El desarrollo armónico de una nación va de la mano con las inversiones que puedan efectuarse, sobre todo para impulsar fuentes formales de trabajo que permitan el crecimiento económico del país.
En los últimos años, lo que se ha visto en Venezuela ha sido lo contrario. Las cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE) evidencian una disminución progresiva del número de empleadores del sector privado. En los últimos doce meses han caído 13,6% y en 12 años la contracción ha sido de 44,5%.
Esto significa que en enero de 2001 había 672.642 empleadores hoy quedan solo 373.204 patronos, de acuerdo al INE.
Para algunos empresarios, la falta de seguridad jurídica, la política de controles y de importaciones, son tan solo algunas de las causas que explican este fenómeno. Otro detonante que se suma es la ausencia de diálogo entre el Gobierno y las cúpulas empresariales desde hace varios años.
Al ahondar los datos del INE, estos evidencian además que en enero 30,3% de los trabajadores del sector privado era independiente. Este porcentaje se expresa en 3.698.853 personas, que vienen a ser 156.573 trabajadores más que en 2012 y 827.309 individuos más que hace 12 años.
Solo 38,2% de quienes laboraba a comienzos del año en el sector privado (4.665.351 personas) lo hacía para una empresa formal. Aunque este grueso de personas ha aumentado a lo largo de los 12 años (25,6%), su crecimiento está por debajo del experimentado por el sector público.
Actualmente, 2.571.424 empleados forman parte de la nómina pública. Hace 12 años eran 1.259.710 trabajadores. Entre enero de 2001 e igual mes de este año han experimentado un crecimiento de 104%.
En igual período, los trabajadores informales por cuenta propia también crecieron 24,9%, al pasar de 2.739.542 personas en 2001 a 3.421.442 personas en 2013.
Según el Banco Interamericano de Desarrollo, la informalidad es un rasgo persistente del mercado laboral en América Latina y el Caribe.
El más reciente informe del grupo propone realizar un diagnóstico para ver qué políticas originan distorsiones en los mercados, un diseño para equilibrar los objetivos económicos y sociales e identificar qué incentivos son apropiados tanto para el lado de la oferta (trabajadores) como de la demanda (empresas) para integrarse a la economía formal, reseñó el diario El Universal.
Tomado de destruyó al 44,5% de los empleadores