Así se hizo rico el «boliburgués» Leopoldo Castillo Bozo en Venezuela


Leopoldo Castillo Bozo es el factótum de la corrupción boliburguesa. Estafador profesional, de Castillo se ha dicho mucho, pero no todo. Desde la imputación del Ministerio Público por simulaciones bursátiles de 2009, pasando por el conglomerado de Banvalor, hasta el BBA Bank NV en Aruba, Seguros BBA en Panamá, y el escape de película de Castillo con su amante y la fortuna que amasó con el chavismo, hay un trecho. Un nombre de un familiar directo de Hugo Chávez. ¿Cómo hicieron rico a Castillo Bozo? ¿Quiénes lo ayudaron?

El chavismo da para todo. Y para todos. Desde corruptos discretos, hasta corruptos tan evidentes que incluso el propio sistema judicial del chavismo se ha visto en la necesidad de perseguirlos. No por hacer justicia, sino porque el escándalo les revienta en la cara o porque el boliburgués cayó en desgracia con el poder. Algo habrá hecho Leopoldo Castillo Bozo. Una mala jugada, quizás, que lo llevó a ser investigado en 2009 por el delito de simulación de operaciones bursátiles luego de denuncias de centenares de clientes que señalaron al conglomerado Banvalor por utilizar sus nombres para la compra de Bonos del Sur I y II y Bonos de Pdvsa entre 2005 y 2006.

Este escándalo, que evidenció que el grupo obtuvo millonarios ingresos en dólares preferenciales, fue el que abrió paso a la investigación del entramado de Banvalor. La Fiscalía ordenó captura internacional ante la Interpol para los Castillo Bozo, pero su detención jamás se llevó a cabo. Leopoldo, cabeza del grupo, había instalado ese mismo año un banco en Aruba, por lo que, tras el colapso sin retorno de Banvalor, se dedicó a trabajar en este proyecto.

Allí detendremos la historia, brevemente narrada. Porque el entramado de corrupción de Castillo Bozo pasó por tener como clientes en “su” aseguradora al Ministerio de Educación, las gobernaciones de Miranda y Carabobo, y la Alcaldía de Sucre. Casi nada.

Entonces una fuente apunta lo que sigue:

“Fue un general, de nombre Rubén Oropeza, quien ordenó a la administración cuando Héctor Navarroera ministro, a otorgar las pólizas a Banvalor. Y quien autorizó a Banvalor fue Adán Chávez”.

Saltan entonces un par de nombres. Un apellido Chávez, el de Adán, y un general de la Fuerza Armada, la misma que Chávez se encargó de depurar luego del 11 de abril y que prostituyó y politizó provocando que militares de rango medio y alto se enlodaran hasta el cuello en la corruptela. En el festín de los petrodólares que se esfumó después de 2013. Y ahora esa es la misma Fuerza Armada que sostiene a Nicolás Maduro, cuyos funcionarios han perseguido a algunos boliburgueses de los tiempos de Chávez, construyendo nuevos ricos propios, así como también construyó su propia cúpula del poder con los hermanos Rodríguez.

Los nombres se suman a la lista conocida de funcionarios chavistas que tuvieron relaciones con las empresas de Castillo Bozo: Alfredo Peña, Juan Barreto, Eduardo Manuitt, Aristóbulo Istúriz y el extesorero nacional Alejandro Andrade, siendo ese último pieza clave -por ser la más emblemática y la de mayor poder- en toda la corruptela del chavismo.

Ya en 2012, de hecho, a Castillo Bozo le habían negado la visa en Estados Unidos por estar incurso en actividades terroristas.

 

Y expandió sus tentáculos

 

A Castillo Bozo no le alcanzó con el escándalo de Venezuela. Tenía que llegar más lejos. No era suficiente el dinero mal habido. De allí que expandiera sus tentáculos al exterior. La filtración de los datos del bufete Mossack Fonseca, demostró que, en realidad, mucho antes de su expansión hacia el Caribe, el grupo Banvalor utilizó los servicios grupo panameño para crear tres empresas en las Islas Vírgenes, las cuales, fueron establecidas en la época en que el conglomerado recibió mayores beneficios económicos de entes públicos.

Los Panama Papers revelaron que, “entre 2007 y 2010, fecha de intervención de Seguros Banvalor, los Castillo Bozo abrieron 13 empresas, de las cuales no se conoce actividad comercial alguna. Una de ellas tiene un nombre similar a otra en Delaware, Estados Unidos, un estado que percibe cuantiosos ingresos mediante el registro de empresas con facilidades impositivas, y reconocido mundialmente como un paraíso fiscal”. 

Además, después del cierre del conglomerado Banvalor, Leopoldo junto a uno de sus hermanos abrió otras seis compañías, todas dedicadas al sector de seguros, banca y finanzas, en Panamá, República Dominicana y Estados Unidos.

Luego vino el escándalo de la liquidación forzosa de Seguros BBA, en Panamá. Allí la historia fue la misma que con el conglomerado de Banvalor: insuficiencia patrimonial, además de incumplimiento del régimen de prevención de blanqueo de capitales, de las obligaciones de protección al consumidor, con la comercialización de productos sin la autorización de la Superintendencia panameña y en la operación de negocios sin los reaseguros adecuados.

Allí es cuando la fuente que nos revela el dato del militar y de Adán Chávez, apunta:

“El Gobierno de Juan Carlos Varela en Panamá le solicitó la liquidación de la compañía de seguros.Fernando Berrogal, exministro de Interior de Costa Rica, actuó como su abogado”.

El resto de la historia ya es más que cinematográfica, pues Castillo Bozo terminó demandado hasta por su propia esposa, quien aseguró que su cónyuge pretendía liquidar todos los activos de Estados Unidos, dejar a ella y a sus hijos en “estado de indigencia”, y continuar la vida con su amante, con quien huyó millonario a un lugar desconocido. 

 

Fuente: El Cooperante


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