Nikki Haley, embajadora de EEUU ante la ONU (Getty Images)
Durante una sesión extraordinaria del Consejo de Seguridad de la ONU, Estados Unidos pidió a la comunidad internacional ahogar financieramente al régimen de Nicolás Maduro, y apuntó duramente contra el número dos de la dictadura, Diosdado Cabello, a quien calificó de “ladrón” y “narcotraficante”.
El régimen chavista “está cometiendo un crimen moral contra el pueblo” y atenta contra “la paz y la seguridad regional”, señaló la embajadora estadounidense ante la ONU, Nikki Haley.
Cabello “es considerado el segundo hombre más poderoso de Venezuela”. “Es también un ladrón y un narcotraficante que utiliza su poder para llenar sus bolsillos”, arremetió la diplomática.
Haley, en tanto, detalló que Cabello estuvo involucrado “directamente” en el tráfico de drogas, con envíos de estupefacientes de Venezuela a República Dominicana y de ahí a Europa, y que utilizó sus contactos en el gobierno para informarse de otros narcos, robar sus drogas y “eliminar la competencia”.
“Utilizó compañías de fachada en Florida y empresas estatales mineras y minerales para esconder su dinero sucio”, indicó. “El resultado final de la corrupción de funcionarios venezolanos como Cabello es que no solo el pueblo de Venezuela sufre, sino que la seguridad de todo el hemisferio sufre”.
EEUU acusó a Diosdado Cabello de dirigir una red de narcotráfico
“Todos, incluido el Consejo de Seguridad, deben hacer más” para ayudar al pueblo venezolano, reclamó Haley.
Antes de abordar exclusivamente la situación de Venezuela, Estados Unidos había denunciado la “corrupción” de regímenes como los de Venezuela e Irán, e instó a la comunidad internacional a actuar para evitar que esos países terminen viviendo graves conflictos como consecuencia.
“Los Gobiernos de lugares como Venezuela e Irán no existen para servir a su gente y, al margen, cometen algo de corrupción. Existen para servir sus propios intereses y la corrupción es el medio con el que lo hacen”, manifestó Haley, ante el Consejo de Seguridad.
Haley presidió hoy el primer debate en este órgano dedicado exclusivamente al vínculo entre la corrupción y los conflictos, una sesión impulsada por su país aprovechando su mes al frente del Consejo.
Estados Unidos lamentó que hasta ahora en Naciones Unidas se haya prestado poca atención al problema de la corrupción y a cómo “alimenta la inestabilidad, la violencia y la actividad criminal” que terminan provocando conflictos y exigiendo la atención de la comunidad internacional.
Como ejemplo, señaló el inicio de la llamada “Primavera Árabe” en 2010, recordando que fue precisamente una protesta contra la corrupción en Túnez la que empezó todo.
“Gobiernos que habían parecido estables durante décadas cayeron en semanas. En Yemen, en Siria y el Libia las protestas rápidamente se convirtieron en conflictos cuando los líderes corruptos y sus compinches intentaron mantener el poder”, señaló Haley.
Según la diplomática, eso puedo ocurrir en otros lugares y la corrupción no puede ser ignorada por la ONU, sino que es necesario tomar medidas ante ella.
En ese sentido, defendió las sanciones aprobadas por Estados Unidos contra dirigentes de distintos países.
“En países como el Congo, Nicaragua y Venezuela, donde la corrupción ha alimentado el conflicto o ha impedido su solución, el Departamento del Tesoro de EEUU ha impuesto sanciones significativas”, recordó.
Además, de este debate oficial, la delegación estadounidense ha organizado para hoy otro posterior, en el que se abordó de manera informal la situación específica de Venezuela, englobándola bajo el tema de la corrupción.
En esta primera sesión intervino, entre otros, el secretario general de la ONU, António Guterres, quien coincidió en la importancia de dar respuesta a la corrupción para asegurar la paz y la seguridad internacionales.
“La corrupción puede dispara el conflicto. Cuando el conflicto crece, la corrupción prospera. E incluso cuando el conflicto mengua, la corrupción puede impedir la recuperación”, recalcó.
Guterres defendió que la propia ONU puede apoyar a los Estados miembros en su lucha contra este problema y puso como ejemplo el papel de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (Cicig).
Esa comisión, puesta en marcha por Naciones Unidas tras un acuerdo con el Gobierno guatemalteco, está precisamente ahora en el centro de una disputa entre las dos partes, como consecuencia de las críticas del Ejecutivo de Jimmy Morales a su trabajo.
Tomado de EEUU acusó ante la ONU a Diosdado Cabello de ser “un ladrón” y “un narcotraficante”