El director del Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (Saime), Gustavo Vizcaíno, ha reconoció las deficiencias que actualmente presenta este servicio, tales como el reemplazo láminas de identificación de avanzada tecnología, por el regreso de una vieja tapa de cartulina con chip, o unas láminas de muy inferior calidad, para supuestamente ahorrar recursos.
Durante los últimos años, el Saime, ha pasado por constantes intervenciones debido a las fuertes dudas y críticas sobre el correcto desempeñó de sus funcionarios y la deficiencia y baja calidad en su servicio, causando molestias en los usuarios.
Las preocupaciones en los usuarios no solo se deben a la realización y entrega de pasaportes, sino también con respecto a las cédulas de identidad, ya que cada vez que se asigna un nuevo director, este presenta un plan distinto de “mejoramiento”.
Aunque dentro de todo lo malo, que pudiese ser la administración de este servicio, algo si ha dejado claro Vizcaíno, y es que Maduro “quiere quedar bien ante la comunidad internacional en cuanto a que los venezolanos tengan un documento de identidad internacional, libre de sospechas, moderno y de buena calidad”.
En cuanto al cambio de la lámina de policarbonato, considerada uno de los sistemas más confiables y utilizados en el mundo para el sistema de identificación migratoria, por un chip en la tapa provocaría varios inconvenientes, relacionados con estos componentes, los mismos que se presentan por ejemplo en las tarjetas de débito que hay deben ser desmagnetizadas para que pasen por el punto.
Ni tampoco es seguro, el uso de una filmina de seguridad, ya que la misma puede ser falsificada o clonada o sencillamente con el uso dañarse. En este sentido, se tendría “pasaportes de juguete” como si se refiriera a un ticket para un parque de diversiones.