Por: Zuly Pérez – La deslumbrante fiesta que ofreció un empresario de jet set petrolero oriental para inaugurar su nueva casa en una de las más pomposas urbanizaciones de Lechería habría estado muy bien custodiada.
Una empresa de vigilancia privada, con hombres bien armados, garantizaron la seguridad de los invitados a la celebración y sirvieron para espantar a inesperados y a aquellos espontáneos que buscan la ocasión para subirse a los pianos a acompañar a un famoso cantante invitado, como le sucediera alguna vez en una “gala de la belleza”. Grandes espacios vacíos vecinos sirvieron para que los numerosos invitados estacionaran sus vehículos y se deleitaran con la plataforma flotante que fue usada como escenario para presentar a los artistas, en un show que podía ser apreciado desde las urbanizaciones circundantes. El anfitrión es Micale, un empresario que ha cobrado fama por ser uno de los que más ha acumulado riquezas en su actividad comercial petrolera, con contacto directo con gerentes y superintendentes preponderantes en la efervescencia empresarial que éste ha tenido.