Lo de Banplus no coge final. El viernes, los que fungen como compradores del banco, y los mismos que presionaron para que los hermanos Remo y Julio César Pasariello estuvieran presos por 38 días en condiciones infrahumanas en El Helicoide, fueron al tribunal 11 Mercantil que dictó medida de prohibición y gravar y además designó un veedor en la institución. Todo el mismo día. Todo con mucha celeridad. Hoy, el tribunal se ha instalado en Banplus para la designación del veedor. Remo Pasariello, presidente de Banplus, ha dicho a Descifrado que también el grupo de compradores -ahora hostil- ha demandado a los accionistas y a un tercero, que es el mismo banco, lo cual no tiene sentido. Los Pasariello han respondido este lunes con un escrito de oposición. Pero la historia no parece detenerse. Lo que comenzó como una promesa de negociación de Banplus por la entrega de 2,4 millones de dólares, se ha convertido en una guerra legal, de presiones y prisiones y hasta arbitrariedades. Hay que recordar que en un momento la misma Superintendencia de Bancos dijo a Descifrado no conocer del asunto y que la Fiscalía no había consultado a la autoridad financiera. Por parte de los compradores figura un nombre que da el frente, José Gregorio Rangel, pero a los Pasariello no les queda duda de que el nombre detrás del caso es Carlos Kaufman. Reconoce Remo Pasariello que en efecto, en principio, hubo una conversación entre las partes; los dueños recibieron de los compradores 2,4 millones de dólares, pero posteriormente nunca se hicieron los estudios correspondientes y después se desataron los acontecimientos. Para Pasariello no le queda duda alguna de que «ellos querían comprar el banco sólo por la cantidad entregada, y no por el precio real». Esos 2,4 millones de dólares no aseguraban nada. Ahora el banco no está en venta. Ese es el asunto.