Ante la abierta amenaza de hacer estallar una guerra civil de no permitírsele asumir el poder el próximo 10 de enero de 2025, el saboteo militar a Maduro podría ser la estrategia para boicotear la represión que promueve la tiranía venezolana. No se trata de una novedad, pues los planes represivos del propio Hugo Chávez fueron en torpedeados por quien fuera su ministro de Defensa, Raúl Baduel.
Y si bien se sabe que la cúpula militar es participe de la corrupción chavista y beneficiaria de ella, correspondería a los cuadros medios y bajos de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana—cuyas familias padecen los embates de la dictadura— implementar el torpedeo a toda acción dirigida a frenar todo intento de represión o violencia contra el pueblo venezolano.
Evitar la repetición de un escenario como el postelectoral en la que furia de la tiranía se manifestó como nunca hasta la fecha, provocando muerte, miedo y encarcelamiento y tortura de quienes —incluso de menores de edad— exigieron el respeto a la voluntad popular manifestada en la elección de Edmundo González Urrutia como presidente de la república el pasado 28 de julio.
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Las amenazas de Maduro
El pasado 9 de diciembre, durante la celebración de un acto de carácter político en el que condecoró a los funcionarios del régimen que fueron sancionados por el gobierno de los Estados Unidos, Nicolás Maduro amenazó, no solamente a la oposición a la que directamente dirigió sus palabras, sino a todo el pueblo de Venezuela, con desatar una guerra civil si se intenta obstruir su toma de posesión.
Parangonando la situación venezolana con el derrocamiento del régimen de Bashar al-Asad en Siria, Maduro advirtió al sector opositor, al que una vez más catalogó de “extremistas fascistas”, de promover una guerra civil. El dictador quiere responsabilizar de lo que son sus propias intenciones.
“No se equivoquen, porque Venezuela, en fusión perfecta popular, militar, policial, va a triunfar por el camino de la paz (…) Si se atrevieran, señores imperialistas, señores fascistas, se van a arrepentir por cien años, por atreverse a tocar a nuestra amada Venezuela”, advirtió Maduro (1).
Esta no fue la primera de estas amenazas, ya lo había hecho antes del 28 de julio y demostró que hablaba en serio luego de esa fecha. Días antes de los comicios dijo que de no ganar las elecciones se desataría en Venezuela un “baño de sangre” y una “guerra civil fratricida”.
“El 28 de julio, si no quieren que Venezuela caiga en un baño de sangre, en una guerra civil fratricida producto de los fascistas, garanticemos el más grande éxito, la más grande victoria de la historia electoral de nuestro pueblo” (2), amenazó el dictador.
El saboteo militar
Es preciso impedir que Nicolás Maduro ejerza la violencia contra el pueblo venezolano
El monopolio de las armas está en manos del Estado —hablamos de la letra constitucional y las leyes— aunque se sabe que el régimen chavista ha armado sectores civiles a objeto de actúen en su defensa y como mecanismo de intimidación de la población. Sin embargo, al hablar del “deber ser”, correspondería al sector castrense hacer frente a amenazas del tipo de las proferidas por Maduro.
Para resguardarse, la tiranía chavista, especialmente Nicolás Maduro, ha otorgado prebendas y negocios a la cúpula militar, convirtiéndola en parte de la élite corrupta que se ha enriquecido a costas del erario público y el narcotráfico.
Serían, por tanto, las bases las llamadas a protagonizar el saboteo militar a Maduro, impidiéndole su cometido de bañar a Venezuela de sangre si no se le permite permanecer en el poder. ¿De qué manera? Pues mediante el torpedeo de cualquier dirigida a la represión de la población civil.
Acciones tan sencillas como impedir el uso de equipos y vehículos militares a través del retiro de partes que impidan su funcionamiento, son solo un ejemplo.
No sería la primera vez
¿Idea tonta o descabellada? Advertimos que no se trata de una idea novedosa nunca antes puesta en práctica, puesto que ya tal estrategia fue implementada durante el gobierno de Hugo Chávez. Raúl Isaías Baduel fungía como ministro de Defensa.
En aquel entonces, Chávez ordenó rodear a Caracas de tanques militares en uno de sus tantos delirios en situaciones que sintiera amenazada su estabilidad en el poder (3). Fuentes militares revelaron a Venezuela Política que, aunque, efectivamente, Baduel atendió a la orden del mandatario, ordenó al comandante de la unidad de tanques ubicada en el estado Guárico, el saboteo de los vehículos.
¿En qué consistió la acción de saboteo militar emprendida por Baduel? Pues una vez que el comandante de la unidad de tanques extrajo las baterías de estos, las embarcaron en un vehículo y las sacaron del batallón. Esta simple acción dio al traste con los planes maquiavélicos de Hugo Chávez de arremeter contra el pueblo.
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Tomado de Saboteo militar a Maduro: una posible estrategia para boicotear la represión de la tiranía