Un ex tesorero nacional del gobierno socialista del presidente venezolano Hugo Chávez fue sentenciado el martes a 10 años de prisión por un juez federal por aceptar $1,000 millones en sobornos y lavar las ganancia con la compra de bienes raíces en el sur de la Florida y otras inversiones.
Alejandro Andrade, de 54 años, vendía acceso a los lucrativos mercados cambiarios del gobierno venezolano antes y después de la muerte de Chávez en el 2013, enriqueciéndose él y un círculo de altos funcionarios y empresarios, según documentos del tribunal.
La sentencia de 10 años de prisión es la máxima contemplada en la ley por el cargo de lavado de dinero y confabulación.
Antes de ser sentenciado en West Palm Beach por el juez federal de distrito Robin Rosenberg, Andrade tenía varias propiedades en la acaudalada comunidad ecuestre de Wellington, en la zona oeste del Condado Palm Beach.
Andrade permanecerá libre con una fianza de $1 millón mientras sigue cooperando con las autoridades federales en la investigación, que no ha concluido. Debe presentarse en la prisión el 25 de febrero.
Andrade, quien en diciembre pasado se declaró culpable de un cargo de confabulación para lavar dinero, ha entregado información privilegiada a los fiscales Michael Nadler y Vanessa Snyder, así como a los agentes federales que los asisten en el caso contra algunas de las personas más acaudaladas de Venezuela, entre ellas, el magnate de la televisión Raúl Gorrín, de 50 años, quien fue encausado el lunes pasado, un día antes que el caso contra Andrade fuera revelado en un tribunal federal en West Palm Beach.
El encausamiento acusa a Gorrín, un empresario caraqueño con buenas relaciones políticas, de confabularse para sobornar a funcionarios venezolanos y lavar dinero mediante la ocultación de dinero público desviado, que se invirtió en bienes raíces en el sur de la Florida y Nueva York durante los últimos 10 años.
Todo esto ocurrió durante un período de fuerte escasez para todos los venezolanos, muchos de quienes no pueden comprar siquiera productos básicos y han huido a otros países latinoamericanos.
La investigación de Andrade en el sur de la Florida fue reportada inicialmente por el Miami Herald y el Nuevo Herald en marzo del 2018 Andrade, ex guardaespaldas de Chávez que fue tesorero nacional entre el 2007 y el 2010, enfrentaba un máximo de 10 años de prisión según su negociación de cargos, mucho menos de lo que enfrenta ahora Gorrín, quien está fugitivo y es solicitado por las autoridades federales en Miami.
Andrade estaba viviendo en su granja en Wellington mientras asistía a las autoridades federales en una amplia investigación de corrupción en el extranjero y lavado de dinero. A mediados de noviembre, agentes federales tomaron el control de sus propiedades en Wellington, incluidos 17 caballos purasangre, como parte de un decomiso de $1,000 millones.
Los caballos fueron importados de varias partes de Europa, muestran documentos del tribunal. Emanuel, hijo de Andrade, competía en ellos en eventos en el sur de la Florida y otras partes del mundo.
Agentes de Investigaciones de Seguridad Nacional, también decomisaron numerosos autos de lujo de Andrade, incluidos un Mercedes-Benz GLS 550 del 2017 y un Bentley Continental descapotable del 2015, además de numerosas cuentas bancarias en Estados Unidos y Suiza, y una amplia colección de relojes de lujo.
Andrade, Gorrín y otros aliados en el gobierno de Venezuela y los sectores de negocios y bancario de ese país están acusados de enriquecerse ilegalmente aprovechando tasas cambiarias favorables y ocultando enormes ganancias en bancos europeos y estadounidenses, así como en inversiones, según el encausamiento de Gorrín. Andrade usó su cargo para dar a Gorrín acceso a tasas cambiarias preferenciales para sacar el mayor provecho a transacciones en divisas.
Gorrín está acusado de pagar cientos de millones de dólares en sobornos a Andrade y a otro ex alto funcionario venezolano al canalizar fondos a ellos a través de un banquero venezolano en la República Dominicana. Ese banquero, Gabriel Arturo Jiménez Aray, de 50 años, controlaba el banco dominicano con Gorrín.