Juan Carlos Zapata (ALN).- En 8 años Venezuela puede estar en condiciones de producir otra vez 3.000.000 de barriles diarios de petróleo. ¿Milagro? No. Visión. Estrategia. Trabajo. Consenso. Reglas claras de juego. Esto es lo que propone el Plan País de Juan Guaidó para poner a Venezuela en marcha una vez que se logre el cambio de régimen. ¿El cambio va? A los autores del programa de Guaidó no les cabe la menor duda de que va a ser así, y va a pasar pronto.
Es un lujo que Juan Szabo esté al frente del Plan País en materia petrolera. Este ingeniero en petróleo fue presidente de la Corporación Venezolana de Petróleo, CVP, y vicepresidente de Producción y Exploración de la PDVSA que alcanzó el número mágico de extraer más de 3.000.000 de barriles diarios. Tiene 71 años. Pero fue el director más joven de Petróleos de Venezuela, PDVSA. Comenzó a trabajar en la Creole, que era una filial de Standard Oil –Exxon ahora-, y ello ocurrió antes de la nacionalización petrolera en 1975. Es ingeniero de campo y por eso Juan Szabo conoce el terreno que pisa. Hoy es consultor internacional.
¿Cómo volver a los 3.000.000? ¿Cómo levantar una producción petrolera que acaso llega hoy en Venezuela a 700.000 barriles diarios y con ayuda de Chevron, Gazprom, Rosneft y Repsol? ¿Cómo parar la sangría de divisas que significa importar gasolina, importar diluyentes, vender el crudo con descuentos? ¿Cómo hacer que el petróleo empuje al resto de la economía? No hay fórmula mágica. Pero Juan Szabo parte de un enunciado. Hay que volver a la eficiencia que la industria mantuvo en los años 90, antes de que Hugo Chávez llegara al poder.
-Esto no es nada extraordinario. Es ubicarse en los índices internacionales del sector.
Lo que resulta extraordinario es que en menos de una década Venezuela reaparezca en el mapa petrolero mundial. El Plan País, presentado en Madrid ante un grupo de empresarios, establece requerimientos de inversión por 120.000 millones de dólares. Esos recursos no los tiene PDVSA. Ese dinero está en el mercado internacional. Ese dinero lo tienen las multinacionales. Y la empresa privada local. Para Juan Szabo, lograr el objetivo depende de una masiva participación de compañías privadas, tanto nacionales como internacionales. Para estimularlas a que entren de lleno a operar, hay que cambiar de manera obligatoria el marco regulatorio y otorgar beneficios fiscales, y establecer reglas claras de juego.
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-Si esto no se hace, la producción no va a pasar de un millón de barriles diarios. El sistema fiscal tiene que ser competitivo. No se puede rehacer el pasado. No es factible ni aconsejable. La nostalgia es mala consejera.
Y hay que estar conscientes de este reto. Porque, como se sabe, los expertos señalan que esta es la última ola, la última oportunidad para el petróleo. Según Juan Szabo, el consumo seguirá creciendo hasta 2040 y de allí en adelante se mantendrá. Hay que recordar que estamos en 2020, y la recuperación de la industria en Venezuela, se observa en un plazo de 8 años desde el momento del cambio. ¿Y cuándo ocurrirá el cambio? Esta fecha está por definirse. El gran evento está por ocurrir. Sin embargo, Szabo de algo está seguro. Venezuela no logrará nunca sacar del subsuelo todo el petróleo que tiene en reservas. Pero se puede aprovechar una buena parte de ello, tomando en cuenta que el costo de producción de un barril no pasará de los 10 dólares. “Es un costo muy competitivo”, asegura.
Para Szabo lo primero es parar el declive, el colapso de la producción. Que la producción no caiga más. En la medida que cae la producción no es sólo que hay menos ingresos en divisas sino también que hay más fuga de divisas porque hay que importar diluyentes, hay que importar gasolina, hay que importar diesel.
-Toda la gasolina y todo el diesel hoy en Venezuela son importados -dice Szabo e ironiza: La gasolina que se va por la vía de contrabando hacia Colombia y el Caribe también es importada.
Señala que en el primer año, la perforación de pozos será baja. En el cuarto año se alcanzarán cifras de 11.000 pozos, de los cuales, 9.000 estarán en plena producción. Juan Szabo, ingeniero de pozo, aclara que la situación obliga a una masiva perforación y no por ello menos inteligente. Hay que ir a la recuperación secundaria. A la búsqueda de crudos livianos y medianos. Hay que perforar usando la mejor tecnología. Inclusive, creando trajes a la medida para cada caso. Por ejemplo, tecnología específica para el petróleo de la Faja del Orinoco y tecnología específica para el petróleo del Lago de Maracaibo.
Bajo este esquema es que en los 8 años, se llegue a los 3.000.000 de barriles diarios. De este gran volumen, 1,5 millones serán aportados por la Faja del Orinoco, con un componente de petróleo pesado y extrapesado. Los otros 1,5 millones de barriles serán crudos tradicionales del Oriente, el Occidente y la Costa Afuera de Venezuela. Por cierto, señala que en estos momentos no se está produciendo crudo liviano -convencional- que es el que se mezcla con el crudo pesado y extrapesado de la Faja del Orinoco, y de allí la importación de diluyentes de India y Rusia. Esto implica poner al día los mejoradores de los crudos de la Faja del Orinoco.
-En la medida en que aumenta la producción de petróleo aumenta también la producción de gas.
Porque está el punto del gas. Dice Szabo que afortunadamente, las reservas de gas de Costa Afuera no han sido tocadas. Y que en Venezuela hay gas para abastecer la demanda doméstica, para la industria petroquímica y para suplir a Colombia y los mercados del Caribe, entre otros, Trinidad y Tobago. En este sentido, el programa contempla acabar con el venteo de gas. La quema de gas. Se quema gas en el Oriente cuando falta gas en Occidente, dice.
-Se quema el equivalente al consumo de toda Colombia.
Los 4 pilares del plan ponen el foco en las reservas, en el personal y la tecnología, en el mercado internacional y en el financiamiento. Venezuela tiene que regresar a los mercados internacionales. Ser de nuevo un suplidor confiable y estable. El financiamiento es una aventura grande. De números grandes, como bien se dijo. De allí la necesidad de contar con la empresa privada. La producción será levantada con el personal de que se dispone. En la actualidad, PDVSA tiene en nómina alrededor de 130.000 personas, de las cuales sólo 20.000 trabajan de verdad en el esfuerzo productivo.
Un aspecto clave es la protección ambiental. Juan Szabo estuvo hace poco en las zonas petroleras del país. Sabe del desastre ecológico en la Faja del Orinoco. El paraguas ambiental es importante en el plan. Hay que cumplir con las normas internacionales. Para el mundo es una prioridad. Tanto así que se corre el riesgo de no conseguir financiamiento si no se protege el ambiente. Las empresas tampoco entran a invertir.
Tomado de Aquí está el plan para que Venezuela vuelva a producir 3.000.000 de barriles diarios de petróleo