09-09-2015 08:31:44 p.m. | EFE.- La crisis fronteriza entre Colombia y Venezuela protagonizó hoy la primera jornada de la XIX Conferencia Anual del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) que tiene lugar esta semana en Washington, aunque también se trataron otros temas como la cooperación regional y la lucha contra la corrupción.
El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, consideró en uno de los paneles celebrados hoy que en la crisis en la frontera entre Colombia y Venezuela es la situación humanitaria de los inmigrantes colombianos deportados y sus familias la que debe primar.
«Hay que evitar el sufrimiento de la gente», explicó Almagro, que este fin de semana visitó la frontera colombo-venezolana, para contemplar de primera mano la situación en la zona.
Cifras de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) indican que desde que Venezuela cerró la frontera, el 19 de agosto pasado, al menos 1.467 colombianos han sido deportados y otros 18.619 han retornado por cuenta propia del vecino país.
Respecto a las tensiones entre los dos países, que aún no han logrado entablar un diálogo para hallar una solución, Almagro aseguró que la «dinámica de causa-efecto de determinadas decisiones políticas» no debería llevar al sufrimiento de las personas.
El secretario de la OEA dijo que ha pedido al presidente venezolano, Nicolás Maduro, enviar «un mensaje tranquilizador» y, pese a que «queda trabajo por delante», consideró que ha habido avances que han permitido la desaceleración de las expulsiones de colombianos.
Preguntado por el rechazo de la OEA a celebrar una reunión extraordinaria de cancilleres para tratar el asunto, Almagro afirmó que, tras el cumplimiento de sus primeros 100 días al frente del organismo multilateral, ha abordado los problemas «con el coraje que necesita la organización» y nunca ha «rehuido» su responsabilidad.
Asimismo, el uruguayo anunció que precisamente hoy una delegación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) viajará al lado colombiano de la frontera, después de que el Gobierno de Colombia aceptara la petición de la comisión para viajar allí y poder evaluar la crisis sobre el terreno.
Marco Aurélio Garcia, asesor en política exterior de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, aseguró que «lo peor» que le podría pasar a las organizaciones hemisféricas como a la OEA o la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) «es un choque entre Colombia y Venezuela.
«En un momento en que el mundo esta asistiendo con gran perplejidad al drama de los refugiados en el Mediterráneo sería terrible que un problema como ese, aunque no tan grave, afectara a la imagen de América Latina», dijo el experto en diplomacia.
«La degradación de las relaciones de Colombia y Venezuela puede interesar a algunas personas, pero no interesa ni a venezolanos ni colombianos», añadió el brasileño.
Por su parte, la subsecretaria de Estado estadounidense para Latinoamérica, Roberta Jacobson, aprovechó la ocasión para abordar los problemas de corrupción que enfrenta la región, de especial actualidad tras el caso del expresidente guatemalteco Otto Pérez Molina, actualmente en prisión provisional.
«Es hora de que discutamos sobre corrupción y rendición de cuentas», dijo Jacobson en el mismo panel, e insistió en que, dada la situación actual con Guatemala, si los países de las Américas fallan en esa labor aumentará la desconfianza de la ciudadanía en los Gobiernos.
Asimismo, la subsecretaria de Estado recordó las graves implicaciones que tienen las prácticas corruptas en el crecimiento y la desigualdad, por lo que hay que aprovechar las nuevas tecnologías para implementar políticas de transparencia y responder a las demandas de la ciudadanía.