Fuente: AURORA
Desde que el venezolano Antonini Wilson apareció en un aeropuerto argentino en 2007 portando casi $800 mil dólares en efectivo en una valija, quedó en evidencia que el acuerdo que sostenían los Kirchner con el régimen chavista trascendía lo político e ideológico. Un dramático y sorpresivo vuelco en los acontecimientos acaba de ser develado en varios medios latinoamericanos.
Se trata de la noticia de que el Departamento del Tesoro de Estados Unidos se encuentra tras la pista de quien podría ser el cómplice más importante en el desfalco que el régimen Chávez-Maduro aplicó a Venezuela y que supera los $1.200 millones, fondos que estarían oxigenando al régimen de Maduro en medio de la peor crisis económica que haya azotado Venezuela.
El personaje en cuestión es el millonario israelí-argentino Diego Adolfo Marynberg, quien desde 2006 realiza “tratos” con el Gobierno venezolano que le habrían significado importantes beneficios.
El caso ha llamado la atención de la comunidad judía, toda vez que Marynberg y su esposa, Elena Spolsok, estarían usando un mecanismo de desfalco y lavado que involucraría donaciones a instituciones en Israel, razón por la cual estaría bajo la lupa del gobierno israelí desde hace más de una década según informó Haaretz.
A pesar de que las investigaciones de los organismos israelíes no han llegado a nada conclusivo, los vínculos de Marynberg con el corrupto régimen que en estos 20 años hundió en la miseria al país más rico de Latinoamérica, y la ruta del dinero que involucra algunos paraísos fiscales, ha despertado las investigaciones del Departamento del Tesoro.
El régimen venezolano mantiene un férreo control de la producción, distribución, comunicaciones, entre muchos otros sectores del país, de modo que en Venezuela no ocurre nada sin el visto bueno del régimen. De allí que sea absolutamente sospechoso que Marynberg se haya convertido en la cabeza del Banco Mercantil, uno de los bancos más antiguos del país y el segundo en tamaño.
En Venezuela se ha forjado un nuevo término para los jóvenes empresarios que de la noche a la mañana se han convertido en millonarios gracias a sus tratos con la llamada “revolución bolivariana”: los bolichicos.
Ya algunos medios locales se refieren a Marynberg como el “bolichico argentino”, quien en 2006 ya habría declarado para Bloomberg: «En efecto existe el riesgo político, pero el descuento que hace el mercado por esto es muy alto… Al final del día, Venezuela es el país más rico de América Latina», justificando temerarios movimientos, rechazados por muchos en el mercado financiero, que estarían respaldados en el mecanismo de la corrupción gubernamental de Venezuela.
Incluso se ha señalado que la fortuna de Marynberg provendría en gran parte a sus relaciones con el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner y que esta relación habría sido también la que le abrió las puertas de Venezuela.
Lo cierto es que los investigadores estadounidenses están uniendo puntos y siguiendo rutas ocultas entre negocios y empresas legales, que los llevan a la conclusión de que vale la pena la investigación.
Los medios de comunicación latinoamericanos señalan a Marynberg como el argentino-israelí que ayuda a Maduro a esconder el producto de los desfalcos contra Venezuela y se habla de cifras que pudieran superar los $800 millones sólo entre 2014 y 2015.
Según publica el portal argentino Infobae, las millonarias ganancias de Marynberg de sus negocios con el régimen venezolano «se movían en forma de bonos emitidos por el gobierno de Venezuela, luego vendidos y llevados a un banco en Curazao».
¿Y cómo es que Marynberg sale a la luz apenas ahora?
El deterioro socioeconómico de Venezuela, que produce una inflación de millones por ciento y que el régimen de Maduro trata por todos los medios de achacar a un supuesto “bloqueo” de los Estados Unidos, atraviesa dramática y transversalmente todos las esferas de la sociedad, lo que ha producido un inédito éxodo de venezolanos hacia otros países latinoamericanos como Brasil y Colombia, en una irónica imitación del “Paso de los Andes” en el que los patriotas venezolanos cruzaron la cordillera a pies descalzos para librar una importante batalla en suelo colombiano durante la Guerra de Independencia. Esta vez los caminantes son padres y madres de familia que abandonan el país y cruzan los Andes a pie para buscar mejores oportunidad de trabajo y calidad de vida.
Pues esa misma situación, la peor para un país que no está en guerra, ha llevado a la deserción y autodestierro de muchos efectivos de las Fuerzas Armadas y policiales venezolanas, incluyendo oficiales de inteligencia cuyos testimonios arrojan luz sobre los mecanismos de corrupción del régimen. Así han salido a relucir los tratos con Marynberg.
Uno de los mecanismos en el que Marynberg estaría involucrado y que implicaría ganancias directas para los Kirchner y el régimen chavista es el de la venta de dólares en efectivo en el mercado negro venezolano, por muchas veces el valor oficial, asignado por el mismo régimen que impone un control de cambio por motivos políticos y que hasta hace poco penalizaba las libres transacciones con divisas extranjeras.
Como es sabido, una de las mejores opciones que los Estados Unidos ha puesto sobre la mesa para la resolución de la desesperada situación de Venezuela son las sanciones a personalidades que apoyan la estridente corruptela del régimen chavista heredado por Maduro, opción que ha alcanzado a Diego Adolfo Marynberg, a sus 44 años, el “bolichico argentino”.
Etiquetas: Departamento del Tesoro, Diego Marynberg, lavado de dinero
Tomado de Argentino-israelí investigado por EEUU por ayudar a esconder millones de dólares de Maduro