En el año 2010, las casas de bolsa del país recibieron un duro golpe, luego de que el Ejecutivo, encabezado entonces por Hugo Chávez, aseguró que la actividad incidía directamente en hechos de corrupción que propiciaban el alza del dólar paralelo y a su vez, la inflación.
Todas las casas de bolsa existentes, fueron forzadas a cesar sus operaciones, cerrando así los únicos espacios disponibles para aquellos inversionistas que no podían transar con el Gobierno o que no tenían oportunidad de invertir en el mercado, fuertemente agobiado para la fecha por la inflación galopante, según informa El Cooperante.
Aunque la mayoría de las casas de bolsa que estaban activas entonces no estaban involucradas en los hechos de corrupción que señalaba el Ejecutivo, ciertamente existía otro tanto que sí se beneficiaba con actividades ilícitas. Entre estas destacó la Casa de Bolsa Banvalor y, además, todas las filiales del conglomerado, Banco Banvalor y Seguros Banvalor, encabezados por Leopoldo Castillo Bozo.
El caso Banvalor
En mayo de 2010, la Comisión Nacional de Valores intervino Banvalor Casa de Bolsa, como parte de la medida tomada por el Gobierno para cesar esta actividad económica en el país, que poco después fue incluida en la Ley Contra Ilícitos Cambiarios, derogada hace pocos meses por la Constituyente.
Pero esta sería la primera de varias acciones que terminaría con el cierre definitivo del grupo. En septiembre del mismo año, la Superintendencia de la Actividad Aseguradora intervino Seguros Banvalor, alegando la detección de irregularidades de solvencia financiera.
Esta Superintendencia, en base a la información financiera mensual correspondiente al mes de junio de 2010, observó una insuficiencia en la representación de reservas técnicas de Bs 88.927.598,44, lo que equivale a un índice de cobertura de reservas técnicas de 0,72%.
La cantidad reflejada en valores públicos es de Bs 180.858.000,00, lo cuales, se encuentran depositados en custodia en el HSBC private Bank.
Sudeban en Gaceta Oficial N° 35.519 de fecha 23 de septiembre de 2010.
Castillo Bozo, presidente de la compañía, desmintió la existencia de tales irregularidades y aseguró que estaba totalmente solvente. De hecho, en entrevista ofrecida a El Nacional, calificó la intervención de retaliación política, por llevar las cuentas de las entidades públicas más importantes, como lo eran el Ministerio de Educación, las gobernaciones de Miranda y Carabobo, y la Alcaldía de Sucre.
Lo que le está pasando a seguros BanValor es algo injusto. Es una empresa que tiene Bs.F. 352 millones de excesos para cumplir con todas sus obligaciones. Mi compañía es la que tiene el capital mayor pagado en Venezuela: Bs.F. 125 millones. Si el día de mañana a un asegurado mío no le han terminado de pagar, yo estoy en la disposición de hacerlo.
En entrevista ofrecida a El Mundo Economía y Negocios en octubre de 2010.
Sin embargo, en diciembre, finalmente aceptó que no tenía los fondos para refinanciar Seguros Banvalor, lo que dio paso al cierre definitivo de la empresa. En enero de 2011, la Superintendencia de Bancos dio el golpe fulminante al conglomerado al intervenir Banco Banvalor.
Al igual que en el caso de la aseguradora, la Sudeban alegó que la entidad no tenía “suficiente capacidad para honrar sus compromisos de préstamos e inversiones, retiro de depósitos y vencimiento de pasivos”.
Según la Sudeban, dichas fallas se venían presentando desde el primer trimestre de 2009. En octubre de 2010, Banvalor había solicitado a la Superintendencia de Aseguradoras y la junta interventora de Seguros Banvalor, una reposición de capital, debido a que el banco tenía problemas de solvencia.
La Superintendencia se negó a aprobar esta negociación entre las compañías hermanas, justificando que “la citada empresa de seguros no cuenta con la capacidad económica para reponer las pérdidas del banco”.Asimismo, se negó a devolver un abono de USD 25,3 millones hecho por Banvalor para superar los problemas financieros, debido a que este dinero fue presuntamente tomado de la póliza de seguros de la Gobernación de Miranda.
El ente gubernamental, detectó que entre las empresas lideradas por Castillo Bozo se realizaban operaciones de préstamos provenientes de fondos de los funcionarios públicos. De acuerdo a lo reseñado por El Mundo Economía y Negocios, Leopoldo Castillo Bozo tomaba dinero de Seguros Banvalor y lo utilizaba para pagar las deudas del Banco Banvalor.
En estas transacciones se habría traspasado al menos USD 10 millones pertenecientes al HCM de empleados públicos para sostener la entidad bancaria. Sin embargo, no era la primera vez que el grupo se enfrentaba a las autoridades venezolanas.
En 2009, el Ministerio Público imputó a Leopoldo Castillo Bozo por el delito de simulación de operaciones bursátiles, esto ante un seriado de denuncias de más de 1000 particulares que señalaron al conglomerado Banvalor por utilizar sus nombres para la compra de Bonos del Sur I y II y Bonos de Pdvsa entre 2005 y 2006.
En esa subasta de Pdvsa, nosotros manejamos cerca de 18,000 personas y solo tuvimos tres denuncias. Entonces no sé qué habrá pasado. Yo no soy el niño Jesús, ni pretendo serlo, pero soy una persona correcta, no le robo nada a nadie.
En entrevista ofrecida a El Mundo Economía y Negocios en octubre de 2010.
Este escándalo, que evidenció que el grupo obtuvo millonarios ingresos en dólares preferenciales, fue el que abrió paso a la investigación del entramado de Banvalor. La Fiscalía ordenó captura internacional ante la Interpol para los Castillo Bozo, pero su detención jamás se llevó a cabo. Leopoldo, cabeza del grupo, había instalado ese mismo año un banco en Aruba, por lo que, tras el colapso sin retorno de Banvalor, se dedicó a trabajar en este proyecto.
Sin duda, este año no le ha ido bien a Leopoldo Castillo, y es que en marzo, quien fuese su esposa por casi 30 años, Gilda Castillo, lo demandó en EE.UU. para exigir ante la justicia la entrega de una residencia ubicada en Manhattan valorada por USD 15 millones.
“Su intención obvia es liquidar todos los activos de Estados Unidos, dejar a su esposa e hijos indigentes, y continuar la vida con su amante”, dijo la demandante, quien solicitó en 2017 el divorcio luego de que Castillo Bozo dejara de apoyar a sus hijos y huyera con un nuevo amorío.