Cárteles como Terroristas: La Orden Ejecutiva de Trump que redefine la amenaza global al Crimen Transnacional

La Orden Ejecutiva del Presidente Donald Trump, que designa a los cárteles de la droga como Organizaciones Terroristas Extranjeras (FTO, por sus siglas en inglés), marca un punto de inflexión en la lucha contra el crimen organizado transnacional (CTOC). Esta acción eleva el combate contra estas organizaciones a niveles de seguridad nacional y presenta una perspectiva innovadora que vincula el crimen y el terrorismo. Joseph Humire, experto en seguridad nacional, aporta un análisis detallado sobre los tres conceptos clave de esta orden: la convergencia entre crimen y terrorismo, los sistemas complejos adaptativos y la guerra asimétrica.

1) Convergencia entre crimen y terrorismo

La convergencia entre el crimen y el terrorismo implica una relación simbiótica y estratégica entre organizaciones criminales y terroristas. Humire destaca que, si bien los objetivos estratégicos de estos grupos no son necesariamente idénticos, la colaboración surge principalmente debido a la logística. Los financiadores, solucionadores y facilitadores que ayudan a los cárteles de la droga también proporcionan los mismos servicios a organizaciones terroristas. Este fenómeno está permitiendo que economías ilícitas se expandan y tomen control de los países.

Un caso paradigmático de esta convergencia es el de Ayman Joumaa, un financista colombiano-libanés que operó con los cárteles mexicanos, especialmente con Los Zetas, y Hezbollah. Joumaa no solo fue un actor clave en el tráfico de drogas a los Estados Unidos, sino que también blanqueó enormes cantidades de dinero a través del sistema financiero estadounidense. En 2011, aunque fue sancionado como capo de la droga, Humire argumenta que debería haber sido incluido en la lista de Terroristas Globales Especialmente Designados.

2) Sistemas Complejos Adaptativos (SAC)

El concepto de sistemas complejos adaptativos proviene de la teoría de sistemas sociales y se aplica al análisis de las organizaciones criminales. En lugar de seguir una estructura jerárquica centralizada, los cárteles de hoy en día operan de manera descentralizada, adaptándose a las presiones y utilizando redes de agentes que abarcan desde el contrabando de drogas hasta actividades terroristas. Esto hace que las operaciones sean más flexibles, resistentes y difíciles de desmantelar.

Un ejemplo de la aplicación de este concepto es Venezuela, donde tanto los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas como Hezbollah han desarrollado redes logísticas sofisticadas. Estas redes incluyen medios de comunicación, transporte, ONGs y otros actores que facilitan las actividades ilícitas, lo que convierte a Venezuela en un caso extremadamente complicado de resolver. La capacidad de adaptarse a la presión de actores externos, como Estados Unidos, a través de un sistema CAS (Sistemas Adaptativos Complejos), convierte a las redes en estructuras insurgentes difíciles de destruir.

3) Guerra Asimétrica

La guerra asimétrica se refiere a un tipo de conflicto en el que un bando utiliza medios no convencionales para alcanzar sus objetivos. En este contexto, los cárteles de droga y las organizaciones delictivas extranjeras son usados como herramientas en una guerra de baja intensidad, invadiendo y controlando territorios en los Estados Unidos y otros países. Los cárteles no solo están involucrados en actividades ilícitas, sino que también se convierten en agentes de guerra asimétrica, en los que los regímenes de lugares como Irán, China y Venezuela utilizan a estos grupos como «soldados» para llevar a cabo operaciones que buscan debilitar a sus enemigos, particularmente a Estados Unidos.

Un claro ejemplo de esto es el Cártel de los Soles en Venezuela, que ha logrado apoderarse de una parte significativa del mercado mundial de cocaína. A través de operaciones sofisticadas de narcotráfico, el gobierno venezolano ha utilizado a este cártel para financiar operaciones de guerra asimétrica, incluyendo el tráfico de armas y la infiltración en otros estados-nación. Humire señala que este modelo de uso del narcotráfico como arma, implementado durante la Revolución Bolivariana, representa un ángulo único dentro de la guerra asimétrica.

4) Infiltración de los Cárteles en Gobiernos Extranjeros

El tráfico de drogas también ha servido como una herramienta para la infiltración de gobiernos extranjeros, especialmente en el hemisferio occidental. Este fenómeno ha sido documentado por el propio Humire, quien subraya la capacidad de los cárteles para infiltrar las estructuras políticas de países clave, como Venezuela. La Orden Ejecutiva de Trump refleja una comprensión más precisa de esta realidad, adaptándose a la complejidad de las amenazas actuales que enfrentan los Estados Unidos y sus aliados.

Con la firma de esta orden ejecutiva, Trump introdujo una nueva era en la lucha contra el crimen organizado y el terrorismo. Al combinar la lucha contra el CTOC con los marcos conceptuales de convergencia entre crimen y terrorismo, sistemas complejos adaptativos y guerra asimétrica, Estados Unidos ha puesto en marcha un enfoque más integral y efectivo. Las organizaciones criminales y terroristas, lejos de operar de manera aislada, están convergiendo y fortaleciéndose mutuamente, lo que representa un desafío significativo para las autoridades internacionales.

Joseph Humire deja claro que este fenómeno global ha llegado a un punto crítico, donde las organizaciones delictivas no solo buscan generar ganancias, sino también ocupar y controlar territorios estratégicos en la guerra asimétrica que se libra en diversas partes del mundo. La designación de los cárteles como Organizaciones Terroristas Extranjeras es un paso fundamental para proteger la seguridad nacional y restaurar la integridad territorial de Estados Unidos en un contexto internacional cada vez más complicado.

Tomado de Cárteles como Terroristas: La Orden Ejecutiva de Trump que redefine la amenaza global al Crimen Transnacional