VenePirámides
Con un préstamo de $30,7 millones, dado por Highview Point Fund, firma de la cual era socio principal y fundador, Francisco Illaramendi, venezolano−estadounidense actualmente procesado en EEUU por una estafa con el esquema Ponzi, el empresario José Zambrano compró Banorte en julio de 2008, banco que año y medio después fue intervenido. Un oficio donde se analiza el origen de los fondos usados en la negociación por Banorte, con fecha del 6 de febrero de 2009, enviado por la Superintendencia de Bancos (Sudeban) a Zambrano, entonces presidente de la entidad, revela que el empresario compró gracias a un préstamo que le dio Highview Point Master Fund Ltd, fondo financiero registrado en 2005 en las Islas Gran Caimán. El empréstito se le entregó a la empresa Intact Business Ltd, firma que, a su vez, fue registrada en Barbados en enero de 2008. Su representante, tal como han revelado las investigaciones, era el mismo Zambrano. Cambio oficial «Mediante certificación de los recursos, suscrita por el ciudadano José Zambrano Lucero, en su carácter de apoderado especial de la empresa Intact Business Ltd, se indica que los fondos destinados por dicha compañía a la cancelación de las acciones representativas de noventa y nueve por ciento (99%) de capital de Banorte, Banco Comercial, CA, por la cantidad de ciento cincuenta y dos millones sesenta y cuatro mil bolívares (Bs.F) 152.064.000) provienen de un préstamo que le otorgó Highview Point Master Fund Ltd por treinta millones setecientos cuarenta mil dólares ($30.740.000)… , equivalentes a sesenta y seis millones noventa y un mil bolívares, al tipo de cambio de Bs.F. 2,15/US$ 1,00. Al respecto, lo antes expuesto demuestra que el monto de préstamo recibido fue insuficiente para cancelar dichas acciones y, en consecuencia, no se pudo verificar el origen de los fondos aplicados a esta adquisición de acciones», puntualiza el oficio enviado a Zambrano. Fuentes cercanas a la transacción aseguran que el préstamo de Highview no fue cambiado a bolívares, aunque sí calculado a precio de mercado negro (Bs.F. 4,94 por $1) y transferido de inmediato a cuentas en los EEUU. De acuerdo con el documento de autorización de la compra−venta a través de la Comisión Nacional de Valores (CNV) del 17 de diciembre de 2008, la operación se efectuó a través de la casa de bolsa Multinvest, entre cuyos directivos estaban hijos, asesores como Alejandro Uzcátegui −presidente de Empreven− y empleados de confianza del banquero Carlos Gill Ramírez, anterior dueño de Banorte. Sin fondos El documento de Sudeban también resalta que para la fecha en que se realizó la transacción entre Gill Ramírez y Zambrano, Intact Business solo contaba «con un activo circulante conformado por efectivo en banco por la cantidad de dos mil ciento cincuenta bolívares (Bs.F. 2.150), un activo a largo plazo representado por un título de participación por ciento siete millones quinientos dos mil ciento cincuenta bolívares (Bs.F. 107.502.150)». De acuerdo con la autoridad reguladora de la banca, se evidenciaba que Intac no contaba «con suficientes activos de fácil convertibilidad en efectivo ni capacidad patrimonial para honrar la deuda contraída con Highview Point Master Fund. Asimismo, como accionista mayoritario no podría hacerle frente a las posibles contingencias que pudiera esta Superintendencia exigirle al Banco». La conclusión de Sudeban, en vista del análisis del origen de los fondos y patrimonial de los accionistas (ver recuadro), fue objetar la compra y sugerir la venta a otros inversionistas que sí cumplan con los requisitos de ley. Pese a esa advertencia, Zambrano y el resto de los accionistas siguieron al frente de Banorte, creando empresas fantasmas para sacar los recursos de los ahorristas de la entidad, tal como lo demostró Últimas Noticias en una serie de reportajes publicados desde febrero hasta noviembre de 2010. Sudeban, más allá de multar al banco por el incumplimiento de las carteras crediticias, no hizo mucho más por darle cumplimiento a su decisión de febrero de 2009. Incluso, Zambrano intentó comprar el Banco Federal, negociación que se cayó cuando parte del dinero había sido entregado a Nelson Mezerhane, dueño del Federal. En diciembre de 2009, Banorte fue la octava entidad en ser intervenida por el Estado en la minicrisis financiera que vivió el país. Pero mientras la Fiscalía y el Tribunal 11 de Control ordenaban la captura de los directivos y propietarios de los otros siete bancos, Zambrano y la alta gerencia de Banorte no eran objeto de ninguna actividad judicial. Solo fue hasta el 20 de agosto de 2010 cuando, en San Antonio del Táchira, las autoridades de migración detuvieron a José Rafael Velásquez, director externo de Banorte, quien permaneció durante seis meses tras las rejas. Velásquez, en la actualidad, no puede salir del país, ni tampoco declarar a la prensa, pero debe presentarse periódicamente a los tribunales para seguir el curso del proceso que se lleva en el Tribunal 11 de http://www.blogger.com/img/blank.gifControl. El ex directivo alegó no ser accionista de Banorte, pues su parte la había vendido en julio de 2008 a Zambrano. Sin embargo, el documento de Sudeban dice que en diciembre de 2008 se convirtió de nuevo en accionista de Banorte. Fuentes allegadas al proceso alegaron que Velásquez y otros nueve directivos adquirieron las acciones nuevamente por exigencias hechas por Sudeban a Zambrano, quien no podía ser el único propietario de Banorte a través de Intac, según decisión de la superintendencia. Mientras que Velásquez, quien alegó que entregó 32 mil acciones (0,1%) mucho antes de la intervención del banco, continúa el proceso judicial en Venezuela, a Zambrano lo han visto en Miami ostentando su riqueza. Cuando estuvo la selección de fútbol en Florida para el juego ante Honduras, el ex dueño de Banorte participó en una subasta de balones y franelas de la vinotinto. El hoy prófugo de la justicia venezolana se destacó por los altos precios que pagó por los objetos del equipo venezolano, según reportó el diario El Mundo Economía y Negocios.