Alejandro Ceballos Jiménez es uno de los llamados boligarcas. Se trata de empresarios sindicados en distintos casos de fraudes al Estado venezolano, quienes se han enriquecido con los gobiernos chavistas. Varios de ellos han terminado purgando condena en cárceles de los Estados Unidos por lavar cientos de millones de dólares de la corrupción en Venezuela.
Con una mejor suerte hasta la fecha, Ceballos ha participado en el negocio de exportar a Venezuela alimentos para los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), el programa del Estado para paliar el hambre de los más necesitados, que ha realizado adquisiciones de toneladas de alimentos con sobreprecio.