Aproveche un evento en Washington para contarle al Dalai Lama la terrible situación que está viviendo Venezuela. Se mostro sorprendido y consternado al escuchar sobre la terrible represión desatada por parte de los cuerpos de seguridad del régimen, milicias obreras y demás criminales armados que andan aterrorizando y matando venezolanos y venezolanas inocentes. Le pedí orase por Venezuela, por la paz, por el restablecimiento de un mínimo de tranquilidad, por el cese de los ataque aupados por Nicolás Maduro y su régimen.
Es una verdadera pena, para quienes estamos fuera del país, ver lo que está pasando. Lo que Maduro y sus matones tienen que entender, es que nosotros no somos los únicos que están pendientes de Venezuela. El mundo entero observa con atención lo que sucede en nuestro país, y aún cuando, efectivamente, es poco lo que pueden hacer, ya la máscara democrática del chavismo ha caído. Ya el mundo sabe, reafirmado por la represión brutal de los últimos días, de que se trata eso que llaman «revolución bolivariana».
En estos momentos aciagos, contamos al menos con la solidaridad y oraciones de líderes como el Dalai Lama. Con quién cuenta Maduro?