Que el Sebin es una organización criminal ya nadie parece tener dudas. Sus actividades, sobre todo en el ámbito político, más que casos de inteligencia, revelan manejan manejos dolosos e irregulares, oscuros. Pero cuando se creía que podían existir límites, la declaración de una madre boliviana cuya hija fue secuestrada en 2012, revela que aun falta mucho por conocer acerca de la naturaleza delincuencial del organismo policial venezolano.
El 24 de junio de 2024, el Departamento de Estado de los Estados Unidos, a través de su titular Antony J. Blinken, reconoció a Marcela Martínez como una de las heroínas que forma parte del Informe sobre la Trata de Personas de 2024 o Informe TIP (1). Ella es la madre de Zarlet Clavijo, quien el 4 de junio de 2012, cuando contaba con 17 años, fue secuestrada en Bolivia.
En la citada fecha, Clavijo salió de su casa en La Paz rumbo a la Universidad y, desde entonces, no se supo más de ella. Doce años de angustia para Marcela Martínez, quien a partir de entonces brega a través de todos los medios a su alcance, para rescatar a su hija. Luego se sabría que el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional tenía las manos metidas en este caso de trata de personas.
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Caso cerrado
Después de varios años, el caso fue cerrado por las autoridades de Bolivia, pero reabierto en julio de 2022 en razón de que el Ministerio Público decidió tomar de nuevo la investigación cuando se enteró que Marcela Martínez ahora conocía el paradero de la joven.
“Se está reabriendo, porque desconocíamos que la madre ya conocía del paradero de esta persona”, dijo Daniela Cáceres, directora de la Fiscalía Especializada en Delitos en Razón de Género y Juvenil, según reseñó a la prensa (2).
A propósito del reconocimiento estadounidense, el caso volvió a la palestra y Marcela Martínez, durante entrevista (3), recordó que, en 2022, Zarlet Clavijo se encontraba en poder del Ejército de Liberación Nacional en la frontera entre Colombia y Venezuela.
Marcela Martínez (quinta de izquierda a derecha sentada) durante el reconocimiento otorgado por el Departamento de Estado de Estados Unidos.
Al detallar, dijo que, en 2019, un grupo de la mafia dedicado a la explotación sexual le informó que su hija la tenía el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional de Venezuela (Sebin) y que ellos se comunicarían con ella para verificar la identidad de la muchacha.
Las investigaciones de la madre
Marcela Martínez y su hija Zarlet Clavijo
En virtud de la inoperatividad de las autoridades, Marcela Martínez fundó la organización “Zarlet Ilumina”, con la cual esperaba dar con el paradero de su hija. Este grupo uso el sistema de alerta temprana Amber como método de ayuda entre las familias afectadas por situaciones similares y dar con la ubicación de sus seres queridos.
El Sistema de Alerta Temprana AMBER es un conjunto acciones coordinadas y dirigidas a agilizar y lograr la búsqueda, localización y resguardo de un niños y adolescentes desaparecidos. Este trabajo voluntario le valió a Marcela Martínez la distinción conferida por el Departamento de Estado de los Estados Unidos.
Lo cierto es que estando en estas búsquedas, en 2019, una serie de pistas e informaciones la llevaron a salir de Bolivia para verificar todos estos datos. Fue de este modo que supo que Zarlet Clavijo se encontraba en Barcelona, España, donde era explotada sexualmente.
Se conocen los oscuros manejos del Sebin
Explica que Zarlet estaba en poder de una mafia de Europa del Este que mantenía a la “propiedad” —modo en que se refirieron a la joven secuestrada— “la tenía el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional de Venezuela (Sebin) y que ellos se iban a comunicar conmigo para verificar si se trataba de mi hija”.
Al día siguiente de haber recibido esta información, Marcela Martínez fue contactada telefónicamente y le pidieron “una foto de su carnet y de su pasaporte, lo hice y a los pocos minutos me dijeron que estábamos hablando de la misma persona y que vuelva de inmediato a mi país a esperar a que trasladen a Zarlet a Sudámerica”.
Narra Marcela Martínez que retornó de Estaña, pues lo indicaron que la negociación se llevaría a cabo en la frontera de Colombia y Venezuela.
El inexplicable papel del Sebin
Ya en tierras suramericanas, el Sebin se identificó como intermediario,” me recalcaron que ellos no la secuestraron, que alguien pagó para que la secuestren y la entregaron al Ejército de Liberación Nacional en calidad de custodia”.
Un papel injustificable al tratarse de un organismo estatal que en esta declaración admitió lo que siempre negó el régimen venezolano: sus nexos con la guerrilla terrorista colombiana.
Precisa Marcela Martínez que de inmediato inició la negociación, pero le pidieron que tanto el expresidente colombiano, Juan Manuel Santos, como la entonces presidenta de Bolivia para la fecha, Jeanine Añez, debían solicitar el reinicio de las negociaciones de paz que había suspendido el presidente Iván Duque.
Otra exigencia que le hicieron fue un avión para el traslado del dinero desde Caracas hasta Suiza. Tal pedido, explica Marcela Martínez, “estaba totalmente fuera de mis manos. Intenté tomar contacto con Jeanine Añez y con el expresidente Santos y no lo logré”.
Y agrega: “El Gobierno de Añez se había vendido a la delincuencia a través del exministro de Gobierno Arturo Murillo y él obstaculizó mi acceso, me dijo que no podía meterse en cosas tan complicadas. Luego vino la pandemia y ahí perdí totalmente el contacto”.
Secuestrada en Venezuela
Y si bien la participación del Sebin en estos hechos resulta insólita, igualmente lo es lo que revela otra parte de las declaraciones de Marcela Martínez: Zarlet Clavijo, la joven secuestrada estaba en la selva venezolana, el organismo de inteligencia conocía su ubicación, llevó a la madre hasta el sitio, pero inexplicablemente no la rescató ni la entregó a su familiar.
“Sé que estuvo en la selva en Venezuela. Me llevaron tres horas con los ojos vendados y la vi. No pude acercarme ni hablar con ella, era parte del acuerdo. Lo último que sé es que la han vuelto a mover. He logrado hablar con uno de los intermediarios [el Sebin], pero nunca más me dieron una prueba de vida”.
Ahora Marcela Martínez trabaja en la reapertura del caso en Bolivia —legalmente está cerrado— ahora que tiene nuevas pruebas. Entretanto, queda el mal sabor que lo revelado aquí constata sobre el carácter criminal del Sebin, en particular, y de todo el régimen de Nicolás Maduro, en general.
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Fuentes consultadas:
(1) U.S. Department of State. (24 de junio de 2024). “Secretary Antony J. Blinken at the Release of the 2024 Trafficking in Persons Report”. Disponible en: https://www.state.gov/secretary-antony-j-blinken-at-the-release-of-the-2024-trafficking-in-persons-report/
(2) Opinión. (30 de julio de 2022). “La Fiscalía confirma que reabre el caso de Zarlet, desaparecida en 2012”. Disponible en: https://www.opinion.com.bo/articulo/policial/fiscalia-confirma-que-reabre-caso-zarlet/20220730142338875223.html
(3) Trigo, María Silvia. (19 de agosto de 2024). “Premiaron a una boliviana que busca a su hija secuestrada hace 12 años: ‘Logré verla, la tenía el ELN en la selva en Venezuela’”. En Infobae. Disponible en: https://www.infobae.com/america/america-latina/2024/08/19/premiaron-a-una-boliviana-que-busca-a-su-hija-secuestrada-hace-12-anos-logre-verla-la-tenia-el-eln-en-la-selva-en-venezuela/
Tomado de Caso de secuestro y trata de personas evidenciaría que el SEBIN es una organización criminal