cómplice y víctima de Madoff, disfruta la dolce vitta


VenePirámides
Andrés Piedrahita, el hombre de Madoff en España, CEO del Grupo Fairfield Greenwich y uno de los visitantes más rutilantes de Mallorca, ha cambiado sus vacaciones en Son Simonet (Esporles), donde captaba a gran parte de sus clientes, por un ‘superyate’ de 22 millones de euros, reportó Mallorca Diario. El colombiano, cómplice y víctima salpicado por la estafa piramidal, no renuncia a su opulento estilo de vida.

Las heridas del escándalo de Bernard Madoff todavía escuecen a sus víctimas. Sin embargo, el responsable de Fairfield Greenwich, quien aseguró que suconfianza ciega en Madoff le llevó a invertir gran parte de su fortuna personal en estos productos fraudulentos, ahora surca los mares junto a su familia en el yate de lujo ‘Oxygen’. La impresionante embarcación, fabricada y distribuida por el astillero Camper & Nicholson, tiene 42 metros de eslora y fue construida por Baglietto, siguiendo al pie de la letra las exigencias del empresario. El diseño del yate fue hecho por el arquitecto naval Francesco Paszkowski y contempla detalles exquisitos, como un gran jacuzzi sobre la cubierta principal donde también se encuentra una habitación muy amplia para los dueños, dos habitaciones VIP y hay otras dos cabinas gemelas debajo de cubierta. Sus motores MTU gemelos aseguran una velocidad de crucero de 20 nudos en comodidad completa, dicen sus constructores.

Aunque muchos creían que debería estar escondiéndose de los ahorristas esquilmados bajo el esquema del fraude de «Bernie» Madoff, Piedrahita en junio pasado recibió su nuevo yate y ahora está de crucero con su esposa Corina Noel y con sus hijos por las islas Dálmata en Croacia y la isla griega de Corfú en el mar Jónico. En las últimas horas fue visto en Saint Tropez y en Venecia sin disimular que está viviendo una experiencia única con su nuevo juguete.

Este verano la possessió de Esporles guarda entre sus paredes los recuerdos de épocas mejores, cuando Piedrahita realizaba allí sus fastuosas fiestas para atraer a grandes inversores y amigos como su íntimo Alberto Cortina -otro habitual de la Isla y dueño de la finca de Moncaire-, Alicia Koplowitz, Juan Abelló y la familia Lladró, entre otros.

Mientras tanto, su dueño se olvida de la gran estafa navegando las cristalinas aguas del Adriático a bordo de su propio barco. Poco parece importarle que los fondos de Fairfield y sus clientes fueron arruinados por el fraude que supera los 65 mil millones de USD.

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