Angel Villarino, de El Confidencial, acaba de publicar el primer ajustado (a la realidad) del mega corrupto venezolano Alejandro Betancourt. Mucho habían tardado los medios españoles en descubrir lo que venimos ventilando a viva voz los venezolanos: Derwick Associates es un antro de corrupción, y todo lo que viene de allí no es sino variaciones de temas conocidos como apropiación indebida y blanqueo de dinero.
El extenso artículo de Villarino contiene un par de detalles que no conocía:
1) Otto Reich, despues de tanto pelear, termino trabajando para la firma de cabildeo (Ballard Partners) contratada por una empresa controlada por Betancourt (Hawkers);
2) un testaferro de Betancourt (José Ramón Blanco Balín) acaba de ser aceptado por el régimen de Nicolás Maduro como socio de PDVSA en una dizque asociación estratégica llamada PETROSUR. Citando a Villarino:
El venezolano parece abrir muchas puertas a quienes se sitúan en su entorno. Ahí está José Ramón Blanco Balín, exvicepresidente de Repsol, imputado en varias piezas de la trama Gürtel como “blanqueador” de Correa y persona muy cercana a Betancourt en Madrid. El pasado 10 de julio, obtuvo una autorización del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela para explotar parte del yacimiento conocido como Faja Petrolífera del Orinoco junto con una filial de Petróleos de Venezuela SA (PDVSA), con Petrosur SA.
Cabe preguntar, dado el pasado criminal del Sr Blanco, ¿qué credenciales puede haberle presentado Blanco al Tribunal Supremo de Justicia para obtener dicho negocio y ser favorecido por PDVSA? Amén de la irregularidad del máximo tribunal del país aprobando acuerdos comerciales de competencia exclusiva de la Asamblea Nacional de Venezuela, preguntemos de otro modo: sin los «buenos auspicios» de Betancourt, por qué Nicolás Maduro habría de entretener propuestas de compañías de maletín «gerenciadas «¿Por Blanco?