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El presidente del Banco Central de Venezuela (BCV), Nelson Merentes, dijo que los resultados inflacionarios no son positivos y que la economía se enfrenta a una fase de bajo crecimiento, aunque señaló que el Gobierno está haciendo un esfuerzo para «retomar la senda del crecimiento».
«No están buenos los valores de inflación y crecimiento», dijo el presidente del emisor durante una entrevista en el canal privado Venevisión.
Merentes manifestó que, como el Ejecutivo ya tiene experiencia en resolver crisis económicas, se están adelantando reuniones con el sector privado en las que se están definiendo los cronogramas de liquidaciones de las divisas para que las empresas salden sus deudas con los proveedores extranjeros de insumos para producir o de servicios.
A su juicio, la elevada inflación que afecta a Venezuela está relacionada con el antagonismo político que existe, y resaltó que el momento en que el país ha estado más cerca de cumplir un resultado de un dígito -en 2002- resurgió la incertidumbre política. El funcionario agregó que entre los años 1999 y 2013 el promedio de avance anual de los precios ha oscilado entre 22 y 24%.
«Estamos muy por encima del promedio y uno de los factores son estos antagonismos que existen», destacó el presidente del BCV.
Por otro lado, el presidente de la junta directiva de la Cámara de Fabricantes Venezolanos de Productos Automotores (Favenpa), José Luis Hernández, informó que el sector se encuentra en una profunda crisis ocasionada por la paralización de las liquidaciones de divisas.
«El crédito en el exterior (con los proveedores) se ha agotado», señaló durante una entrevista en Unión Radio.
Hernández explicó que los retrasos en las autorizaciones de divisas son tales que en lo que va de año no han recibido una sola autorización. La deuda que mantienen con los proveedores asciende a 225 millones de dólares.
El representante del sector autopartista aseguró que, en el mejor de los escenarios, la reactivación de la industria no podría darse antes del tercer trimestre de este año.
Hernández agregó que han cuadrado varias reuniones con los representantes del Ministerio de Industrias para buscar una salida a la crisis que vive este sector y que ha obligado a las industrias a enviar a la mitad de sus trabajadores a vacaciones forzadas, mientras los demás asisten a cursos o hacen mantenimientos de maquinarias.
Dijo que al problema con el suministro de baterías se unirá la disminución de la oferta de amortiguadores y frenos, según reportó el diario El Universal.