Conozca la vida lujosa de Margarita Vargas, hija del banquero estafador Víctor Vargas Irausquín, la cual asistió a una «boda real» en Rusia


La boda

Recientemente, Jorge Romanov, hijo de la gran duquesa María Vladimirovna de Rusia y del príncipe Francisco Guillermo de Prusia, contrajo matrimonio con la escritora y lobista italiana Rebecca Bettarini, en la Catedral de San Isaac en San Petersburgo. Sin embargo, antes de ese significativo momento, quisieron celebrar una cena de preboda para compartir los primeros momentos junto a sus invitados (que llegaron a ser más de 400 en el enlace matrimonial). Una cita que tuvo lugar en el Palacio del Gran Príncipe Vladimir, actualmente conocido como Casa de los científicos. Del mismo modo, tras la ceremonia ofrecieron a sus 550 invitados una cena de gala en el Museo Etnográfico, ocasión en la que la novia apostó por un precioso vestido de tul con aplicaciones de perlas y bordados, de Reem Acra, el cual completó con una capa blanca de seda con mangas abullonadas de Elina Samarina. Pura elegancia como también definió la imagen de la duquesa de Anjou, Margarita Vargas, una de las presentes en la celebración y que volvió a causar sensación durante la velada.

Durante la cena de gala, la duquesa de Anjou brilló como nunca gracias al diseño de Elie Saab que escogió para la ocasión. Una pieza confeccionada en un tejido con transparencias en el escote y la falda, y bordados en pailletes que creaban un contraste blanco y negro del todo elegante. La prenda, que se entallaba en el pecho y la cintura y caía ligeramente acampanada hasta el suelo, presentaba también un discreto escote en forma de lágrima en la espalda, que no hacía sino potenciar su efecto estilizador. Estilismo creado por Cristina Reyes, que remató con un pañuelo de cashmere en color negro, de Again Cashmere, un bolso de mano en raso negro, de Jimmy Choo (marca que firmaba también sus zapatos, en el mismo tono y tejido), reseñó la revista Hola.

Si aún hubiera zares en Rusia, emperadores en Alemania y reyes en Grecia, Bulgaria o Rumanía, de todas las ramas del árbol que plantaron la reina Victoria de Inglaterra y su marido, Alberto de Sajonia-Coburgo, colgaría una corona. De los casi mil descendientes directos de la soberana británica, fallecida hace más de un siglo, en la actualidad, cinco ostentan una corona: Isabel de Inglaterra, Harald de Noruega, Margarita de Dinamarca, Carlos Gustavo de Suecia y Felipe de Borbón. Todos lloran ahora la muerte del “tío” Felipe, el decano de las casas reales de Europa y de sus propias familias que, como ellos, formaba parte del grupo que se autodenominó “los reales primos de Europa”. No era eufemismo, ya que a finales del siglo XIX y principios del XX, la mayoría de los hijos y nietos de Victoria y Alberto eran titulares o consortes de una casa real.

La muerte de Felipe de Edimburgo el 9 de abril de 2021 agitó el árbol de la realeza, destacándose la relación de parentesco con reyes y reinas, príncipes y princesas que durante décadas formaron matrimonios endogámicos que reforzaron los lazos familiares.

Felipe VI de España, que junto a la reina Letizia, recordó en su telegrama de pésame a su “querido tío Philip” (sic), desciende por tres líneas de la reina Victoria. Sus abuelos maternos, Pablo y Federica de Grecia, eran, respectivamente, nieto y bisnieta de la princesa Victoria, la primogénita de la soberana británica, y su abuelo paterno, Juan de Borbón era a su vez nieto de la princesa Beatriz, la menor. Por si le faltara parentesco con Felipe de Edimburgo, este, además de bisnieto de la princesa Alicia de Inglaterra, era por, vía griega, primo del rey Pablo de Grecia, explicó Mariángel Alcázar en La Vanguardia.

Jorge Romanov es el descendiente más español de la dinastía rusa. Nació en España, igual que su madre, María Romanova. Su bisabuelo fue primo hermano de Nicolás II. 

 

El marido de Margarita

Cuando en 2019 se abrió la imponente puerta de la basílica del Valle de los Caídos para que saliera el ataúd de Francisco Franco, al frente de la comitiva que lo portaba iban dos rostros conocidos: Cristóbal Martínez-Bordiú, nieto del dictador, y Luis Alfonso de Borbón, bisnieto de Franco y nieto favorito de Carmen Franco, la única hija del matrimonio formado por el dictador y Carmen Polo.

Luis Alfonso, de 45 años, avanzó con la cabeza alta, orgulloso de su misión y llevando sobre sus hombros no solo el peso físico del féretro, sino también el que le ha impuesto la historia de dos familias que han hecho recaer sobre él la responsabilidad de ser su representante. Es bisnieto del rey Alfonso XIII y del dictador que rigió los destinos de España durante 40 años. Hijo de Carmen Martínez-Bordiú, la nietísima de Franco, que se casó con tratamiento de boda de Estado con Alfonso de Borbón Dampierre, heredero del inexistente trono de Francia, reseñó en 2019 Maite Nieto en EL PAÍS.

Fue su abuela, Carmen Franco, la encargada de cuidarlo, educarlo e inculcarle las férreas creencias religiosas y patrióticas de la familia después de que su padre, Alfonso de Borbón, falleciera en 1989 (sus padres se habían separado siete años antes), cuando Luis Alfonso tenía 14 años.

En 2017, tras la muerte de su abuela —quien volcó en él toda su confianza, hasta el punto de encargarle la gestión del patrimonio familiar que no había confiado a sus propios hijos—, Luis Alfonso asumió el cargo de presidente honorífico de la Fundación Francisco Franco. Hasta entonces, solo sus apariciones como duque de Anjou y heredero del quimérico trono de Francia y los vídeos institucionales colgados en Youtube dejaban ver su identificación con la derecha más tradicional.

Sin embargo, frente a ese papel más comedido, en los últimos años ha llevado a cabo actividades que han evidenciado su total respaldo a la derecha radical como, por ejemplo, su participación en las dos últimas ediciones del Congreso Mundial de las Familias, donde se defendió “la familia natural” y se rechazó el matrimonio gay, las leyes en defensa de los derechos del colectivo LGTBI y “el radical feminismo”.

Como sucede con gran parte del clan familiar, sus apariciones en los medios de comunicación solían estar relacionadas con la prensa rosa o con sus negocios. Luis Alfonso tiene cuatro hijos con Margarita Vargas Santaella —hija de Víctor José Vargas Irausquin, dueño del Banco Occidental de Descuento y una de las mayores fortunas de Venezuela—, con quien se casó en 2004.

Esa boda exclusiva, que se celebró en Santo Domingo, le facilitó convertirse en el representante en Europa del banco de su suegro y ocupar altos cargos directivos en sus filiales latinoamericanas. Además, la confianza de Carmen Franco lo convirtió en el consejero delegado de Filoasa, la empresa matriz que administra el holding inmobiliario de los Franco, con más de 170 propiedades repartidas por toda España.

Su propia fortuna —la herencia de su padre y la indemnización de casi cuatro millones de euros que recibió por el accidente en el que murió mientras descendía por una pista de esquí en Colorado (EE UU)— le permitió también adentrarse en el mundo de los negocios. Desde 2017, figura como administrador único de Spanish Influencers,que se publicita como el “primer portal español para unir a las empresas y la influencia de las celebrities”, y antes puesto en marcha un gimnasio en Madrid, Reto 48.

Su actividad empresarial le ha llevado a aparecer también en diversos medios latinoamericanos, que publican la situación complicada que Luis Alfonso de Borbón atraviesa con el Banco de Orinoco, propiedad de su suegro, donde es consejero. Las informaciones apuntan a que la Fiscalía de Curazao (antiguas Antillas Holandesas) estudia presentar cargos por presunto fraude. En las redes sociales hay cientos de afectados que, con la etiqueta #EstafadosBOD, critican a la entidad y mencionan al bisnieto de Franco, de quien afirman que les era presentado como «el príncipe», un título que unido al apellido Borbón influyó como garante de la solvencia de la entidad.

Ahora, el peso de su herencia, ese sobre el que ha basculado toda su vida, lo ha plasmado en su último mensaje en Instagram, publicado después de la exhumación de su bisabuelo: “Mi linaje paterno, me une profundamente con Francia, (…) donde tengo deberes dinásticos. (…) Al mismo tiempo, tengo que asumir los deberes de mi línea materna. (…) Me debo a mí mismo ser fiel a la memoria tan injustamente atacada de mi bisabuelo. (…) Defender tu memoria es una parte integral de mi idea de honor y lealtad”.

 

El suegro banquero

Víctor Vargas es socialista. El padre de la mujer de Luis Alfonso se definió a sí mismo como «un socialista en el verdadero sentido de la palabra» nada menos que en The Wall Street Journal. Aun así, como el polo une mucho, no le importó que su hija Margarita se casara en 2004 con el bisnieto de Franco. La boda, celebrada en La Romana (República Dominicana) contó con 1.500 invitados, y fue amenizada por Juan Luis Guerra. El financiero socialista del régimen bolivariano no ocultó nunca su entusiasmo porque la sangre de algunos de sus nietos quedara teñida del noble azul borbónico. El padrino paganini del casamiento fue Vargas, abogado y financiero nacido hace 66 años en Barinas, de donde también era originario Hugo Chávez. Sobre si la boda de Luis Alfonso la pagó el dinero del chavismo no se sabe, pero sí se puede afirmar que Víctor Vargas iniciaba en aquel año una alianza con la revolución chavista. 

Desde dos posiciones institucionales, las presidencias de la Asociación Bancaria de Venezuela y del Consejo Bancario Nacional, Vargas se ocupó de apoyar, tanto en público como en gestiones privadas, algunas de las más controvertidas medidas de la Revolución Bolivariana en el campo de la economía. Sus negocios experimentaron un gran crecimiento desde que el chavismo se hizo con el poder. Pero a finales de 2016, 12 años después de la superboda, aquellas lucrativas relaciones de privilegio con el poder político se tornaron muy peligrosas cuando, al llegar de viaje por el extranjero, el suegro de Luis Alfonso fue conducido por agentes de seguridad al cuartel central de la policía política en Caracas e interrogado durante más de dos horas. Los servicios de inteligencia de Nicolás Maduro le preguntaron sobre el apagón del 2 de diciembre de aquel año en la principal plataforma de pagos electrónicos venezolana, que manejaba la empresa Credicard, propiedad, de la que Vargas controlaba el 33 por ciento. Medios afines a Vargas tardaron 48 horas en difundir que el banquero no había sido arrestado sino «invitado a conversar» con las autoridades. Pronto volvió a la vida en libertad, a pilotar sus jets y helicópteros. Luego, el nombre del suegro de Luis Alfonso, así como los de algunas empresas propias y allegadas, aparecieron en la Lista Falciani junto a miles de nombres de potenciales evasores fiscales. Todo ruido. La vida sigue, Vïctor Vargas y su segunda esposa (de la edad de su hija Margarita), disfrutan cada verano de unos días en Cádiz. El desembarco en un pantalán especial del yate de Víctor Vargas en Sotogrande es un acontecimiento estival, tal vez por los 60 metros de eslora de la nave o por la cantidad de Ferraris y caballos caros que lleva abordo. Luis Alfonso dice que esta vida ostentosa del ‘socialista’ Vagas nada tiene que ver con él, cuyos tres hijos comparten una tablet, según relata, tan espartano para algunas cosas.

Víctor Vargas propietario del holding de empresas Cartera de Inversiones de Venezuela, que incluye al Banco Occidental de Descuento (BOD), entidad que en una década logró superar su original alcance regional (estado Zulia), para convertirse en el quinto banco del país. Esta posición se consolidó en septiembre de 2013 luego de la fusión por absorción por parte del BOD de la entidad chilena Corp Banca (que Vargas había comprado en 2008). La operación, aprobada por la Superintendencia de Bancos y Otras Instituciones Financieras (Sudeban), estuvo congelada entre 2009 y 2013, debido a una serie de requisitos exigidos por Sudeban.

Amante confeso de los carros de lujo, caballos, yates, mansiones y aviones privados, el banquero de origen barinés, posee un equipo de polo, Lechuza Caracas (tasado en 2 millones de dólares, 2009), radicado en el estado de Florida, con jinetes argentinos, que compite en torneos de este elitesco deporte en Estados Unidos.

En Caracas, vive en una mansión del tradicional Country Club, se aloja en otra de su propiedad en República Dominicana y en un apartamento de lujo en Nueva York. Tiene fincas de polo en Falcón a la que llega en helicóptero, el avión ejecutivo más costoso del mundo (un Grumman Gulfstream, de 50 millones de dólares), un yate de 150 pies, varios helicópteros Augusta italianos (50 millones de dólares). Su fortuna, valorada en 1.200 millones de dólares, abarca desde la banca hasta holdings petroleros en Venezuela, Panamá, Estados Unidos y República Dominicana. Están a su cargo unos 6.500 empleados en varios países.

En el año en que solicitó ante Sudeban la fusión de Corp Banca y el BOD, compró una de las mansiones más caras de Palm Beach, Florida, de 15 mil metros cuadrados de estilo polinesio, a un precio de 70 millones de dólares, una cifra que sólo pagan superestrellas. En la misma zona había pagado en 2005 por otra mansión estilo mediterráneo $33,6 millones.

En 2008, declaró a The Wall Street Journal: “La gente escribe historias sobre mí diciendo que tengo un Ferrari, un avión y un yate. Pero no es verdad. Tengo tres aviones, dos yates, seis casas. He sido rico toda la vida”.

Pero la controversial frase queda en entredicho cuando se revisan sus orígenes. Hijo de un médico (Víctor José Martiniano Vargas Hernández) y de la primera jueza de la extinta Corte Suprema de Venezuela (Nohemí Irausquín Suárez), se casó muy joven con Carmen Leonor Santaella Tellerías, perteneciente a una familia adinerada y con conexiones con el poder económico en Venezuela. Fue ella quien le regaló su primer Alfa Romeo y quien le abrió las puertas de los negocios financieros.

Sus compañeros de estudios de la Universidad Católica Andrés Bello lo recuerdan como un joven ambicioso y su “comportamiento ya le delataba en aquellos tiempos”

Pese a su fortuna y debilidad por el lujo, se considera un hombre humilde que se preocupa por Venezuela. “Soy un socialista en el sentido real de la palabra”, declaró a WSJ en 2008.

Este hombre negocios que dice abrogar ideas de izquierda, tiene en sus haberes siete entidades financieras en Curazao, Panamá, República Dominicana, Antigua y Venezuela.

En Europa se codea con la nobleza. La prensa española lo identifica como “Víctor de Vargas e Irausquín”, después de que su hija Margarita se casara en 2004 con Luis Alfonso de Borbón, duque de Anjou, heredero de la familia real de España y bisnieto del dictador Francisco Franco. Además de yerno, es director suplente del BOD.

A la boda de Margarita y el duque Luis Alfonso, celebrada el 6 de noviembre de 2004 en República Dominicana, asistieron 1.000 invitados, entre los que se encontraban por igual funcionarios chavistas y figuras de la oposición venezolana, como el ex candidato presidencial, Manuel Rosales. En la investigación del caso se recoge la versión de quienes aseguran que en ese encuentro de banqueros fue planeado el asesinato del fiscal venezolano Danilo Anderson. Un guardaespalda de Vargas habría sido quien llevó la información a la Fiscalía venezolana. La cena fue servida por el prestigioso restaurant Le Cirque de Nueva York y la orquesta de Juan Luis Guerra amenizó la lujosa velada.

Separado desde 2008 de Santaella, mas no divorciado, Vargas tuvo un hijo a mediados de 2013 con su novia María Beatriz Hernández, diseñadora de joyas e ingeniero, a quien le lleva unos 30 años de diferencia de edad. Junto a sus hermanas tiene una firma de diseño de joyas llamada Nefesh, con sede en la ciudad de Maracay.

Una de las hermanas de la nueva pareja de Vargas, Melany Hernández, es vicepresidenta de Boi Bank, la banca internacional propiedad del holding con sede en Antigua.

En diciembre de 2013, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela declara nulidad de la demanda de divorcio con Santaella que había sido aprobada ocho meses atrás (13-05-13). Esta decisión fue interpretada como un revés en el historial de relaciones de Vargas con el gobierno, en un país donde el ejecutivo controla todos los poderes.

En 2002, Vargas fue uno de los banqueros que aconsejó a sus colegas del sector a no sumarse al paro nacional convocado por la oposición que buscaba sacar a Chávez del poder. Puente cordial entre la banca y el gobierno de Chávez, fue presidente de la Asociación Bancaria de Venezuela de 2009 a 2010 y presidió el Consejo Bancario Nacional 2010-2011.

Como una muestra de sus buenas relaciones con el Gobierno, y en especial con los ministros poderosos del gabinete económico, Jorge Giordani y Nelson Merentes –expresidente el BCV–, Vargas fungió como coordinador de la venta de bonos y notas estructuradas que Chávez compró a Argentina, Bolivia y Ecuador, entre otros países, para financiar sus déficit internos.

A partir de 2002, con la aplicación del control de cambios, la banca en Venezuela (y el BOD no es la excepción) obtuvo enormes ganancias al vender papeles comprados al tipo de cambio oficial en el llamado mercado paralelo. Operaciones que luego fueron prohibidas por las autoridades.

El nombre de Víctor Vargas también figura en los cables de Wikileaks. En un cable filtrado del Departamento de Estado (23 de julio 2008), se describen los vínculos del banquero con las llamadas notas estructuradas, mecanismo de recaudación de fondos para financiar el presupuesto oficial, generando grandes ganancias para los intermediarios. Reza el cable: “Vargas, de quien se dice que obtuvo ganancias de esas negociaciones, es un banquero cuya estrella se ha elevado grandemente durante la presidencia de Chávez”

Durante la crisis bancaria de 2009, Vargas jugó un papel importante para enfrentar el cierre de más de media docena de bancos privados por insuficiencia de fondos. En una entrevista declaró “Nosotros nos alineamos con esta política del gobierno, porque consideramos que lo han hecho de manera correcta. E incluso nosotros estamos dispuestos a colaborar, como siempre lo hemos estado, en todo lo que sea necesario”.

Pero no siempre las relaciones entre Vargas y el gobierno han sido fluidas. En 2008, quiso comprar el Banco de Venezuela, el más grande del país, que pertenecía al español Grupo Santander de Emilio Botín. Mientras negociaba con el banquero ibérico, en las interioridades del Palacio de Miraflores, José Vicente Rangel, quien en ese momento había salido del Gobierno, realizaba lobby para que el presidente Hugo Chávez y el ministro de Finanzas, Alí Rodríguez Araque, aceptaran la negociación entre BOD y el Venezuela, relató una fuente que estuvo cerca del proceso de adquisición. Pero Rangel falló en su misión porque Chávez y Araque decidieron que sería el Estado el nuevo propietario de la entidad.

Sin embargo, el banquero, había dado 150 millones de dólares como opción, que no fueron devueltos por Botín. Vargas demandó en España y ganó el juicio, que fue llevado por su abogado Ramón José Medina, quien a su vez fue representante de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD). Medina le confió a una fuente que actualmente está desligado de los negocios corporativos del BOD.

Los negocios de Víctor Vargas en el sistema financiero de Estados Unidos también han sido objeto de controversias. Según el Wall Street Journal, mintió sobre un fraude perpetrado por empleados de CapitalBank Corp, un banco de Nueva York intervenido por las autoridades y en el cual tenía una participación de 21%. Esta sería la causa que le impide participar en el sector financiero americano sin autorización expresa de las autoridades de ese país.

Hombre de negocios, en 2013 incursionó en el mercado de medios de comunicación con la compra de uno de los grupos editoriales más grandes del país, la Cadena Capriles (que cambió el nombre a Grupo Últimas Noticias), transacción que negó a través de la cuenta corporativa de Twitter del BOD: “no es cierta compra de Cadena Capriles por parte de BOD Banca ni Víctor Vargas. No es de nuestro interés ni lo permite la Ley de Bancos”, aclara el tweet refiriéndose a la legislación venezolana que prohíbe que propietarios de bancos tengan a su vez participación accionaria en medios de comunicación. Se calcula que la transacción ascendió a 140 millones de dólares.

En febrero de 2013, Vargas realizó una visita a la sede de la Cadena Capriles. Según dijo después Miguel Ángel Capriles, entonces presidente del grupo editorial, en ese momento el banquero mostró su deseo de efectuar la compra. Tres meses, en mayo, ya era un hecho que la empresa periodística estaba vendida y que se iniciaba un proceso de transición que culminó en octubre.

El 25 de octubre de 2013, se firmó la venta de la Cadena Capriles por $140 millones entre Miguel Ángel Capriles López y Latam Media Holdin, una firma registrada en Curacao en septiembre de ese año, que a su vez es propiedad de Hanson Group, un grupo financiero radicado en Londres, que nunca antes poseyó un medio.

Cuando se firmó el documento de traspaso, entre los asistentes se encontraba Víctor Vargas, quien no quiso aparecer en la fotografía de ese momento. Además, la directiva, presidida por el banquero Carlos Acosta –amigo de juventud de Miguel Ángel Capriles- quedó integrada por al menos dos personas muy cercanas al banquero: Pedro Rendón y Diego Lepage, ambos personal de confianza en el BOD y otras empresas.

Además, el mismo Vargas, en reunión con jefes de la redacción de Últimas Noticias y El Mundo Economía Negocios, medios de la Cadena Capriles, aseguró que él era el dueño.

En febrero de 2014, se dio el nombramiento del nuevo presidente editor de la Cadena Capriles, David De Lima y remoción de la junta directiva. La nueva máxima autoridad vaciló a la hora de explicar la participación de Vargas.

El BOD, una de las 2.000 empresas más importantes del mundo según la revista Forbes, atraviesa un episodio difícil. El 10 de septiembre de 2019 la Sudeban ordenó una medida administrativa de intervención de la entidad por 120 días hábiles. La medida, autorizada por el ministro de Economía del gobierno de Maduro, Simón Zerpa, prohíbe realizar nuevas inversiones, decretar pagos de dividendos, captar fondos a plazo, abrir nuevas oficinas en el país o en el exterior y adquirir acciones y participaciones en el capital social de instituciones bancarias.

Asimismo, ordenó la designación de funcionarios acreditados por la Sudeban que contarán con poder de veto en la junta directiva y acceso pleno a todas las áreas administrativas del BOD.

La decisión de la Sudeban ocurrió, de acuerdo con la nota de prensa oficial, debido a las acciones de Curazao y Panamá sobre el Banco del Orinoco NV y AllBank Corp, respectivamente, los cuales forman parte del Grupo Financiero BOD.

El 12 de septiembre de 2019, tras hacerse pública la noticia de la intervención administrativa, Vargas declaró que la medida de la Sudeban “es meramente administrativa y que tiene por finalidad supervisar la actividad financiera”, en consecuencia, el banco continuaría prestando servicios con normalidad. 

 

Fuente: Prensa América 


Tomado de Conozca la vida lujosa de Margarita Vargas, hija del banquero estafador Víctor Vargas Irausquín, la cual asistió a una «boda real» en Rusia