Falta poco, muy poco, para las presidenciales en Venezuela. En los últimos días he tenido una cantidad inusual de conversaciones sobre el tema electoral con otros colegas blogueros: Iñaki Gainzarain, Alejandro Tarre, Miguel Octavio, Guillermo Salas y Eric Eckvall. Como es logico, todos estamos preocupados por lo que podría representar otra «victoria» de Hugo Chavez en Venezuela. Hasta los momentos, he podido identificar dos corrientes claras dentro del mundo opositor. Por un lado está la oposición «oficial», que es aquella conformada por Henrique Capriles Radonsky liderando el Comando Venezuela y la Mesa de la Unidad, o MUD, donde hacen vida prácticamente todos los políticos profesionales -y los que aspiran a serlo. La elección del candidato de esa oposición fue democrática. No así la escogencia de los representantes de esa oposición ante el CNE, ni de las estrategias electorales a emplearse. Ello fue producto de arreglos políticos, tras bastidores, donde los jerarcas adecos, copeyanos, de Primero Justicia, Voluntad Popular y de Un Nuevo Tiempo, decidieron entre ellos quien haría qué y en dónde. Luego tenemos otra oposición, la no oficial, la de a pie. La que votaría hasta por un retardado mental con tal de ver el final del maldito régimen chavista. Esta oposición, poco o no partidista, congrega, y con mucha diferencia, a la mayoría de los votos que obtendrá el candidato opositor, sea quien fuere. Dentro de esta oposición hacen vida organizaciones de la sociedad civil. Se encuentran también allí estudiosos del tema electoral. Me atrevería a afirmar que los mejores trabajos que se han hecho en Venezuela para exponer lo fraudulento del sistema electoral de Hugo Chavez se han hecho por personas de la oposición no oficial. Lamentablemente, no hay unión de criterios entre las dos oposiciones en el tema electoral.
La posición oficial, basada en opiniones de personas de poca o nula capacidad técnica, es que el sistema electoral «ha sido suficientemente auditado», lo cual no es cierto. En el meollo del asunto tenemos el Registro Electoral Permanente, el cual no ha sido debidamente auditado desde el 2005. Las dizque auditorías que se le han hecho, han sido hechas por el CNE, en procesos a puerta cerrada, donde la oposición oficial no tiene ni voz, ni ojos, ni votos en cuanto a metodología. Los representantes de los partidos políticos son sencillamente invitados, de vez en cuando, por el CNE para que firmen aprobación de resultados de procesos de auditoria que nunca presenciaron. Esto es en suma preocupante, por cuanto nadie en la oposición, ni las universidades, ni los partidos políticos, ni las ONGs de la sociedad civil sabe a ciencia cierta si los casi 19 millones de electores que el CNE dice que contiene el REP existen o no, viven donde se presume viven o no, y poseen las cédulas de identidad que los identifican. Tomar el REP tal cual como lo anuncia el CNE es un acto de fe. Ni mas ni menos. Allá aquellos que quieran creer en ese tipo de cosas.
Luego el sistema de votación no se ha auditado debidamente desde el 2005. En un proceso de auditoría celebrado en Fila de Mariches en noviembre del 2005, y en el cual participaron observadores de la Union Europea y de la OEA, un técnico llamado Leopoldo Gonzalez corrió un programa en una computadora adjunta a una de las maquinitas Smartmatic, luego de concluida una votación ficticia, y comenzó a decir, en voz alta, cómo cada uno de los participantes había votado. Jorge Rodriguez, allí presente, mando a parar todo aquello de inmediato. Luego los partidos de oposición decidieron retirarse al haberse demostrado que el secreto del voto estaba comprometido. Esa fue la última, y única vez, en la cual se le ha permitido a la oposición ponerle las manos a las maquinas de lotería de Hugo Chavez.
Muchas elecciones han ocurrido desde entonces. El común denominador es siempre el mismo: a la oposición no se le permite jurungar el sistema y punto. Como no, se hacen auditorias de papeletas en los centros donde hay testigos. Igual la oposición esta a la merced del ministerio de elecciones, en lugar de en términos de igualdad como participante legítimo de la contienda. Y sobre este punto quiero aclarar que mi intención no es, ni ha sido nunca, el abandonar el juego y dejarle el campo libre al caudillo y sus huestes de resentidos y criminales. No. Hay que jugar. Pero en una pugna donde obligatoriamente se necesita mas de un pugil, el otro debe reclamar condiciones. Y no se trata de adoptar posiciones radicales. No. Se trata de reclamar derechos, se trata de exigir que se cumpla la ley. Más nada. Esta actitud le molesta a la oposición oficial, y en su maniqueísmo balurdo la definen como radical. Es decir, para la oposición oficial, reclamar derechos es sinónimo de radicalismo. Así de desconectados, o desesperados, están.
En cualquier caso, tenemos un cangrejo electoral por delante. Pero, como dice el lema de la campaña, hay un camino, y no es otro que asegurarse de tener testigos en todos los centros, sobre todo, en aquellos donde nunca ha tenido presencia la oposición. Pero también en donde tradicionalmente los ha tenido. Me explico. Mi madre murió el 15 de octubre de 1983, en San Sebastian, España. Es decir, hace casi 29 años. No obstante, mi madre todavía está registrada como votante en el REP, en un centro ubicado en territorio liberado: El Cafetal. Se preguntarán por qué digo territorio liberado? Muy sencillo, El Cafetal, según datos del CNE, es la parroquia electoral de Venezuela donde hay menos votos chavistas. Si hemos de creer dichas cifras, solamente el 6,6% de 31.439 votos durante las parlamentarias del 2010 fueron para el chavismo.
Ahora fijemos la vista en lo opuesto, es decir en territorio donde el chavismo obtiene la mayor cantidad de votos: Delta Amacuro. Uno pensaría que guardarían las formas, pero no, los chavistas no entienden de eso. Así, vemos que hay lugares, como la parroquia Francisco Aniceto Lugo, donde Chavez obtiene el 99,8% de los votos (ver addemdum II). Na huevonada! Como Fidel! Ni siquiera en 1998, cuando se le podía dar el beneficio de la duda al militar golpista, obtuvo esos resultados. Claro, obtiene 99,8% de los votos por que la oposición no tiene, y seguramente nunca ha tenido, testigos en esa parroquia. Pero volvamos al tema anterior: cómo votará mi madre? Cómo puede la oposición saber que su voto no fue por el chavismo? Es más, cómo puede corroborar si ese elector – cuyo voto aparecería atribuido en el cuaderno electoral de ese centro- existe? Las captahuellas no impedirían que alguien utilizando los detalles de mi madre vote. La única manera de impedirlo habría sido auditando el REP, no?
Por ahí ha dicho, la oposición oficial, que el CNE ha estado depurando el REP, que los muertos han sido eliminados, etc. No se sabe cuántos hay, y a lo mejor no son muchos. Pero en elecciones en las que un voto puede definir el futuro de Venezuela debemos, obligatoriamente, impedir todas las posibilidades de fraude. En los centros donde el chavismo gana con porcentajes imposibles, digamos con más del 75%, hay 613.462 electores. Si lo dividimos por porcentajes:
286.249 electores en centros donde Chavez obtiene entre 75% y 80%
270.015 electores en centros donde Chavez obtiene entre 80% y 90%
57.198 electores en centros donde Chavez obtiene entre 90% y 100%
Por qué digo porcentajes imposibles? Por que en Venezuela no ha habido nunca una elección con cero abstención. Por ello, si a más de 75% de votos pro Chavez le sumamos los de la oposición -alguno tiene que haber- y la abstención, es lógico concluir que esos resultados son fraudulentos. Estamos hablando, estimados lectores, de fraude en un universo de 613.462 votos.
Para concluir, el Comando Venezuela dice estar mejor preparado que nunca. Los que creen en pajaritos preñados, dicen que esto dizque está blindado (esperemos que no como el RR 2004…) A propósito de un articulo en el blog de Miguel undefined, dejé un comentario esta mañana undefined.
Nótese el numero de centros donde ganó la oposición en lado izquierdo: 1.002 (Venezuela urbana). Compárese con el numero de centros donde ganó el chavismo, en el lado derecho: 3.811 (Venezuela rural). La relación es de casi 1 a 4, es decir, por cada centro donde gana la oposición hay 4 centros donde el fraude esta prácticamente garantizado debido a la ausencia de testigos. Dicho de otro modo, de casi 5.000 centros la oposición sabe a ciencia cierta que los resultados de 1.002 de ellos, o un 20%, son fiel reflejo de la voluntad de los electores.
Otra cosa que me llamó la atención del gráfico son los niveles de abstención. Si en los 3.811 centros más chavistas la abstención fue del 36%, cómo puede obtener el chavismo más del 75% de los votos? Si miramos el mapa electoral undefined (parlamentarias 2010), podemos ver, como indique anteriormente, que hay un universo de 613.462 electores en centros donde el chavismo obtiene más del 75% de los votos (ver addemdum II). El gráfico indica que hay 2.500.000 de electores en cada grupo. Cómo se cuadra esa cuenta?
Ojalá la oposición oficial sepa lo que está haciendo. Ojalá logren impedir el fraude. Y ojalá que su actitud genuflexa ante el ministerio de elecciones se traduzca en una victoria electoral.
Addendum: en aras de aclarar algunas dudas sobre si es posible o no que el chavismo obtenga más del 75% de los votos en ciertos centros, debo decir lo siguiente:
en centros donde la abstención es de 36%, es imposible que Chavez obtenga más del 75% del total de los inscritos* en ese centro.
Es decir: si un centro tiene 100 electores, y la abstención es del 36%, quedan 64 votos. De esos, Chavez bien podría obtener más del 75% de los votos (de 64 votos = 48 votos).
Lo que no es posible, es que Chavez obtenga más del 75% de todos los inscritos (de 100 más no de 64), que es el caso en los centros a los que me he referido, como Francisco Aniceto Lugo. Es imposible que en una elección donde participaron 64 personas, Chavez saque 75, 80 o 99 votos. Y como no tiene ningún sentido, me puse a sumar todos los electores en centros donde el chavismo obtuvo los porcentajes referidos, y encontre que el tipo saca esos porcentajes del total de inscritos*, mas no del total de los participantes en la elección! Estamos hablando de un universo de 613.462 electores.
*Data del CNE via ESDATA, via mapa electoral undefined de D. Kronick, C. Font, J. Rodriguez Rivas.
**Grafico de Roberto Picón, del Comando Venezuela.
Addendum II, 24.08.2012, 08:41 GMT: me acabo de dar cuenta que la data del mapa electoral de D. Kronick, C. Font, J. Rodriguez Rivas, difiere un tanto de la publicada por ESDATA. Tomando como ejemplo la parroquia Francisco Aniceto Lugo undefined, en los resultados de las parlamentarias del 2010, el mapa electoral de Kronick, Font y Rodriguez Rivas indica que dicha parroquia tiene 1.395 electores registrados (Registered Voters), pero ESDATA indica que el numero de electores en esa parroquia es 1.705.