*En comunicación recibida por la Casa Blanca, la organización política que dirige Leocenis García expone que la estrategia de aislamiento es ineficaz por obsoleta
“Las sanciones contra Venezuela deben cesar, pero su levantamiento debe estar vinculado al fortalecimiento de la democracia y elecciones libres, creíbles y verificables”, argumenta el mensaje que Pro Ciudadanos remitió a la Oficina de Asuntos Hemisféricos de la Casa Blanca, sede del Gobierno de los Estados Unidos.
El emplazamiento –con acuse de recibo de Juan García, quien cumple funciones de colaborador inmediato de Juan González, asesor del presidente Joe Biden para América Latina– de Prociudadanos razona que han resultado infértiles las acciones de Estados Unidos por cooperar con los venezolanos.
“Una política de aislamiento diseñada para la Guerra Fría tiene poco sentido en el siglo XXI”, expone el alegato de la misiva recibida por Washington.
El partido dirigido por Leocenis García explica que, en resumen, las sanciones han sido una bendición para el gobierno de Nicolás Maduro.
“Estados Unidos debió sancionar individualmente a comprobados funcionarios corruptos del gobierno de Nicolás Maduro, pero nunca al país, nunca a Venezuela”.
Si bien la comunicación dirigida al equipo del presidente Biden insiste en que las sanciones deben finalizar, al mismo tiempo reitera que deben proseguir sobre testaferros del régimen de Maduro como un mecanismo de presión.
ProCiudadanos asevera que la estrategia de combatir a Maduro atacando a la economía no hace sino hacer sufrir a los pobres.
Se acusa a Maduro de ignorar y minimizar los esfuerzos del empresariado, de la Iglesia y de sectores de la sociedad civil en la procura de un cambio democrático que demanda el país.
La misiva solicita al presidente Biden –por intermedio del embajador James Story–enfocar esfuerzos en la puesta en marcha de un proceso de diálogo nacional integral en el que estén representados todos los factores de oposición y miembros del gobierno de Maduro, de tal modo que de estas negociaciones arriben a la realización de elecciones presidenciales.
La idea de ProCiudadanos es que a través de esta negociación el gobierno de Maduro obtenga garantías de un futuro claro en caso de perder las elecciones, lo mismo que el levantamiento de las sanciones antes de que se realicen las elecciones.
“La oposición política, por su parte, debe obtener una fecha precisa para las elecciones presidenciales, con observación internacional, así como la autorización de todos los partidos y políticos actualmente inhabilitados”.
“Sabemos dónde poner los correctivos para que el Gobierno no se burle de la voluntad popular”, indica ProCiudadanos a la Casa Blanca, en referencia a la experiencia adquirida en las últimas elecciones en la que un amplio sector de la oposición participó.
Señor Presidente Biden, en Ávila, la montaña que rodea la ciudad de Caracas, espera un lugar para erigir un nuevo monumento a los americanos que hoy ayudan a Venezuela, como lo hicieron con Francisco de Miranda hace más de dos siglos. Confiamos en las últimas decisiones que ha tomado la Casa Blanca en el reciente viaje de enviados especiales por usted a Caracas”, concluye la comunicación de Pro Ciudadanos, aludiendo a la épica que en 1806 un grupo de americanos –bajo el liderazgo del propio Miranda- realizó para ayudar a la liberación de Venezuela, entonces colonia de España.
El relato histórico que enmarca la carta de ProCiudadanos refiere que los estadounidenses desembarcaron cerca de Ocumare de la Costa, en el noreste de Venezuela. Varios de estos hombres fueron asesinados (un total de 200 llegaron en los barcos) y al menos 10 fueron capturados y luego ahorcados por el régimen español.
Años más tarde, en el gobierno del presidente Cipriano Castro, se ordenó erigir en Puerto Cabello, en honor a este sacrificio, un monumento denominado “Columna a los americanos”, que actualmente es conocida como Plaza del Águila.
La misiva alega que hoy Venezuela, la potencia petrolera de América Latina, está sometida a una nueva opresión. “Sin consultar al país, los intereses de Cuba y Rusia, principalmente, han aislado a Venezuela, convirtiéndola en la Zimbabue del continente. Han tomado el espacio que históricamente había tenido EEUU en Venezuela”.
“Los venezolanos necesitamos ayuda, como la que recibió Francisco de Miranda de los norteamericanos, quienes vieron en la libertad un buen motivo para dar la vida. La liberación de Venezuela -un asunto poco conocido-, tiene sangre estadounidense”, refiere la comunicación recibida por la Casa Blanca.
Aquí la traducción del texto completo.
Prociudadanos pide a la Casa Blanca pedir una ruta democrática creíble.
Nota: Este documento fue recibido y confirmada su recepción por la oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental de la Casa Blanca en Washington DC, por Juan García colaborador inmediato de Juan González, Asesor de Biden para America Latina.
Caracas, mayo 2022.
Sr. presidente Joe Biden
La casa Blanca
Washington DC.
Presente.-
En 1806 un grupo de americanos, encabezados por el venezolano Francisco de Miranda, se sumaron a un asalto militar para promover la liberación de Venezuela, colonia bajo la opresión de España.
Estos estadounidenses desembarcaron cerca de Ocumare de la Costa, en el noreste de Venezuela, luchando contra las tropas españolas. Un grupo de estos hombres fueron asesinados (un total de 200 llegaron en los barcos) y al menos 10 fueron capturados y luego ahorcados por el régimen español.
Años más tarde, en el gobierno del presidente Cipriano Castro, se ordenó erigir en Puerto Cabello, en honor a este sacrificio, un monumento “Columna a los americanos”, actualmente conocida como Plaza del Águila.
Como seguramente usted recordará, hace algún tiempo tuvimos una situación similar: El 11 de marzo de 1959 los Estados Unidos de América impuso el Programa Obligatorio de Restricciones Petroleras para importación de crudo y productos no terminados, con el cual se pretendía limitar la entrada de petróleo para consumo interno, argumentando razones de seguridad nacional. Esa medida afectó por casi 8 años a Venezuela.
Y teniendo como marco la reunión de Jefes de Estado en Punta del Este, Uruguay, el 11 de abril de 1967 el gran presidente venezolano Raul Leoni se reúne con su homólogo estadounidense el Presidente Johnson.
Y entonces, el Presidente Raúl Leoni dio una lección de la históricas relaciones entre Caracas y Washington a el Presidente de EEUU, explicándole que el problema del mercado del petróleo venezolano en los EE.UU. no debía ser considerado sólo desde la posición de que Venezuela busca únicamente su beneficio, sino a la luz de lo que Venezuela representa en Latinoamérica.
Dijo Leoni: “Venezuela ha construido una democracia con principios sólidos, pero es tierra fértil para los enemigos de la democracia y de los EE.UU. Si Venezuela es incapaz de mantener una estabilidad presupuestaria que derive en dificultades para financiar los programas (…). Nuestros enemigos naturales no han sido capaces de poner un pie en Venezuela hasta ahora, pero si Venezuela se ve sacudida por un desbalance social, esto podría darle la bienvenida a nuestros enemigos comunes. Por ello el problema del petróleo venezolano es de importancia para la seguridad del hemisferio.”
Hoy, Venezuela, la potencia petrolera de América Latina, está sometida a una nueva opresión. Sin consultar al país, los intereses de Cuba y Rusia, principalmente, han aislado a Venezuela, convirtiéndola en la Zimbabue del continente. Tomando el espacio que históricamente había tenido EEUU en Venezuela.
Los venezolanos necesitamos ayuda, como la que recibió Francisco de Miranda de los norteamericanos, quienes vieron en la libertad un buen motivo para dar la vida. La liberación de Venezuela -es un asunto poco conocido-, tiene sangre estadounidense.
Lo que Estados Unidos está haciendo ahora para ayudar a los venezolanos no está funcionando. Una política de aislamiento diseñada para la Guerra Fría tiene poco sentido en el siglo XXI.
Las sanciones contra Venezuela deben cesar, pero su levantamiento debe estar vinculado al fortalecimiento de la democracia y elecciones libres, creíbles y verificables.
Las sanciones han sido una bendición para el Gobierno de Maduro al final del día. EE.UU. debió sancionar a comprobados funcionarios individuales corrupto del Gobierno de Nicolás Maduro, pero nunca al país, nunca a Venezuela.
Las sanciones al país deben cesar. Pero, las sanciones a funcionarios y testaferros del régimen, deben seguir, como mecanismo de presión.
Estados Unidos, en su afán de combatir a Maduro, ha atacado económicamente a Venezuela, por lo que los que sufren son los pobres.
Maduro ignora y minimiza hoy, los esfuerzos de los empresarios, la Iglesia, así como de sectores de la sociedad civil por buscar un cambio democrático en el país.
Señor Presidente, creemos que su administración debe, a través del Departamento de Estado, y el apreciado embajador Jame Story, impulsar un diálogo nacional integral que incluya a todos los sectores que se oponen al régimen, así como a los propios representantes del Gobierno de Maduro, para resumir las negociaciones que conduzcan a la elecciones presidenciales.
El Gobierno de Maduro debe obtener en esta negociación un futuro claro en caso de derrota electoral, y el levantamiento de las sanciones contra el país, previo al evento electoral. La oposición política, por su parte, debe obtener una fecha precisa para las elecciones presidenciales, con observación internacional y conteo de votos, así como la autorización de todos los partidos y candidatos inhabilitados. Así como una observación sin discusión de la Organización de Estados Americanos.
Recientemente un sector amplio de la oposición, hemos participado en elecciones en Venezuela, bien votando o presentado nombres para ser elegidos. Hemos mostrado cómo operan las fallas electorales en Venezuela. Sabemos dónde poner los correctivos, para que el Gobierno no se burle de la voluntad popular.
Si el Gobierno de Maduro intenta ganar tiempo en la negociación y no se compromete con la necesidad de una nueva elección presidencial, su fracaso estará a la vista del mundo.
Señor Presidente, en Ávila, la montaña que rodea la ciudad de Caracas, espera un lugar para erigir un nuevo monumento a los americanos que hoy ayudan a Venezuela, como lo hicieron con Francisco Miranda hace más de dos siglos. Confiamos en las últimas decisiones que ha tomado la Casa Blanca, en el reciente viaje, de enviados especiales por usted a Caracas.