La semana pasada, una fuente en D.C. me informó sobre la desesperación de Al Cardenas por «salir» de la demanda de Derwick Associates «lo más rápido posible». Escribí a Cárdenas y Joseph DeMaria para preguntar al respecto, lamentablemente ninguno respondió. El viernes pasado, Derwick Associates resolvió extrajudicialmente su espuria demanda en Miami contra el Banco Venezolano de Crédito (BVC), Oscar García Mendoza y Rafael Alfonzo. Se informó que el único requisito de Derwick era obtener una garantía de no contravención de BVC et al. También es noticia que el juez de circuito de Florida, John W. Thornton, desestimó la demanda de Derwick con prejuicio. Madre mía, qué vergüenza…
Los lectores recordarán que todo comenzó con un par de artículos de un periodista galardonado (Cesar Batiz) en el periódico más leído de Venezuela (Últimas Noticias), sobre un gran tinglado de corrupción, en el que vuelan por la noche (Derwick Associates), dirigido por dos veinteañeros (Alejandro Betancourt López y Pedro Trebbau López), cobró de más al Estado venezolano en cientos de millones de dólares, en una serie de contratos de energía sin licitación otorgados por funcionarios totalmente corruptos del régimen de Hugo Chávez, en circunstancias misteriosas y muy probablemente ilegales. La novedad de este caso en particular es que los dos imbéciles que dirigían dicha empresa pensaron que sería genial enjuiciar a sus supuestos críticos (BVC y otros) en un tribunal de justicia de Miami. Bueno, eso resultó ser un error costoso, como se predijo. Después de este cambio de sentido profundamente vergonzoso, Derwick Associates puede estar pensando que se salió con la suya, pero la verdad es que sus problemas acaban de comenzar.
En publicaciones posteriores, estaré exponiendo más a los asociados de Derwick (nunca mejor dicho) en los EE. UU.: Héctor Torres, Al Cardenas y, especialmente, FTI Consulting. Manténganse al tanto…