En los últimos años, la proliferación de las empresas de maletín y de los “bolichicos” se ha convertido en un negocio, tanto que para 2012, 20 mil millones de dólares fueron robados por estas industrias que fueron creadas para desfalcar al país. Esta información la denunció la propia Edmée Betancourt cuando era presidenta del Banco Central de Venezuela (BCV), lo que le costó su cargo. Solo duró tres meses en la entidad financiera del Estado luego de denunciar la fuga de las divisas.
Unas proformas, utilizadas como intención de compra de un bien o servicio por parte de una empresa, revelan las sumas milmillonarias solicitadas por Germán Carreño, Alejandro Berrizbeitia un colombiano alias “El Cuchi” y Salvador Lairet, dueños de unas empresas creadas de forma fugaz para obtener dólares Cadivi (4,30).
Gerkat Corporation E. I. R. L. fue una de esas empresas, la cual se dedicaba a la venta al mayor de otros productos; su número 20531742304 corresponde a su Registro Único al Contribuyente (RUC) y está ubicada en la avenida Argentina, urbanización El Pacífico, lote 10A, mezzanina E2, de la provincia Santa, región Áncash, del Distrito Nuevo Chimbote de Perú.
Los dueños de Gerkat Corporation son los mencionados Germán Carreño, Alejandro Berrizbeitia “El Cuchi” y Salvador Lairet.
Lairet y compañía no solo crearon y registraron en Perú esta empresa, sino que además constituyeron en Venezuela la importadora Representantes ITA 2007 C. A., Registro de Información Fiscal (RIF) J-294473393, ubicada en la avenida Libertador de Cabudare, calle Santa Ana, conjunto residencial Villas Marasol, casa 6, estado Lara. También crearon otras empresas con las cuales quebraron al país, ya que las constituían en 15 días y luego de recibir exorbitantes cifras las cerraban, tal cual dicen las páginas oficiales a las que se pudo acceder.
Gerkat Corporation trabajaba de la mano con Representantes ITA 2007, es decir, que Lairet y “El Cuchi” se pagaban y se daban el vuelto, pues crearon empresas no solo en Perú sino en toda Latinoamérica para aprovechar el derroche de divisas que proliferó en la Comisión Administradora de Divisas (Cadivi) desde su creación, el cual se puso en evidencia en 2012.
Para ese año, específicamente el 9 de marzo de 2012, la referida empresa cotizó ante Cadivi una molinera de café código arancelario 8438.80.10, por un monto de 445 mil dólares, cuando esa máquina estaba valorada en 135 mil dólares, según se constató con una empresa nacional; es decir, con esta transacción Lairet y compañía, se apropiaron de 315 mil dólares, los cuales fueron adquiridos a 4,30 bolívares por dólar.
La adquisición fue introducida 10 veces en la misma fecha y por la misma maquinaria, así que por esta transacción el monto percibido fue superior a los 315 millones de dólares.
Una de las irregularidades más notables de estas empresas extranjeras, algunas de ellas ubicadas en Ecuador, es que servían como fachada, ya que es un delito entregar dólares a empresas nacionales y que los proveedores pertenezcan al mismo propietario a través de empresas offshore, creadas en paraísos fiscales para evitar pagar impuestos.
El negocio consistía en revender esos dólares a precio del mercado paralelo, en ese momento (2012) los obtenían a 4,30 y posteriormente los vendían a 20,30. Pero todos obtenían ganancias, incluso, algunas empresas venezolanas servían de alquiler para concretar estos negocios, teniendo como ganancia, 2,5 centavos por dólar aprobado.
Lairet, Carreño y “El Cuchi”, amasaron una fortuna en el país, porque también crearon la Corporación 1 TO 1 S. R. L., ubicada en la calle Elías Aguirre, n° 273, Inter 302, en Miraflores, Lima, Perú, con el Registro Único al Contribuyente n° 20538892123, y en Venezuela crearon la importadora Gold Electric C.A, RIF J-29752691-9, ubicada en la calle Azcúe, sector Centro, urbanización Centro, local 54, en Maturín, estado Monagas.
Con estas empresas Lairet y los suyos estafaron nuevamente a la nación; para el 8 de abril de 2012, con la factura proforma 401, solicitaron a la Comisión Administradora de Divisas la importación de 2.275 kilos de dióxido de titanio, por un monto de 2 millones 502.500 dólares.
El dióxido de titanio, tal como lo asegura Jorge Montesinos, trabajador de una comercializadora de productos químicos en Cagua, estado Aragua, es uno de los minerales más versátiles: “Es utilizado mayormente como un pigmento blanco para darle brillo a productos que usamos a diario, como lo son la pintura, el papel, los plásticos, los alimentos, las medicinas, la cerámica, los cosméticos y hasta las pastas de dientes”.
Montesinos, quien lleva más de 13 años trabajando en la comercializadora, asegura que para el año 2012 (fecha en la que fue expedida la proforma), el precio del dióxido de titanio Anastase KA- 100, en forma cristalizada natural, rondaba los 2.500 bolívares el kilogramo, pero las proformas de ese mismo año, indicaban que fueron solicitadas a un precio de 1.110 dólares.
Para ejemplificar cuánto representa 350 kilos de titanio, se puede comparar con el equivalente a un tanque de agua (pequeño) casero, y por ello fueron solicitados la cantidad de 385 mil dólares. Lo que genera dudas en todas estas transacciones, es que se otorgaran esa cantidad de dólares a un precio tan bajo, para un mineral y no para alimentos, lo que es prioridad para la nación.
Lairet, Carreño y “El Cuchi” son los verdaderos “bolichicos” y actualmente disfrutan de sus negocios y riquezas abiertamente. Peor aún, operaban en Venezuela en el Centro Comercial Ciudad Tamanaco, (C. C. C. T.), torre B, en los pisos 4 y 5, Caracas, bajo la representación de Fabrizio Mendoza y un primo de Lairet.
La fuga de divisas denunciada por altos funcionarios, que ha llevado a Venezuela a un abismo económico y no precisamente por los llamados “raspacupos”, que según especialistas representan tan solo el 3% de la fuga de capital, no ha sido prioridad dentro de la agenda del Gobierno.
Solo en 2013, el presidente de la República, Nicolás Maduro, anunció la creación de la Comisión Presidencial Especial que se encargaría de investigar y determinar los culpables del robo de divisas contra el Estado a través de la creación de empresas de maletín.
El 7 de agosto de 2014 las autoridades del país comenzaron a publicar la lista de las famosas empresas de maletín investigadas por el desfalco de las divisas recibidas a través de Cadivi y el Sitme, pero hasta la fecha, quienes se hicieron millonarios siguen libres.