Dificultades de flujo de caja de PDVSA la obligan a financiarse con el sector público

VenePirámides

Los estados financieros de Pdvsa desnudan una madeja de transacciones tejidas entre 2008 y 2010 donde el Banco Central de Venezuela, la Oficina Nacional del Tesoro, Bandes, Fogade y el Banco del Tesoro le inyectan recursos a la petrolera que, todo indica, ha sufrido problemas de flujo de caja a pesar de los altos precios del crudo.

A través de pagarés y certificados de inversión este conjunto de organismos públicos, denominados «entidades relacionadas» en las notas a los estados financieros consolidados, inyectan a Pdvsa 36 mil 567 millones de bolívares, magnitud que al tipo de cambio oficial de cada año representa 10 mil millones de dólares.

Pdvsa ha cancelado parte de los pagarés y certificados de inversión, otros los ha renovado y en el caso del Banco Central ha alargado los vencimientos pagando con bonos que expiran entre 2014 y 2017.

La deuda con el Banco Central se origina en diciembre de 2010 cuando Pdvsa recibe 15 mil 050 millones de bolívares a cambio de un lote de pagarés con tasas anuales de 2,64% y 4%.

En la mayoría de los países se prohíbe que los bancos centrales financien al Gobierno porque para hacerlo crean billetes sin respaldo y más dinero detrás de los mismos productos, se traduce en el constante incremento de los precios.

La reforma a la Ley del Banco Central abrió la puerta para que se fabriquen billetes que solventen problemas de caja en empresas públicas estableciendo en el artículo 49 que el instituto emisor puede «otorgar créditos con garantía de títulos de crédito emitidos por la República o por sus entes descentralizados».

Durante los últimos dieciséis meses el Banco Central de Venezuela no ha proporcionado información sobre las fuentes de la base monetaria, un indicador clave para evaluar la marcha de la economía, que entre otros datos permitiría precisar el monto del financiamiento que el BCV le ha dado a las empresas públicas.

El 30 de junio del año pasado, Carlos de Oliveira, presidente de Sidor, afirmó a medios de Guayana que «el plan de recuperación de Sidor viene apuntalado en un pagaré que estamos solicitando al Banco Central de Venezuela».

Además de recibir financiamiento por parte de organismos públicos Pdvsa retrasa el pago a las empresas que le proveen productos y servicios, al punto que con estas compañías tiene una cuantiosa deuda que tras un salto de 55% el año pasado, asciende 10 mil 900 millones de dólares.

Rafael Ramírez, presidente de Pdvsa, afirmó la semana pasada que «tuvimos un año 2009 malo con una caída de ingresos de 12 mil millones de dólares, pero salimos de eso. Estamos regularizando todas nuestras cosas, y estamos buscando esquemas para que (los proveedores) sigan trabajando con nosotros; esquemas de trabajo, alianzas, empresas mixtas. Todos estamos en el mismo barco, y si alguien se quiere tirar por la borda es su problema».

Junto a la deuda con los proveedores Pdvsa ha incrementado de forma importante las cuentas por pagar con continuas emisiones de bonos y los pasivos financieros, que prácticamente no existían cinco años atrás, hoy suman 23 mil millones de dólares.

El endeudamiento no se ha traducido en mayor producción y las estadísticas del Banco Central precisan que el PIB petrolero del primer trimestre de este año es 9% inferior al del mismo lapso de 2008.

Bancos de inversión consideran que en el corto plazo Pdvsa continuará emitiendo deuda y anticipan que en el cuarto trimestre de este año emitirá bonos en dólares que las empresas y las personas naturales, podrán comprar con bolívares, al igual que en febrero, según reportó el diario El Universal.

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