La última medida adoptada por la administración de Donald Trump de incautación del buque petrolero en las costas venezolanas por parte de las fuerzas militares desplegadas en el Caribe en la denominada operación “Lanza del sur”, sin duda alguna constituye un duro y certero golpe a las finanzas del régimen de Nicolás Maduro.
Tras el anuncio hecho por el propio Trump, quien catalogó la incautación como la mayor de esta naturaleza realizada, la fiscal general de EE. UU., Pam Bondi, informó que la embarcación se encontraba en la mira —está igualmente sancionado— en razón de formar parte de la una red internacional de transporte ilícito de petróleo al servicio de organizaciones terroristas (1).
La imposición sanciones, tanto al régimen de Maduro como a PDVSA, la dictadura venezolana recurre a toda clase de maniobras y asociaciones para burlarlas y obtener financiamiento.
Los efectos de esta acción —que muy seguramente no será la única— tendrán una gran repercusión en las finanzas. Su impacto lo conoce Trump y el propio Maduro.
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Impacto de la Incautación del buque petrolero
Donald Trump ordenó la operación “Lanza del sur”, cuya implementación en el Caribe, específicamente frente a las costas venezolanas, persigue cortar el financiamiento del Cartel de los Soles, organización criminal narcoterroristas que funge como agente operativo del régimen de Nicolás Maduro.
El masivo aumento de fuerzas militares de EE. UU. en la región —portaaviones, aviones de combate y miles de soldados— lleva a cabo operaciones que han dejado un saldo de embarcaciones de narcotráfico y, ahora, de otra de las fuentes que alimentan las arcas de la dictadura junto al contrabando ilegal de oro y otros minerales.
Esta acción de incautación del buque petrolero obviamente pone en alerta a refinerías, así como a empresas navieras y aseguradoras, las cuales lo pensarán dos veces a la hora de hacer negocios con Venezuela, dado los riesgos que esto implica, tal como lo señalan fuentes ligadas a la industria petrolera.
Agregan dichas fuentes que las empresas petroleras u operadoras petroleras que están operando en Venezuela bajo la ley antibloqueo y el esquema de Contratos de Participación Productiva (CPP) —liderizados por la vicepresidenta y ministra de Hidrocarburos, Delcy Rodriguez y el ministro de Industrias y Producción Nacional, Alex Saab—, resultarán altamente perjudicados.
Como se recordará, dichos contratos CPP les permiten a estas operadoras petroleras cobrar con cuotas de crudo producido. La amenaza que supone esta y futuras incautaciones de embarcaciones petroleras, hará cuesta arriba la comercialización de este crudo obtenido como pago. A esto se suma la posibilidad de que también puedan verse involucradas en sanciones secundarias.
Pero no solo esto se constituye en amenaza, sino que tanto PDVSA, como las empresas mixtas y estas empresas bajo Contratos de Participación Productiva (CPP), podrían verse obligadas a hacer recortes de producción.
Y es que al reducirse las exportaciones de crudo por el riesgo de sanciones financieras —y ahora también el riesgo de sufrir incautaciones de los medios de transporte—, llevarán al consiguiente cierre de pozos de manera acelerada, debido a la falta de capacidad de almacenamiento de crudo y limitada o imposible comercialización del mismo.
El régimen de Nicolás Maduro y su operador de narcotráfico, el Cartel de los Soles, comienzan a ver la disminución de sus arcas por el cierre del grifo de petrodólares y merma de operaciones de venta de cocaína y potros estupefacientes.
Enfriamiento de relaciones
Esta cautela de transportistas y aseguradora, seguramente se ampliará al espectro de los aliados del régimen, de acuerdo a los señalan nuestras fuentes, quienes indican que los otrora “incondicionales”, tratarán de enfriar sus relaciones con el régimen, en procura asumir posturas neutras que les permitan desembarazarse ante cualquier eventual acción que conlleve a la caída del régimen de Maduro.
Es el caso de Henry Luis Marcó, presidente de la Cámara Venezolana de Nuevos Emprendedores y Exportadores (Cavenemex), quien optó por adoptar una posición institucional en sus relaciones con los personeros del régimen de Maduro, en lugar del “encompinchamiento” que siempre habría mantenido los líderes y agentes de la empresa criminal de Nicolás Maduro. Atrás habrían quedado apariciones junto a Álex Saab y diplomáticos iranies
Incluso, a Henry Marcó Pinto se le señala de supuestamente ser testaferro del general Manuel Quevedo, expresidente de PDVSA y exministro de Petróleo y Minería, a cuya sombra habría constituido su fortuna.
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Fuente consultada:
1) Reuters. (11 de diciembre de 2025). “Tanquero incautado transportaba petróleo sancionado procedente de Venezuela e Irán: fiscal general EEUU”. https://es-us.finanzas.yahoo.com/noticias/tanquero-incautado-transportaba-petr%C3%B3leo-sancionado-222157377.html