15-03-2015 08:00:00 p.m. | Ahiana Figueroa.- El Sistema Marginal de Divisas cumplió un mes y para algunos analistas y gremios empresariales aún persisten los problemas cambiarios. Otros confían en que superará los obstáculos iniciales. La poca oferta de divisas a tasa oficial y el retraso en el reinicio de las subastas del Sicad han complicado el panorama.
El Gobierno puso en marcha el pasado 12 de febrero la reformulación del sistema cambiario vigente en Venezuela desde 2003, con la reorganización de tres tasas para atender las distintas necesidades de la economía del país.
Autoridades monetarias y financieras insisten en que la puesta en marcha de un mercado de libre oferta de divisas hará bajar el precio del dólar no oficial. Sin embargo, la lentitud durante el primer mes de arranque del sistema, además de otros factores, ha impulsado el llamado dólar negro que llegó a traspasar la barrera de los 200 bolívares.
La cotización del tipo de cambio en el Simadi también ha registrado un incremento desde su implementación. El pasado viernes cerró en 187,78 bolívares por dólar, lo que significa un alza de Bs./$ 17,74 desde su inicio.
Hasta ahora en el Simadi se ha transado desde el 0,65% hasta el 1,79% del total de las divisas que se han manejado en los diferentes esquemas. El presidente Nicolás Maduro indicó recientemente que este mecanismo podría llegar a atender el 5% del mercado.
El banco de inversión Barclays Capital indicó en un reporte a clientes que a un mes de su aplicación, el nuevo sistema ha “exacerbado el desequilibrio en la economía, en lugar de reducirla. Las autoridades han legalizado esencialmente una tasa más débil, pero casi no se han ofertado dólares en el nuevo esquema”.
Destaca que es prioritario que nuevamente se ejecuten cambios en la política cambiaria, en la cual exista realmente un mecanismo flexible en la compra y venta de divisas. Igualmente plantea que persisten las distorsiones, al tenerse un diferencial de más de 40 veces, entre el dólar Cencoex y el precio Simadi, lo que -a su juicio- destruye el sistema de precios relativos y crea incentivos para el arbitraje, eliminando cualquier incentivo para producir.
“El actual control de cambio parece mucho peor que el sistema que tenía Venezuela en 2003-2010”, señaló Barclays.
A juicio del presidente de la Asociación Venezolana de Casas de Cambio, César Atencio, mientras exista un arbitraje cambiario con la presencia del dólar negro, será muy cuesta arriba estabilizar el sistema. Indicó que luego de un crecimiento de 20% interdiario desde que comenzó el Simadi e incluso de autoabastecerse de dólares, se registró una baja en las transacciones en las casas de cambio cuando se disparó el precio en el paralelo hace dos semanas.
El presidente de la Asociación Nacional de Operadores de Valores, Ricardo Montilla, ha sido optimista con la puesta en marcha del Simadi. A su juicio, con este mercado “no hay razones” para que exista el mercado paralelo.
El sector empresarial sostiene que aún no cuentan con un sistema confiable, transparente y fluido para la adquisición de las divisas que se requieren para la programación de las compras de bienes intermedios y materia prima de la producción de Venezuela, según indicó el primer vicepresidente de Fedecámaras, Francisco Martínez.
Para el presidente de Fedeindustria, Miguel Pérez Abad, los problemas del Simadi obedecen a que aún se encuentra “todavía en fase de ajustes. Es un sistema nuevo, hay que vencer los mecanismos de información, el desconocimiento de los usuarios”, dijo.
Considera que en un mediano plazo el problema del mercado paralelo “va a tender a corregirse”.