Diego Salazar, primo del exministro petrolero y ahora embajador de Venezuela ante la ONU, Rafael Ramírez, compró dos apartamentos lujosos en una de las zonas más exclusivas de Miami. Según reveló un Cooperante, Salazar, broker (intermediario en operaciones de compra y venta de acciones que cotizan en bolsa) de Petróleos de Venezuela, adquirió dos apartamentos por 15 millones de dólares en el edificio One Thousand Museum, ubicado en Biscayne Boulevard. Esta residencia comenzó construirse en el 2012 con la promesa de convertirse este año en una de las edificaciones más lujosas del mundo y, sin lugar a dudas, es el edificio más opulento de toda la ciudad de Miami, de acuerdo con El Cooperante.
El edificio fue concebido por Zaha Hadid, una famosa arquitecta de ascendencia iraquí galardonada con varios prestigiosos premios. El One Thousand Museum cuenta con 62 plantas, de las cuales la mitad son residencias, incluyendo duplex y dos penthouses en lo más alto del bloque. Una de sus particularidades es que se trata del primer edifico de todos los Estados Unidos que utiliza para el revestimiento hormigón junto a una fibra de vidrio reforzada, conformando una especie de exoesqueleto, material que ha sido traído desde Dubái.
Entre las comodidades y prestaciones que ofrece se encuentra la instalación de un centro “acuático” con dos alturas, estancia para eventos privados, zona para tomar el sol, centro deportivo, zona recreativa, acceso a un helipuerto, bóveda con cajas de seguridad individuales, personal de seguridad en todo el edificio y hasta el uso dentro de la instalación de un perfume especializado y creado para la ocasión. Los materiales empleados dentro de los apartamentos, totalmente equipados, son de alta calidad, con terrazas, en algunos casos, que dan vista a la Bahía Vizcaína y la presencia de un sistema de domótica, instalado por Crestron, gracias al cual y a través de una tablet se podrán controlar numerosos aspectos del hogar como la luz, el audio, la calefacción, las ventanas o la seguridad, entre otros, es decir, toda una tecnología y lujo que imposiblemente puede disfrutar un venezolano con sueldo mínimo y subsistiendo a la aguda crisis económica de la nación petrolera. El rango de precios oscilaba entre los 4 y 50 millones de dólares.