La web está repleta de noticias de que los partidarios de Rafael Correa irrumpieron en el Congreso de Ecuador, donde se estaba debatiendo si se aprobaba la convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente. Las fuentes informan que la turba absolutamente democrática quería linchar a los congresistas, ya que algunos de ellos escucharon gritos de «mátenlos, mátenlos a todos». Sin embargo, me gustaría estar en desacuerdo con los comentarios de John Negroponte, quien es citado por Reuters diciendo que Chávez está exportando su «populismo radical» (sic).
La evaluación de Negroponte está equivocada en varios aspectos, pero me parece crucial en su comprensión de los peligros específicos que exporta el dictador Hugo Chávez. Ciertamente, el populismo radical no es uno de ellos. La exportación más peligrosa del mini yo de Castro es la Asamblea Nacional Constituyente. Este pequeño subterfugio es LA causa principal del actual vacío institucional de Venezuela, ya que le permitió a Chávez subvertir la democracia con un mecanismo pseudo democrático que ni siquiera era parte de la constitución. Envuelto en ‘apoyo popular’, reemplazó efectivamente de un solo golpe a los poderes que estaban con lacayos a cargo de instituciones totalmente disfuncionales: un golpe verdaderamente ‘democrático’. Hoy nos enteramos que el Congreso de Venezuela, como estaba previsto, le otorgó a Chávez el arma definitiva: la capacidad de gobernar por decreto.
Chávez ha logrado convencer a su claque de tontos regionales de que la Asamblea Nacional Constituyente es el camino a seguir. Sin embargo, ninguno de ellos parece haberse dado cuenta de que las condiciones bajo las cuales se implementó el experimento en Venezuela en 1999 son inexistentes en Bolivia, Perú o Ecuador. Por esa razón, como ya se vio en Bolivia y pronto será realizado por Correa, será imposible replicar el modelo independientemente de lo fuerte que griten las turbas de apoyo ‘mátenlos a todos’.
El Sr. Negroponte debería estar bien informado al leer estas páginas con más frecuencia.