su periodo, y el gobierno junto al Tribunal Supremo de Justicia, deberían aceptar, reconocer y dejar funcionar sin trabas al poder legislativo, también constitucionalmente electo. La única vía que queda para que todos los planteamientos anteriores puedan ocurrir, es la negociación, no el fallido diálogo.
Hoy se está realizando un proceso electoral que nunca debió llevarse a cabo, porque la situación de violencia y de intranquilidad del país no daba para ello. Lo cierto es que mañana lunes, Venezuela amanecerá con los mismos problemas irresueltos, mientras el pueblo observa la lucha de poderes y sigue sufriendo sus consecuencias. Realmente espero que todas las amenazas a las que hoy nos enfrentamos, sean suficientes para que los dirigentes de este país reaccionen de una vez por todas y retomen el camino correcto, por el bien de todo el Pueblo de Venezuela.

“El Pollo” Carvajal le cambia el apellido a toda su familia

Con el precedente de haber sido detenido el 22 de julio de 2014 en Aruba por la Oficina de Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) por vínculos con el narcotráfico y con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y luego de que hace menos de un mes salieran a la luz pública las confesiones de los narcosobrinos ante la justicia norteamericana que podrían salpicarlo, el diputado Hugo “el Pollo” Carvajal ha emprendido la huida desde el ámbito legal, cambiándole el apellido a toda su familia para así poder evadir la justicia tanto dentro como fuera de Venezuela.