Reunión sosegada. Tranquila. De claro ambiente conciliador. Este fue el ambiente del encuentro entre el presidente Hugo Chávez y Gustavo Cisneros, con la mediación de el ex-presidente Jimmy Carter.
A los dos les convenía el encuentro. Los dos entendieron que vale más dialogar que seguir en la pelea. ‘Lo importante es que Chávez dialogó’, declaró ayer el presidente del MAS, Felipe Mujica. A lo que hay que agregar: lo más importante es con quién dialogó.
Chávez reconoció el viernes al factor Cisneros como factor de poder. Y el domingo le dijo a sus partidarios: he reconocido a Cisneros, he dialogado con Cisneros. Reconozcan ustedes también a los adecos. Si tienen a uno como vecino, vayan y hablen con él.
Ahí viene el punto. Cisneros y Chávez establecieron el diálogo como fórmula de trabajo. Esto es quizá lo más importante de ese encuentro. Ambos hicieron un alto en sus posiciones. Por eso José Vicente Rangel resaltó ayer la reunión pero le pidió a Cisneros que vuelva al redil de las posiciones políticas democráticas, a lo cual Cisneros responderá que él nunca ha dejado de ser demócrata.
Lo que importa, a fin de cuentas, es el nuevo estrechón de manos.
Hay demasiadas versiones sobre la reunión. Que si Cisneros amenazó a Chávez. Que si sacó una lista de la corrupción, (y aquí Descifrado ahora afirma que tal lista no existe, que no es cierto lo que anda diciendo el diputado Roger Rondón), que si tal u otra cosa. Por lo demás, la versión chavista es que Cisneros pidió cacao, que le fue ofrecida la vicepresidencia.
Lo que Descifrado ha sabido como versión más cercana a las partes es que en los temas tocados no se profundizó. Todo fue muy superficial. Casi un saludo a la bandera. Pero claro, el que se haya hablado del referendum, de los medios, del futuro del país, aún superficialmente, es más que importante para lo que puede ocurrir en los próximos días.
Y es cierto. Allí no se pactó nada como pacto o acuerdo, pero el que se haya explorado el tema del equilibrio de los medios, debe entenderse como un primer paso para un pacto de comportamiento de los medios en la campaña electoral.
Está claro. No hay pacto ni se buscaba un pacto. Sin embargo, la fórmula del diálogo es en sí misma una señal para la negociación. Y eso lo lograron Cisneros, Carter y Chávez, a pesar de las fuerzas que todavía pugnan en el chavismo y en la oposición para que ese diálogo no se dé.
No hubo pacto porque no puede haberlo. Cisneros no lo es todo en la oposición para pactar, y Chávez ahora es un factor en el chavismo, el más importante, pero un factor al fin y al cabo. Y si esto no es así, cómo se explican los otros juegos: los de Baduel, García Carneiro, Diosdado, Rangel y Alí Rodríguez y sus respectivos satélites.