El Eje Criminal Chávez-FARC-ELN, instituido a partir de 1999, constituye una alianza que transformó a Venezuela en una plataforma para el narcotráfico la cual se valió de la cocaína como un instrumento de guerra asimétrica.
Tan contundente afirmación la formuló el mayor retirado, Milton Revilla Soto, quien expuso a Venezuela Política y a Sin Filtros, los vínculos históricos entre Hugo Chávez y las organizaciones terroristas FARC y el ELN, a las cuales el finado exmandatario facilitó apoyo logístico, identidades falsas y armamento a grupos irregulares colombianos.
Revilla Soto relató cómo Hugo Carvajal y Diosdado Cabello fungieron como operadores fundamentales en la consolidación de este entramado criminal. Advirtió que los militares involucrados enfrentan responsabilidades penales individuales que son imprescriptibles bajo el derecho internacional.
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El Origen del Eje Criminal Chávez-FARC-ELN
A Venezuela Política y a Sin Filtros, el mayor retirado, Milton Revilla Soto, explicó el origen y la evolución de la alianza estratégica entre el régimen venezolano, bajo el liderazgo de Hugo Chávez, con los grupos guerrilleros terroristas colombianos FARC y ELN. Refirió que esta relación se gestó antes de la llegada de Chávez al poder en 1999 y se transformó, de un vínculo político-ideológico, a una corporación criminal transnacional centrada en el narcotráfico.
Los contactos iniciales se establecieron mientras Chávez estaba en prisión a través de figuras clave como Ramón Rodríguez Chacín. Una vez en la presidencia, Chávez utilizó eventos de alto impacto, como secuestros, para formalizar los lazos y designó a altos oficiales militares, como Hugo Carvajal, como enlaces directos.
Revilla Soto puntualizó que Cuba desempeñó un rol catalizador al facilitar encuentros y promover la alianza como parte de una estrategia geopolítica más amplia para desestabilizar la región y contrarrestar la influencia de Estados Unidos. Aseguró que el Estado venezolano proporcionó apoyo financiero, logístico, armamentístico y cobertura legal a los grupos irregulares, incluyendo la concesión de nacionalidades exprés a combatientes.
Además, dijo que la cocaína fue conceptualizada explícitamente como un «arma de guerra asimétrica» para «inundar» y debilitar la sociedad estadounidense. La colaboración se extendió a otros grupos terroristas internacionales como ETA e IRA, los cuales proveyeron entrenamiento en explosivos a las FARC en territorio colombiano con el aval de Venezuela.
Milton Revilla Soto fue enfático al referir que las alegaciones de «obediencia debida» por parte de los militares implicados en estas actividades criminales, no los eximen de su responsabilidad penal, según los principios del derecho internacional y la propia Constitución venezolana.
Bases de la alianza criminal entre Chávez, las FARC y el ELN
El militar retirado venezolano reiteró que la alianza entre el chavismo y los grupos guerrilleros terroristas colombianos se estableció antes de la victoria electoral de Hugo Chávez en 1998. La evidencia de ello proviene de los servicios de inteligencia de Colombia y otros países, así como de ordenadores incautados a líderes de las FARC —como alias «Rubén Zamora»—, lo que demuestra que los vínculos se forjaron tras los intentos de golpe de Estado de 1992.
Vínculos con el ELN
Revilla Soto informó que el Ejército de Liberación Nacional (ELN) estableció una relación cercana con el capitán de navío, Ramón Rodríguez Chacín, mientras este se encontraba en el Centro Penitenciario de los Andes, en el estado Táchira. Rodríguez Chacín se convirtió en un enlace fundamental.
Acercamientos con las FARC
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) iniciaron sus acercamientos a través de partidos de izquierda venezolanos. Estos militares se agrupaban en el Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 (MBR-200), que posteriormente, en 1995, se transformó en el Movimiento Quinta República (MVR).
Interés político (1997-1998)
Hacia finales de 1997 y principios de 1998, estas relaciones adquirieron un carácter político estratégico ante la creciente certeza de que Hugo Chávez ganaría las elecciones presidenciales.
Consolidación del eje criminal Chávez-FARC-ELN (1999-2002)
El mayor retirado, Milton Revilla Soto, indicó que, con la llegada de Hugo Chávez al poder, las FARC y el ELN ejecutaron acciones deliberadas para formalizar y fortalecer su relación con el nuevo gobierno venezolano.
Eventos clave para establecer contacto
Dijo que dos eventos puntuales fueron instrumentalizados para forzar un canal de comunicación directo con el gobierno de Chávez:
Secuestro de Richard Boulton: este secuestro, realizado en el estado Carabobo, fue un «encargo» de las FARC para establecer una relación directa con el incipiente gobierno.
Secuestro del avión de Avior: un avión de la aerolínea Avior fue secuestrado en Maiquetía por el ELN y desviado hacia la frontera. El objetivo era llamar la atención del nuevo gobierno. En dicho avión viajaba como pasajero el teniente coronel, Francisco Briceño Araujo, quien posteriormente fue entregado al gobierno venezolano y se convirtió en uno de los principales enlaces del ELN con la administración de Chávez, constituyéndose como jefe de Estado Mayor del CUFAN bajo el mando de Henry Rangel Silva.
Los «embajadores» de Chávez
Hugo Chávez estructuró las relaciones con los grupos guerrilleros terroristas a través de dos canales principales y asignó a altos oficiales de su confianza como enlaces directos:
Hugo Carvajal Barrios (con las FARC): por orden directa de Chávez, Carvajal, entonces jefe de la Dirección de Inteligencia Militar (DIM), estableció contacto con las FARC, inicialmente con la autorización del presidente colombiano Álvaro Uribe, bajo el pretexto de negociar la liberación de Richard Boulton. Este fue el punto de partida para un vínculo permanente entre la DIM y las FARC.
Ramón Rodríguez Chacín (con el ELN): fue el principal enlace con el ELN, consolidando una relación que se había iniciado en prisión.
Papel catalizador de Cuba
Revilla Soto sostuvo que Cuba fue un actor fundamental en la consolidación de esta alianza, al actuar como facilitador y promotor de la misma en el marco del Foro de Sao Paulo y su agenda de expansión de la izquierda en América Latina.
Primer encuentro Chávez-Granda: en el primer viaje de Hugo Chávez a La Habana tras salir de la cárcel, se estableció una relación directa con el «canciller» de las FARC, Rodrigo Granda.
Operación de la DISIP: en 1998, apenas ganadas las elecciones, un oficial del ejército venezolano recibió la orden de recoger a Rodrigo Granda y su familia en el estado Zulia y trasladarlos en un avión de la DISIP a Cuba. Esta operación, y la intención de Chávez de vincular a la Fuerza Armada Nacional con las FARC, generó las primeras desavenencias con el director de la DISIP de la época, Jesús Urdaneta Hernández. Los oficiales que participaron en esta y otras misiones de traslado de jefes guerrilleros fueron amenazados de muerte en 2003 y tuvieron que huir a Estados Unidos.
Transformación en una corporación criminal
El eje Chávez-FARC-ELN, surgido inicialmente como una alianza política, evolucionó rápidamente hacia una empresa criminal, con el narcotráfico como eje central y el Estado venezolano como facilitador clave.
Del apoyo político al narcotráfico
A partir del año 2000, las FARC y el ELN, con el beneplácito del régimen venezolano, comenzaron a escalar sus operaciones de narcotráfico. Pasaron de ser protectores de campamentos y laboratorios a convertirse en productores y comercializadores directos, utilizando a Venezuela como plataforma logística y santuario.
Cocaína como arma de guerra asimétrica
Revilla Soto precisó que la colaboración en el narcotráfico no era meramente económica, sino que respondía a un objetivo ideológico y estratégico: utilizar la cocaína como un arma para atacar a los Estados Unidos.
Testimonio directo: Milton Revilla Soto relató que presenció en el año 2000 una conversación en la base fronteriza del Catatumbo entre el comisario de la DIM, Luis Castillo Morales, y un miembro de las FARC, Aldemar Pinilla, donde se afirmó: «Vamos a inundar de droga a los gringos, vamos a matar de droga a los gringos».
Planificación cubana: Revilla aseveró que esta estrategia fue parte de una planificación cubana para destruir la base social de Estados Unidos, utilizando a las FARC como instrumento y a Venezuela como plataforma logística.
Apoyo logístico y operativo del Estado venezolano
Milton Revilla Soto informó que el régimen de Chávez proveyó un apoyo multifacético y sistemático — financiamiento y armamento— a los grupos guerrilleros terroristas, que fue fundamental para su expansión y operación desde territorio venezolano.
Fundación Renacer: las FARC, a través de Rafael Pinilla, clonaron una fundación colombiana y la registraron en Venezuela. La Asamblea Nacional venezolana, con Rodrigo Cabezas y Calixto Ortega en la comisión de finanzas, le otorgó a esta fundación 150 millones de bolívares —aproximadamente USD 50 millones para la época— dinero que fue utilizado para establecer la base principal de las FARC en el Catatumbo bajo el mando de alias «Rubén Zamora».
Suministro de armamento: se documentó que la Fuerza Armada Nacional Venezolana (FAN) proveyó armamento a las FARC. Un caso emblemático fue el derribo de un avión Bronco OV-10 de la Aviación Militar Venezolana en 2001-2002. La investigación determinó que el avión fue derribado con una ametralladora antiaérea calibre .50 que había sido suministrada por la propia FAN a las FARC. Tras el derribo, fueron las FARC quienes controlaron la zona del siniestro y entregaron los cuerpos de los pilotos.
Cobertura legal y nacionalizaciones exprés
La inteligencia militar venezolana orquestó un plan para otorgar identidad legal a miles de guerrilleros colombianos.
«Nota informativa número cinco»: un informe elaborado en 2002 para el entonces ministro de Relaciones Interiores, Diosdado Cabello, detallaba cómo miembros de la DIM coaccionaban a funcionarios de la ONIDEX para otorgar nacionalidades exprés a miembros del Frente 33 de las FARC.
Modificación de la LOPNA: en 2001, se modificó la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes (LOPNA) para permitir nuevamente el reconocimiento de partos extrahospitalarios. Esto facilitó el registro fraudulento de miles de guerrilleros en edad de combate (18-32 años) como venezolanos nacidos en la frontera.
Actores clave y responsabilidades
Una red de altos oficiales militares y funcionarios venezolanos fue instrumental para la ejecución de este plan.
Actor venezolanoCargo(s) relevantesRol en la trama criminalHugo Carvajal BarriosDirector de Inteligencia Militar (DIM)Principal enlace y «embajador» con las FARC. Coordinador del apoyo logístico y operativo.Ramón Rodríguez ChacínCapitán de NavíoPrincipal enlace y «embajador» con el ELN.Henry Rangel SilvaComandante del CUFAN, director de la DISIP/SEBINParticipó en operaciones de enlace y apoyo, especialmente con el ELN a través de Francisco Briseño.Cliver Alcalá CordonesMilitar cercano a ChávezOperador clave en la entrega de armas y logística a las FARC.Francisco Briceño AraujoComandante de BatallónEnlace del ELN con el gobierno venezolano, tras ser pasajero en el avión secuestrado por este grupo.Francisco Arias CárdenasGobernador del ZuliaMantenía relaciones directas con miembros de las FARC en su despacho, según informes de inteligencia.Diosdado CabelloMinistro de Relaciones Interiores (2002)Recibió el informe «Nota Informativa número cinco» sobre las nacionalizaciones exprés a guerrilleros y, según el testimonio, no inició ninguna investigación.
Del lado guerrillero, líderes del comando central de las FARC como Rubén Zamora, Rodrigo Granda, Iván Márquez, Jesús Santrich y Rodrigo Londoño (Timochenko) ya tenían relaciones directas y abiertas con militares venezolanos entre los años 2000 y 2002.
Involucramiento de actores internacionales
Milton Revilla Soto explicó que la red criminal se extendió más allá de la región, pues involucró a otros grupos terroristas internacionales que utilizaron Venezuela como base de operaciones y coordinación.
IRA y ETA: entre 2000 y 2002, se documentó la presencia en Venezuela y el tránsito hacia campamentos de las FARC de miembros del Ejército Revolucionario Irlandés (IRA) y de Euskadi Ta Askatasuna (ETA). Arturo Cubillas e Iñaki de Juana Chaos (ETA) fueron registrados pasando por el puesto de control del Catatumbo, acompañados por la DIM, hacia un campamento de las FARC. Estos grupos proveyeron instrucción y capacitación a las FARC en la elaboración de artefactos explosivos improvisados, específicamente las «bombas tipo lapa».
Hezbollah: en 2011, se registró un intento de coacción por parte de Jasén Alatef Necerdine (alias Abualí), identificado como miembro de Hezbollah, contra el mayor Revilla con el objeto de evitar que testificara en la Audiencia Nacional de España en el caso ETA-FARC.
La falacia de la «obediencia debida»
El mayor, Milton Revilla Soto, de manera tajante negó que el alegar como defensa legal la obediencia debida es inaceptable. Recordó que esta es empleada por los militares implicados, como Cliver Alcalá Cordones, quien argumentó haber actuado bajo «órdenes superiores» de Hugo Chávez. Este argumento es rebatido con base en principios del derecho penal internacional y la legislación venezolana.
Principios de Núremberg: se establece que la obediencia a órdenes superiores no exime de responsabilidad penal si la orden es manifiestamente ilegal. Un militar tiene el deber de desobedecer órdenes criminales.
Constitución de Venezuela (artículo 25): establece que todo acto del poder público que viole derechos constitucionales es nulo y los funcionarios que lo ordenen o ejecuten son responsables penal, civil y administrativamente, «sin que les sirvan de excusas órdenes superiores».
Constitución de Venezuela (artículo 29): determina que los delitos contra los derechos humanos y los crímenes de lesa humanidad no prescriben y quedan excluidos de beneficios como el indulto y la amnistía.
Finalizó Revilla Soto con la advertencia de que esta base jurídica implica que los militares que participaron en la conformación de esta corporación criminal son individualmente responsables por sus actos, y no pueden ser amparados por futuras amnistías.
Vea en Sin Filtros “Cómo nació el eje Chávez–FARC–ELN: la ruta hacia la corporación criminal transnacional”: