Los hermanos Al Abdala, se escucha, están enchufados en Venezuela desde el año 2004 gracias a sus relaciones dentro del chavismo.
El exdirector de Pdvsa Occidente, José Luis Parada, prófugo en Venezuela por hechos de corrupción, les otorgó contratos a dedo a los hermanos en el lago de Maracaibo.
Su poder y riqueza creció tales niveles que gabarras y taladros de perforación de Schlumberger, Merks, Pride y Chevron que anteriormente operaban para Pdvsa, son ahora manejados por los Al Abdala.
Los cinco hermanos, descendientes de sirios, poseen buques que transportan alimentos y algunos relacionan sus negocios con los de ciertos grupos narcotraficantes.
En Venezuela los Al Abdala ejercen notable presencia en la costa oriental del Zulia, estado donde todavía muchos recuerdan la fiesta de 15 años de la hija menor de Basil Al Abdala, presidente de S&B Terramarine Services, celebrada en 2016 en el Palacio de Eventos de Maracaibo, con unos lujos inimaginables.
El empresario Basil Al Abdala vive en Miami a cuerpo de rey. Años atrás se rumoreó que le había obsequiado un vehículo Maserati a José Luis Parada.
La fiesta de Basil Al Abdala es la más recordada de 2016 en Zulia
El sultánico mundo de Aladín cobró vida en el gran salón del Palacio de Eventos de Maracaibo para celebrar los quince años de Megan Al Abdala, hija menor del empresario petrolero Basil Al Abdala.
Bajo un concepto otomano, diseñado por Vicente Izarra, la joven cumpleañera disfrutó junto a amigos y familiares una velada sin precedente que logró posicionarse en las redes sociales con la etiqueta #princessmeg15th.
El lugar se convirtió en un jaima decorado con candelabros de cristales y guirnaldas florales de lavanda que servían de centro para las mesas del banquete que disfrutarían más de mil 500 personas.
Cual mercader turco se dispusieron estaciones de aperitivos típicos de la cocina árabe, que antecedieron un menú plagado de sabores mediterráneos.
A juego con zapatillas de Louis Vuitton, la quinceañera lució un vestido inspirado en el romanticismo francés.
Douglas Tapia confeccionó bajo la técnica del recámado sobre encaje el salpicado de más de 2 mil 500 diminutas rosas de sedas cubiertas de cristales de swarovsky y un corpiño estructurado con sutil escote.
La pieza tuvo un peso aproximado de 18 kilogramos y sirvió de marco para el trabajo de maquillaje de Thayana Valbuena y el estilismo de Paul Galea, quienes dieron vida a la imagen de la joven durante su sesión fotográfica realizada en la avenida de los Campos Elíseos de Paris por Donald Bohorquez y el vídeo de José Borrero, aunque también hubo locaciones como el Teatro Baralt, en la capital zuliana.
La tonada musical estuvo a cargo del reguetonero colombiano Maluma y del dúo venezolano Chino y Nacho, luego que la agasajada hiciese su entrada triunfal tomada del brazo de su hermano, para abrir pista de la mano de su padre con un vals instrumental en vivo.
Sus compañeros del Colegio San Agustín junto a personalidades como Sebastian Buitrago, participante del Desafío Súper Humano 2016, Reynaldo Mercier, del grupo Treo, la actriz Yuvana Montalvo, el cónsul honorario de Portugal José Humberto Oliveira, se dejaron entre ver entre la lista de asistentes, quienes recibieron una tableta digital como inusual invitación al evento.
Salido de una lámpara mágica la animación de Hendrick Bages se complementó con el trabajo de Doble Acción, quién se encargó del cotillón de la noche.
Durante la velada se pudo disfrutar de un área para la preparación cremas y aceites corporales como obsequio, así como una exhibición de serpientes exóticas para retratarse en una ambientación exterior.