En caso de que PROVEA no publique mi comentario a Marino Alvarado, lo pongo aquí, por si acaso.
Estimado Sr Alvarado,
como venezolano de origen vasco, y cuya familia también llegó a Venezuela a causa del franquismo, me permitiré expresar algunas opiniones sobre su articulo, que espero sean publicadas en este espacio, sin edición.
Comenzare por el principio. Arturo Cubillas llegó efectivamente a Venezuela junto con un grupo de etarras a finales de los años 80, procedente de Argel si no me equivoco, gracias a un acuerdo entre el entonces presidente del gobierno español, Felipe Gonzalez, y el entonces presidente de Venezuela, Carlos Andrés Perez. El cómo y cuándo llegó no es tan relevante como el por qué llegó. ¿Puede Usted, o Cubillas, afirmar, con alguna credibilidad, que el motivo no fue por comisión de delitos y asociación a organización terrorista?
Efectivamente, esos etarras no están en Venezuela por Chavez. Ahora bien, puede Usted, o Cubillas, indicar algún ejemplo o evidencia, anterior al arribo al poder de Chavez, que pueda demostrar la designación a cargos públicos de alguno de los miembros de ese grupo de extraditados que llegó a Venezuela en 1989?
A la relación de Goizeder Odriozola, esposa de Arturo Cubillas, con Hugo Chavez y Elias Jaua se debe la designación de Cubillas al cargo que actualmente detenta en el ministerio de tierras. Puede Usted, o Cubillas, proveer evidencia alguna que demuestre que dicha designación fue la conclusión de un proceso de selección abierto al publico para dicho cargo, y no una designación a dedo? Habida cuenta de sus argumentos sobre la obligación de dicho colectivo de presentarse regularmente ante los cuerpos de seguridad del estado durante los gobiernos de CAP, Caldera y Chavez, puede Usted, o Cubillas, explicar la prescripción de dicha obligación?
Desde luego que Arturo Cubillas tiene los mismos derechos que cualquier otro ciudadano. Ahora bien, en vista de las acusaciones hechas en su contra por autoridades de la Audiencia Nacional en España, y solicitudes a INTERPOL exigiendo al estado venezolano su arresto y extradición, cree Usted, o Cubillas, que el uso de números de cédulas falsos en su petitorio a la fiscalía contribuye a disipar las dudas que se tienen sobre su persona? Usted ha dicho que conoce bien a Cubillas, y que ha estado al tanto de lo que ha hecho desde que llegó a Venezuela, llegando a afirmar que esta «100% seguro» de su inocencia. Sin embargo, afirmó Usted, sin compunción, no estar al tanto del cargo que Cubillas detenta en el ministerio de tierras. Entonces, conoce Usted bien a Cubillas o no? Cómo puede Usted estar tan seguro de su inocencia, con lo cual sugiere dudar de la legitimidad de autos dictados por jueces de la Audiencia española?
Siendo que Usted conoce tan bien a Arturo Cubillas, cómo puede Usted garantizar la inocencia de alguien que llegó al país por asociación con grupo terrorista? Que palabras tiene Usted, como defensor de los derechos humanos, para las familias de los policías asesinados por el comando Oker, al que pertenecía Arturo Cubillas previo arribo a Venezuela? Y para las familias de las 813 víctimas de ETA desde la llegada de la democracia a España?
Aparentemente tuvo Usted como colega a Goizeder Odriozola. Es ése el motivo por el cual ha decidido asumir la defensa de Cubillas? Si Cubillas no tiene ya ninguna vinculación con ETA, puede Usted explicar el hecho que el diario Gara, sindicado de ser la voz de ETA, ha publicado opiniones de Goizeder Odriozola?
Dice Usted haber acompañado a Cubillas a la fiscalía, y estar en espera de que se adelanten las investigaciones. Podría Usted explicar su confianza en las investigaciones de la fiscalía venezolana, ignorando aquellas de la Audiencia española? Está Usted al tanto de las resoluciones 1373 y 1624 de las Naciones Unidas? Es decir, Sr. Alvarado, Usted de verdad cree que se puede conceder el beneficio de la duda a alguien involucrado en actividades terroristas y en el asesinato de inocentes?
En espera de su respuesta, me despido cordialmente.