La Corte Penal Internacional está de nuevo ante una encrucijada existencial, tanto respecto al caso venezolano, como en la conflagración ruso-ucraniana. Mientras el presidente Zelenski la desconoce y llama a la formación de un tribunal tipo Núremberg, el fiscal Karim Khan con una “Mesa de asistencia técnica” que en acuerdo con Maduro monta en Caracas, juega peligrosamente con los últimos trazos de credibilidad que se puedan tener con ese mamotreto de La Haya.
Ver la declaración de Zelenski ante el Consejo de Seguridad de la ONU:
El Fiscal de la Corte Penal Internacional, Dr. Karim Khan después de una puesta en escena con su visita espectacular a la zona de guerra en Ucrania volvió a Caracas el pasado 29 de marzo, en este caso mucho mas sigiloso, casi clandestinamente, solo se supo de ello cuando dos días después se le vio por la televisora del gobierno en rueda de prensa en Miraflores al lado de Nicolás Maduro donde muy escuetamente informó que éste le había autorizado abrir una oficina en Caracas para “colaborar con asistencia técnica en las investigaciones”.
Dijo el Fiscal: “A lo largo de estos últimos tres días (…) las partes han acordado señor presidente, que mi Fiscalía podrá abrir una oficina aquí en Caracas, es un paso muy importante, muy significativo, no es algo de cara a la galería, es algo concreto que va a permitir cumplir con las responsabilidades de conformidad con el Estatuto de Roma y comprometerme con las autoridades venezolanas aquí.”
Por su parte Nicolás Maduro habría respondido que: “con la apertura de la oficina en Venezuela se podrá tener un nivel de dialogo efectivo, en tiempo real, mas eficiente y un nivel de asistencia técnica que permita que el memorando de entendimiento de noviembre siga su curso.”
Estas declaraciones las publicó la agencia EFE:
Dada la importancia del trámite que se viene realizando en la CPI para la implementación del proceso que involucra a estos personajes como sus protagonistas y la muy poca información ofrecida, tenemos que examinar esas palabras a la luz de los hechos, así como de una visualización al futuro inmediato para analizarlas y obtener conclusiones.
MI OPTIMISMO ES MODERADO
En primer lugar, ratifico mi opinión en sentido positivo de esta nueva visita del fiscal, esto basado en que con la instalación de una oficina en Caracas se facilitará las víctimas el acceso al desarrollo de sus casos por la cercanía física del lugar de los hechos, la facilidad para obtener pruebas, el trabajo con los testigos, la familiaridad con el idioma, entre otros elementos. También dije y sostengo que esta nueva visita demuestra que el caso se está moviendo, no está engavetado como ocurrió con los dos fiscales anteriores. Mas sin embargo hay puntos que obligan a reflexionar.
ASALTAN LAS DUDAS
Declaró el Fiscal que “a lo largo de éstos últimos tres días” se llegó a un acuerdo para abrir una oficina en Caracas. Él llegó el día 29 y se mantuvo oculto esos dos días anteriores en la ciudad; extrañamente nadie se enteró de su estadía, ningún medio de comunicación, ningún periodista. ¿Dónde se hospedó el Dr. Karim Khan? ¿Acaso en alguna residencia oficial? ¿En cual línea aérea viajó a Caracas? ¿Acaso en alguno de los aviones que usa el dictador? Estos no son detalles menores porque informan sobre la transparencia de sus gestiones y la falta de información genera suspicacias.
2. El fiscal advirtió que el anuncio de la oficina que abrirá en Caracas “no es algo para la galería”. Por lo menos en nuestra lengua ese término se utiliza peyorativamente para indicar que se hace algo ante una concurrencia, ante un público sin categoría, fácil de agradar. No lució esto muy respetuoso con las víctimas, con las familias de éstas, con los abogados, Asociaciones Humanitarias, Defensorías de Derechos Humanos.
3. ¿Porqué esa Oficina a abrir en Caracas será de características de “asistencia técnica” y no de investigación? Esa categorización -que sin duda es complaciente con la dictadura- indica que los podridos cuerpos policiales y militares a su servicio serán quienes repitan sus investigaciones trucadas con las que han dado impunidad, y que los funcionarios de la fiscalía internacional apenas acotarán observaciones sobre como hacer aquellas actividades que requieran técnicas especiales a título de “asistencia técnica.”
Además de las observaciones anteriores que surgen de las muy breves exposiciones tanto de Karim Khan como de Nicolás Maduro tomamos en consideración lo siguiente: Como se delineó en el citado Memorándum de entendimiento, la fiscalía de la CPI reconoce la responsabilidad primaria del Ministerio Público, de los órganos policiales y de los tribunales venezolanos y le declina el procesamiento de los crímenes que en La Haya se han denunciado, pero esa “declinación” no debería ser irrestricta, debería estar sujeta a la constatación de la calidad de estos organismos y de sus actuaciones, instituciones que como todos sabemos no tienen independencia ni calidad profesional alguna.
El Fiscal Khan ha de estar consciente del acontecer político venezolano y su incidencia en estas labores para no aparecer involucrado como cómplice en las injusticias que a lo interno predominan en los actos de investigación y procesamiento de los delitos. Ahora mismo tenemos un escándalo por denuncias sobre manipulaciones y aberrantes conductas que se vienen ejecutando desde lo mas alto de la cúpula judicial y que mantiene infectado de corrupción a todo el aparato de investigación y judicialización.
Todo lo anterior se puede resumir en el aserto de que estamos ante una coyuntura única en el historial de los crímenes horrendos que se han denunciado ante la CPI, de modo que las actuaciones del Fiscal Khan podrían catalogarse (1) como una manera inteligente, bien hilada, fina, para involucrar al régimen dictatorial de Maduro en una apertura permisiva a la actuación de la justicia internacional, pero también -y Dios no lo quiera- (2) por oscuros intereses corruptos pudiera estar brindándosele a ésta una vía de impunidad para que escape de sus responsabilidades ante los horrendos hechos denunciados.
El desenlace de estas inquietudes lo obtendremos de la observación de cómo se desenvuelva esa complementariedad positiva y como vayan a actuar los funcionarios de esa Oficina para la Asistencia Técnica que Karim Khan y Nicolás Maduro han acordado instalar en Caracas, el acceso que allí puedan tener las víctimas, sus abogados, los organizaciones dedicadas a estos temas, pues si allí se limitan a dar asesoría al CICPC, a la DGCIM, a la DIM, y demás policías del régimen, a Tarek William Saab y sus fiscales, a Maikel Moreno y sus jueces, y niegan acceso y atención a los reclamos de las víctimas y a las personas y organizaciones que las representan, claramente estaremos ante otro fraude a la justicia y el Dr. Karim Khan será la reedición de la farsa que han representado Luís Moreno Ocampo y Fatou Bom Bensouda y que va en franco camino a enterrar las esperanzas de justicia internacional bajo la cual se creó esa Corte Penal Internacional.
EL CONTRASTE DE LA ACTUACIÓN DE KARIM KHAN ENTRE CARACAS Y UCRANIA
En Ucrania hay una institucionalidad, hay un Ministerio Público a cargo de la Fiscal General Iryna Venediktova que en aquel terrible escenario está ejerciendo sus funciones y que lo hace apoyada por un equipo de fiscales de otros países, Estados Unidos entre ellos, así lo hizo saber el Departamento de Estado a través de su vocero Ned Price en rueda de prensa: “EEUU está apoyando un equipo multinacional de fiscales internacionales en la región para apoyar directamente los esfuerzos de la unidad de crímenes de guerra del fiscal general (de Ucrania) para recopilar, preservar y analizar pruebas de atrocidades, en búsqueda de una rendición de cuentas.” VER:
La propia Fiscal General Iryna Venediktova ha estado informando de sus actuaciones como aparece en otra reseña de la agencia EFE: “Kiev, 3 abr (EFE). — La fiscalía general de Ucrania cifró este domingo en 410 el número de cadáveres de civiles recuperados hasta ahora en los suburbios del norte de Kiev tras la retirada de las tropas rusas.”
No obstante lo anterior el Fiscal Khan, el pasado 16 de marzo corrió a aparecer en Ucrania no para evaluar la posibilidad de trabajar complementando las diligencias del Ministerio Público de aquel país, ni para darle asistencia técnica, sino -como expresamente lo declaró- “para establecer la verdad y hacer que los responsables de posibles crímenes internacionales rindan cuentas ante un tribunal” y agregó: “Deseo enviar un mensaje a todos los que participan en las hostilidades, si los ataques están dirigidos intencionalmente contra la población civil, es un delito que mi oficina puede investigar y enjuiciar….Ya estamos recolectando evidencia activamente en pos de este objetivo, y creo que mi visita de hoy fortalecerá ese trabajo”.
De esa manera KK intempestiva y abusivamente desplazó a la Fiscal ucraniana y a otras fiscalías nacionales que en conjunto con ella trabajan para documentar y procesar los crímenes rusos, y mas aún sin que se lo hubieran pedido y sin tener competencias para ello pues ni Ucrania ni Rusia forman parte de la CPI.
Y peor aún, el presidente de Ucrania Volodomir Zelenski en su exposición ante el Consejo de Seguridad de la ONU llamó a la formación de un tribunal tipo Núremberg para juzgar los crímenes de esta guerra, con lo cual implícitamente desconoció a la CPI
Ojalá que lo que esté haciendo Karim Khan con este Memorándum de entendimiento y su Oficina de Asistencia Técnica en Caracas no sea una actuación de teatro para absolver a Maduro y a su pandilla criminal pretendiendo tapar el ruido que generaría esa vileza con sus extralimitadas actuaciones en Ucrania.
Pendientes…!
Por Carlos Ramírez López
Abogado Venezolano litigante con 40+ años de experiencia. Especialista en Derecho Procesal, Penal, Civil y Constitucional. Estudios en Cortes Internacionales
Twitter: @CarlosRamirezL3
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Tomado de #Opinión || Karim Khan, de Ucrania a Caracas – Por Carlos Ramírez López